lunes, 18 de mayo de 2020

Recuerdo tardío



                                              San Isidro rezando y su Ángel arando
 

 Este año, por motivos que todos sabemos, nos hemos quedado sin la gran fiesta de nuestro Santo Patrón, San Isidro. Pero aunque con unos días de retraso y como todos los años, no puedo dejar de ensalzar al bueno de Isidro.
     Todos sabemos que Isidro llegaba tarde al trabajo porque se entretenía en ir a misa, sus compañeros que eran un poco cotillos lo denunciaron al patrón por holgazán.
Juan de Vargas, que así se llamaba el propietario de la finca, lo quiso comprobar por si mismo y un buen día se escondió tras unos matorrales y vio con enorme sorpresa, "Que un Ángel araba mientras Isidro rezaba".
     A nuestro Santo Patrono se le atribuyen varios milagros que ya he contado varias veces, pero me viene a la memoria un recuerdo de mi niñez.
     Todo el mundo sabe que este Santo es muy venerado por los agricultores y le ruegan pidiendo lluvia para sus campos, pues bien.
     España es un país más bien seco y por lo tanto llueve poco, salvo raras excepciones. Allá por los años cuarenta y tantos que apenas llovió y teníamos, como se decía, "una pertinaz sequía" decidieron en Madrid sacar al santo en una procesión extraordinaria pidiendo agua.
    Mi padre y todos sus compañeros, Policías Municipales, tuvieron trabajo extra, pues siempre que había alguna aglomeración extraordinaria, eran ellos los que ponían orden.
    Cuando mi padre empezaba a vestirse de uniforme, todos estábamos viendo como lo hacía y lo guapo que estaba así vestido. Entonces nos dijo aquel día:
    -Si queréis ir a la procesión, os prometo un buen sitio.
    Antes de terminar la frase ya estábamos todos preparados.
    En la Plaza Mayor había una fila de sillas por donde iba a pasar dicha procesión.
    Papá nos colocó en una a cada uno y nos recomendó:
    -No os mováis de aquí, cuando termine el acto yo os recogeré.
    Estábamos sentaditos tan ricamente los cinco, después fuimos siete, cuando empezamos a ver el principio de la procesión.
    Primero las niñas y niños vestidos de comunión. Después iban las Manolas (señoras vestidas con mantilla, les seguían las autoridades encabezadas por el Alcalde, que por entonces era el Conde de Mayalde, le seguía el señor Obispo, muchos curas, muchos concejales y...mucho de todo.
    Por fin vimos aparecer la imagen de San Isidro, que iba sobre unas andas portadas por varios hombres. Además estaba muy bonita adornada con flores.
    Todo el mundo muy recogido, rezando y cantando canciones religiosas para que el Santo nos mandara agua, que mucha falta nos hacía.
    Yo creo que el Santo se cansó de oirlos, porque cuando estaba todo el mundo en el centro de la Plaza...empezó a caer una tromba de agua que la gente no sabía donde meterse, no llovía...jarreaba.        Tal es así, que el Alcalde salió corriendo detrás del Obispo que corría con las sayas remangadas.          Las niñas de blanco corrían despavoridas buscando refugio. Corría el acompañamiento, los que habían ido a verlo y por fin...los que llevaban las andas a hombros con San Isidro, lo dejaron en el suelo y corrieron hacia los soportales de la Plaza.
    ¡¡Pobre San Isidro!!
    Además de concederles el agua que con tanto empeño le pedían...lo abandonaron en mitad de la Plaza Mayor...¡Que ingratos!
    Mis hermanos y yo, como nos habían dicho que no nos moviéramos de las sillas, aguantamos la tromba de agua...no fuimos obedientes...fuimos tontos.
    Por temor a ganarnos una regañina si nos movíamos...nos ganamos una zurra por no protegernos de la lluvia.

    No se si se acordarán mis hermanos, pero hoy que ya han pasado muchos años lo recuerdo con añoranza.
    Si cierro los ojos, veo la escena y sonrío.



17 comentarios:

  1. Una bonita anécdota la que cuentas, el santo hizo el milagro de llover estoy segura.Al menos tú y tus hermanos podíais haberos puesto las sillas de paraguas:-))....Si mi padre me dice no te muevas de ahí,YO TAMPOCO ME MUEVO.Besicos

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    1. El Santo se portó, nosotros solo pensábamos en estar quietecitos.
      Ya sabes querida Charo que en nuestra época de niños todos eramos muy obedientes.
      Un besito

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  2. El santo hizo el milagro. Un beso

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    1. Creo que hizo dos: uno, que llovió y otro, que no nos pusimos malos.
      Un beso Susana.

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  3. Tienes buenas anécdotas para contar y muy divertidas.
    Un abrazo.

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    1. Lo que tengo son muchos años amigo Alfred.
      También tengo la suerte de acordarme de casi todas las cosas pasadas.
      Un abrazo

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  4. Muy divertida la anécdota. Este año nos quedaremos sin muchas cosas. En Toledo también nos quedamos sin Corpus. ¡Lástima! Aunque lo importante ahora mismo es seguir estando sanos.
    Un abrazo

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    1. Es una pena que no se celebren muchas fiestas. El Corpus en Toledo es digno de poder participar, he tenido la suerte de verlo varias veces. Estoy segura de que todos los toledanos y gentes de fuera lo van a sentir.
      Esperemos tiempos mejores.
      Un fuerte abrazo Rita.

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  5. jajaja, obedecer era la orden y la cumplieron! Y ya lo creo que estuvieron bendecidos por demás, un abrazote Ma de los Angeles!

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    1. Si, pero el agua que nos cayó no era agua bendita.
      Ya me dirás que has hecho con tu blog pues me lo he encontrado en blanco.
      Un fuerte abrazo María Cristina.

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    2. Ya Rafael me había dicho que no me encontraba, no sé qué pasa, algunos me visitan otros no pueden hacerlo, mi hijo estuvo viendo la configuración, ahora aparece mi fotografía, es un misterio, fijate si haciendo clic en esta foto mía podés llegar bien, un abrazote Ma de los Angeles!

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  6. Este año no hubo fiesta de nuestro patrón S. Isidro, pero esta bien recordarlo. esperemos que solo sea este año.
    Es bueno recordar las vivencias de nuestra niñez, aunque en esta ocasión terminarais empapados.
    Un abrazo.

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    1. Gracias a Dios tengo buena memoria y me acuerdo de casi todo. En las fiestas de nuestro Patrón me lo he pasado bien, sobre todo comiendo las ricas rosquillas. A ver si el año prçoximo tenemos mas suerte.
      Un abrazo Matías.

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  7. Hola Maria Angeles, cualquiera desobecia en esos tiempos verdad?, aunque nunca se sabe que es peor jeje, es graciosa la anécdota que nos cuentas, este año nos estamos quedando sin fiestas en todos sitios por culpa del dichoso virus, ojala llegue el día en que se quede todo esto en un mal recuerdo.

    Besos.

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    1. Noe hemos quedado sin fiestas en todas las ciudades de España y sus pueblos, que también son dignos de mencionar.
      Lo de ser obediente, tu eres muy joven, pero en mi caso no teníamos más remedio que ser "buenos"
      Un besito querida Pili.

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  8. Jajaja, desde que empezó a llover, me he metido en la situación, y no he parado de reir, imaginándome a ese Santo y a todos ustedes aguantando el chaparrón.
    Gracias por contarnos historias tan divertidas, que falta nos hacen.
    Un fuerte abrazo, María Ángeles.

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  9. Bueno Manuel, por lo menos te has divertido un poco. Además verás lo buenos que eramos y lo que obedecíamos...claro, que no siempre.
    Un abrazo.

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