lunes, 15 de junio de 2020

¡¡Milagroso!!


                                              De estas balanzas ya no quedan.

     Cuando he leído esta historia y después de lo que el mundo entero está pasando, creo que van a ser muchas las personas parecidas a los protagonistas de nuestra historia. Esperemos que no. Pero si ocurriese, ¡ojalá nos encontremos con personas así!

     Una mujer pobremente vestida, con el rostro que reflejaba tristeza, entró en una tienda de barrio, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito: con voz suave explicó que su esposo estaba en paro, sin trabajo, tenía cinco niños y necesitaba ayuda.
     El dueño no aceptó y le dijo que abandonara la tienda.
     Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia, la mujer rogó:
"Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda".
     El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

     De pie cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño y la mujer.
     El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia. Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:
     -¿Tiene usted una lista de compras? La mujer dijo:
     -Si señor.
     -Está bien, ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles.
     La mujer titubeó un momento y buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza.
     Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedó así.
     El dueño sin dejar de mirar la balanza dijo:
     -"No lo puedo creer"...
     El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato de la balanza.
     La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más y más comestibles, hasta que se llenó. El dueño se quedó pasmado de asombro. Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró todavía asombrado...¡No era una lista de compra! Era una oración que decía:

     "QUERIDO SEÑOR, TU CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS".

      El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había pesado y quedó allí en silencio. La mujer agradeció y abandonó la tienda; el cliente entregó un billete de cincuenta euros al dueño y dijo:
"Valió cada céntimo de este billete, ahora sabemos cuanto vale una oración".

Yo estoy convencida.

Y ahora, una frase de un señor muy sabio:

REÍRSE DE TODO ES PROPIO DE TONTOS, PERO NO REÍRSE DE NADA LO ES DE ESTÚPIDOS.

                          Erasmo Rotterdam.

14 comentarios:

  1. Muy emotiva tu historia MªÁngeles. La oración es poderosa si se hace con fe y confianza en Dios Padre.La frase también tiene su lógica.Besicos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy cierto Charo.
      Esta señora tenía una fe muy verdadera.
      Un besito ¡ guapa !

      Eliminar
  2. Me ha encantado tu historia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra Alfred. Seguiré buscando siempre para poder entretenernos un rato.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. Un relato conmovedor, es una pena que la vida real sea tan distinta.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nosotros mismos la hacemos distinta y es una pena.
      Un abrazo Matías-

      Eliminar
  4. Bonita y conmovedora historia. Se ve que la fe mueve montañas.
    Un abrazo grande, Mª Ángeles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es hermoso tener fe y se nota que esta señora tenía mucha.
      Un fuerte abrazo querida Rita.

      Eliminar
  5. Los milagros existen, sí señor, una hermosa historia Ma de los Angeles, un abrazote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy segura e que todos los días hay milagros, lo que pasa es que algunos no los vemos.
      Un fuerte abrazo María Cristina.

      Eliminar
  6. Querida amiga, yo se que me voy a repetir, pero, es que no tengo más remedio que volverte a decir que me encantan todas las historias que nos traes, porque además, todas tienen detrás, una hermosa moraleja.
    Un placer leerte, querida amiga.

    ResponderEliminar
  7. A mi me encanta que te repitas, pero yo pienso que tu tienes mucha inteligencia y una buena pluma cuando escribes cosas tan bonitas de esos maravillosos pueblos de Andalucía.
    Gracias Manuel por tus bonitas palabras.

    ResponderEliminar