lunes, 14 de septiembre de 2020

Sopa y patatas


 

                                                Sopita de sobre

     Hoy si que puedo decir aquello de "Como todo el mundo". Pues bien, lo digo...apenas salgo de casa.

Hoy precisamente he salido a darme un paseito pues aconsejada por mi hijo lo he hecho. He caminado y creo que por la falta de costumbre apenas sabía andar. 

      Iba pensando, cuando he visto a una compañera de trabajo y además amiga. María. Ella volvía del médico, de una revisión rutinaria. Las dos nos hemos alegrado mucho y hemos estado un buen rato sentadas en un banco charlando. Eso si, guardando la distancia. Nos ha dado mucha alegría y hemos recordado nuestros días de trabajo.

      Cuando nos hemos despedido, yo he recordado lo que me contó en cierta ocasión que fuimos con nuestra Parroquia a una excursión a Alcalá de Henares. Ese día, que íbamos acompañadas por nuestro párroco y el secretario del señor Obispo, al entrar en una de las iglesias, fuimos recibidos por su párroco, muchos le saludaron muy contentos, yo le conocía hacía poco y no reparó mucho en mi. Pero cuando vio a mi amiga María, a ella la saludó muy efusivamente. Le preguntó por sus hijos y como le iban las cosas. Estuvieron charlando y después seguimos nuestra visita por la monumental Alcalá.

      Mientras caminábamos por Alcalá me contó su reconocimiento hacia el cura. Que desde aquel instante, yo le llamo "El cura de Alcalá", esto fue lo que me contó:

      Por los años 70 compró un piso, tenía los niños pequeños (4), también tenía un marido que le daba a la botella más que al trabajo. Ella trabajaba, pero con una hipoteca apenas le llagaba, no solo a fin de mes, sino que había veces que el día 10 ya no había en casa más dinero que para la botella de whisky. Me contó que había días, su padre, mandaba al niño mayor a algún club a comprar la botella, pues como era lógico las tiendas estaban cerras. (Entonces no había la ley de no vender a menores alcohol).

      Llegó un día de Nochebuena y cuando ella volvió de trabajar, en casa no había nada que cenar, ni dinero para comprar. En el barrio sabían lo que esta familia estaba pasando y, por supuesto el cura de la parroquia se enteró.

      Sobre las nueve de esa Nochebuena, se presentó el cura en casa de María y preguntó si le invitaban a cenar. Al entrar en la casa y sobre una mesita que había en el recibidor, dejó un paquete que traía muy bien envuelto. A cualquier ama de casa, donde se presenta algún amigo a comer sin avisar, le da un repelús, pues siempre quiere uno lo mejor para sus amigos y darle algo especial. Sobre todo que no sean huevos con patatas que es lo que siempre tenemos. Me imagino que a mi compañera y amiga se le caería el alma a los pies, pues ella... no tenía ni huevos...

      María dijo que no tenían cena especial, "al cura de Alcalá" no le importó. No tenían más que sopa de sobre y unas pocas patatitas pequeñitas que puso a hervir con piel y todo.

       Se sentaron a la mesa y "El cura de Alcalá" bendijo la mesa de un modo precioso, según mi opinión. Se dieron todos la mano y rezaron el Padrenuestro. María puso la sopa de sobre en la mesa y después las patatas que se comieron cada uno quitandole las pieles a su ración. Me dijo que a los niños les hizo mucha gracia eso de pelar las patatas y comérselas.

      Cuando terminaron, "El cura de Alcalá", salió al recibidor, desenvolvió el paquete, que no era otra cosa que ricos turrones variados. Los críos daban saltos de contentos...los mayores, también comieron, incluso "El cura de Alcalá"

      El día de Navidad en la homilía, el cura que era de Coslada y ahora es de Alcalá, expuso las necesidades de una familia de la Parroquia diciendo que necesitaba ayuda...El domingo siguiente, recaudó en la colecta 150.000 pesetas de principios de los años 70.

      Este dinero les vino muy bien. María respiró. Su marido al poco tiempo "reventó" de una borrachera de Whisky, porque a él no le gustaba el vino, no, tenía que ser Whisky.

      Hoy mi querida compañera, ha casado a sus hijos, tiene nietos y aunque vive sola está contenta y feliz...No le falta de nada, gracias a Dios.


      

 

18 comentarios:

  1. Cada uno tuvo lo que se merecía.
    Un abrazo.

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    1. Pues si Alfred. Lo bueno de todo esto es que mi querida amiga está estupendamente, además es muy casera y dice que no se aburre nada estando en casita.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Qué historia tan terrible con final feliz. Un beso

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    1. Todavía hay gente que no sabe pasar sin beber alcohol,
      Un beso Susana.

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  3. Hay historias tristes, por suerte acá María contó con el cura de Alcalá para cambiar su vida, y el destino hizo lo suyo, un abrazote Ma de los Angeles!
    P.D. Ayer estuve con Sol, te manda muchos besitos!

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    1. Cierto María Cristina. Hoy María y sus hijos viven muy bien, felices con sus hijos y nietos.
      Eso que se perdió él, pues tanto unos como otros son personas honradas, buenas y trabajadoras.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Yo he pasado por situaciones similares y te digo que una sopa de sobre, hecha con todo el cariño del mundo me vale más que muchos manjares.

    Un besazo enorme!!!

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    1. Todos pasamos por malas rachas, pero eso no quita de que sigamos comiendo las riquísimas sopas de sobre. En casa las seguimos tomando y nos gustan mucho, sobre todo la de arroz.
      Un besito querida Zhura.

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  5. Una historia muy emotiva, eran tiempos difíciles, los salarios solo daban para comer, cuando había algún vicio lo sufría la familia.
    Abrazo-

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    1. Cierto Matías, pero cuando el cabeza de familia tiene algún vicio lo sufren todos, este era el caso.
      Un abrazo

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  6. Una historia con final feliz gracias a las buenas personas que nunca faltan en este mundo, como el "cura de Alcalá".
    Me encantan tus historias siempre, están sacadas de la vida misma.
    Un abrazo, Mª Ángeles

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    1. Aquí en nuestra Parroquia la gente es muy solidaria. Cuando hace falta algo enseguida se recupera, claro que con el cura de Alcalá, seguro que todo fue más fácil. Yo en aquella época no vivía aquí.
      Gracias por tus palabras querida Rita.
      Un fuerte abrazo y un beso.

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  7. Me alegra mucho que tu amiga María trás haber pasado tantas penalidades ahora no le falte de nada y esté tranquila y feliz.Yo me sé unas cuantas historias de este tipo de personas cercanas que han sufrido mucho a cuenta de sus maridos.Besicos

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    1. Según me contó María, fue feliz en cuanto murió su marido. ¡Fíjate que mientras unas les seguimos llorando, otras ni se acuerdan de ellos!
      Cuando yo la conocí mientras trabajábamos juntas, ya era feliz. No la importaba trabajar para sus hijos y ahora, como digo, está estupenda y muy contenta.
      Un besito Charo.

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  8. Muy lindos tus escritos, me han encantado. Vengo del blog de Rita. Besos.

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    1. Gracias por tus palabras Teresa. Me gustaría seguir contando contigo entre mis seguidores igual que lo hace Rita.
      Un beso.

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  9. Hola Mº Angeles, chiquilla me he emocionado con lo que nos cuentas, esa historia mas o menos la vivió mi madrina la pobre, pero ella no tuvo la suerte de tener un ángel en forma de cura que le ayudase, pero me alegro mucho por tu amiga que todo le haya salido bien y este bien que es lo importante, me encanta cuando nos cuentas estas historias que es tu vida:)

    Besos.

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  10. Para que veas que no todos son malos...Siento lo que le pasara a tu madrina. Mi amiga gracias a Dios está estupenda y sus hijos también.
    Es como yo, muy casera y siempre me dice que no envidia a nadie. Se levanta cuando quiere, se acuesta cuando le viene en gana...en fin, es muy feliz a su manera.
    Un beso querida Piruja.

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