lunes, 7 de diciembre de 2020

La Cama mueble

Asi quedo la cama después de quitarle las faldillas
      

      Como ahora no podemos vernos, ayer mientras hablábamos por telefono mi amiga y consuegra Piluca, me contó: 

    Que en cierta ocasión, por las fiestas del barrio, quería un vestido nuevo. En aquellos tiempos, en las fiestas, era cuando estrenábamos un vestido, pero a veces era muy difícil para los padres, pues éramos muchos hermanos y alguno se tenía que quedar sin su traje nuevo. Tal fue el caso ese año de 194 y...en el que Piluca se quedó fuera de combate. No creáis que ella se amilanó, no, nada de eso. Empezó a pensar y dado lo inteligente que es, enseguida dio con el resultado:

     Las casas de Madrid de la posguerra no eran muy grandes y los que vivíamos en ellas éramos muchos. Por ese motivo casi todas las familias al no tener cuarto de invitados, como tenemos ahora, tenían en el comedor...UNA CAMA MUEBLE. esta para disimular el colchón, el somier y la almohada, estaba disimulada con unas "Faldillas" hechas de Cretona. Esta tela solía ser siempre floreada, solían tener un fondo rojo, azul o negro con flores estampadas que resultaba muy decorativa.

     Cuando mi amiga supo que no tenía vestido nuevo para ir a la Kermes el día de la Virgen del Carmen y dada su inteligencia...en lo primero que fijó fue en...la cretona de la cama mueble. Rauda como una centella fue en busca de su madre (que todo hay que decirlo debía de ser una santa, la mía no hubiese aceptado en trato), le dijo:

-Mamá, ¿me das las faldas de la cama mueble para hacerme un vestido?

     La buena señora dijo que sí y que sentía mucho no haber podido camparle un vestido nuevo. Piluca se puso manos a la obra, cogió la tela, la cortó a sus medidas, pero le faltaba un poquito para el canesú y los bolsillos. Como ya tenía la venia de su madre, se fue en busca de algo rojo que era el color predominante de la Cretona y, ¿Qué encontró? Pues un par de servilletas rojas.

     Me contó que además cerro el escote con un cordón hecho también por ella y al final...le quedó un vestido precioso.

     No quedó aquí la cosa, pues cuando llegó con sus amigas al baile, el ambiente era de lo más fenómeno. Allí estaban Carmen Sevilla, Lola Flores y mucha gente conocida de aquellos tiempos, pues iban a elegir a la Miss de las fiestas. Estando ella bailando, se acercó Perico Chicote y le dijo:

     -Señorita, apúntese que vamos a elegir a la Miss y usted es muy guapa. Su compañero de baile también la animó, pero ella dijo:

     -Si se entera mi padre que me cogen Miss, me da una zurra...

Así eran aquellos tiempos. Teníamos respeto al padre, a la madre que nos pario. Después al marido, ahora a los hijos. ¿Tendremos que temer también a los nietos?

     Piluca no fue Mis por miedo a su padre. Yo no fui a la Kermes porque no tenía vestido que ponerme...

Una frase que no va con mi amiga.


LA OCIOSIDAD, COMO EL MOHO, DESGASTA MUCHO MÁS RAPIDAMENTE QUE EL TRABAJO.

                      Benjamín Franklin.









    

16 comentarios:

  1. Demasiada dependencia malogró lo que hubiera sido un reconocimiento a su labor como modista. ¿Quién sabe?
    Un abrazo.

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    1. Pues fíjate que a lo largo de su vida siguió con la misma afición.
      Un fuerte abrazo Alfred.

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    1. Lo ha sido y lo sigue siendo, aunque ahora, como somos mayores cosemos menos.
      Un beso Susana.

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  3. Muy bien por tu consuegra! Ese carácter le habrá servido para su vida, imagino que con los años habrá podido ingeniárselas para salir de la tutela familiar y lograr sus propias cosas, muy linda historia, Ma de los Angeles, un abrazote!

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    1. Ha sido y sigue siendo muy habilidosa y no solo en la costura sino en muchas cosas más.
      Un fuerte abrazo María Cristina.

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  4. Genial lo de tu amiga, yo también he convertido en diferentes ocasiones "telas" de otra utilidad en roa: de unas cortinas que ya no usaba les hice a mis hijas, siendo pequeñas, unos vestidos, de una colcha de cuna muy bonita que tampoco utilizaba ya le hice otro vestido a una de mis hijas y el colmo de los colmos es que con camisas de mi marido que ya no usaba me hice unos blusones premamá estando embarazada que me quedaron geniales, creo que tengo alguna foto mía con uno de esos blusones que igual te la enseño por messenger, la de mis hijas lo tengo prohibido pero también tengo fotos con sus vestidos reciclados.....las mujeres de nuestra edad hacíamos cosas que ya no hacen las de ahora.Besicos

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    1. Ya he visto tu labor y veo que te quedó muy bien, tambien tu estando a pocas horas de dar a luz estabas estupenda.
      yo tambien les he hecho a mis hijos pantalones de las perneras de los de su padre y es que las mujeres de antaño erramos muy apañadas.
      ¡Ya nos toca descansar!
      un besito Charo.

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  5. ¡Me acuerdo de aquellas camas! jajajajaja..En casa teníamos una con esas faldillas que dices. Creo que las hizo mi madre, que era muy apañada. En aquellos años las cosas eran así, y a falta de dinero para comprar caprichos, pues se desarrollaba mucho más la creatividad. Muy bueno el relato.
    Un abrazo grande, Mª Ángeles

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    1. Creo que en todas las casas de los años 40 teníamos cama mueble, unas veces por si llegaba algún invitado del pueblo, otras, para que durmiera alguno de los hijos, casi siempre el mayor que quería ser más independiente. El caso es, que la cama mueble era muy útil.
      Un fuerte abrazo y un beso querida Rita.

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  6. En tiempos difíciles recursos inteligentes, lo malo fue que se quedo la cama mueble al descubierto.
    Un abrazo.

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    1. Cierto Matías, pero mi buena amiga se lució en la Kermes de aquellos años.
      Un fuerte abrazo.

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  7. Tu consuegra es más apañá que un jarrillo de lata -como decimos por aquí.
    Eran tiempos difíciles, y al no haber tele en muchas casas, las familias a veces tenían más hijos de los que podían mantener. ¡Por cosillas que se hacen cuando uno está aburrido!
    Un fuerte abrazo, María de los Ángeles.

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    1. Tienes mucha razón amigo Manuel, siempre lo ha sido a lo largo de sus años, ahora ya está jubilada y disfruta, auqneu solo sea del telefono...
      Un abrazo bien fuerte

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  8. Hola Mª Angeles, en mi casa también teníamos una cama de esas en el comedor:), tu amiga Piluca tenia unas manos de oro y un ingenio magnifico, lastima que por el miedo no se presentase, antes era lo que había mucho miedo a los padres, hoy en día los niños digamos que se ríen de ellos y el respeto nulo.

    Besos.

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  9. Es raro la casa que no tenía una cama mueble en aquellos años. Nosotros, casi todos los madrileños que conozco, la teníamos en el comedor, por aquello de cuando llagaban familiares del pueblo...¡Que tiempos!
    A pesar de todo, eran muy buenos.
    Un besito Piruja.

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