lunes, 24 de enero de 2022

Una "bellota" en la cabeza...

     Antes de contar esta fábula de Don Félix María de Samaniego, contaré una anecdota que le ocurrió a uno de mis hermanos. Esto ocurrió allá por los años 40. Ni el hipódromo estaba como ahora, ni los medios de comunicación tampoco, mucho menos la seguridad, pues por aquel entonces mandaban, en este caso a mi padre y sus compañeros de servicio  allí. Más de una ver se llevó a mi hermano mayor con él. Como iban otros hijos de compañeros de mi padre, los niños se entretenían en coger bellotas, ya que en ese sitio había muchas Encinas. Tiraban piedras para que cayesen las bellotas, y caían bellotas pero muchas de las piedras se quedaban en la Encina...y una de ellas (la piedra), cayó con tan mala fortuna que fue a parar a la cabeza de mi hermano. No solo le hizo un chichón, sino que le tuvieron que vendar la cabeza al pobre...pero el venía contento porque traía muchas bellotas para sus hermanos, lo cual que, estaban muy amargas, pero mamá las cocía con anises y nos sabían muy ricas.

     Dicho esto, paso a contar la fabula de Samaniego que nació en 1745 y escribió muchas fabulas todas ellas con su moraleja: esta se titula...El labrador y la Providencia.

     Un labrador que estaba trabajando en sus campos, obligado por el calor y la fatiga, se paró a descansar y se sentó debajo de una encina.  Allí, recostado en el tronco del árbol, contemplaba agradecido sus campos y los frutos y verduras que éstos le daban; melones, calabazas, pepinos, tomates, naranjas...Sin embargo, para sus adentros reflexionaba y se preguntaba por qué la Providencia había puesto la bellota, que es el fruto de la encina, en un sitio tan alto, inalcanzable y bonito. "¿No sería mejor que los melones y calabazas colgasen también de los árboles? así no me tendría que agachar a recogerlos...," 

     Mientras estaba enfrascado en sus pensamientos, una bellota cayó del árbol repentinamente y le dio en la nariz. Entonces se dijo: "¡Caramba! Si en vez de una bellota me hubiese caído un melón o una calabaza, me hubiera quedado sin cabeza. Pero como ha sido una bellota, me duele un poco la nariz, pero sigo vivo". 

     Y es que la naturaleza, como demuestra esta fábula, es sabia, y siempre nos recuerda que todo en este mundo cumple una función y tiene un  propósito. Así que, en lugar de intentar cambiarlo, deberíamos pensar en como sacar el mejor provecho de todo aquello que nos rodea.

     

 

21 comentarios:

  1. Buena fábula que desconocía.Samaniego nació en Laguardia un pueblo precioso cercano al mío y que conozco bien, pertenece a Álava.Besicos

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    1. En la biografía de Samaniego aparece com o nacido en Álava, pero quizá tengas tu razón y en realidad nació en Laguardia, ya que tu eres de un pueblo cercano.
      Este hombre escribió muchas fábulas, se notaba el talento que tenía. Seguro que buscaré más.
      Besitos querida Charo.

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    1. Mucha razón tienes querida Susana. Pero mi pobre hermano llegó a casa con la cabeza vendada. Eso si, nos trajo muchas bellotas.
      Un beso

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  3. Pobre tu hermano con su chichón pero feliz con sus bellotas! Y muy buena la fábula de Samaniego, todo un ejemplo, gracias Ma de los Angeles, un abrazote!

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    1. Mi hermano llegó a casa sin llorar y eso que tendría unos 7 años, pero venía muy contento con sus bellotas, que ya sabes que en aquellos tiempos todo lo que fuese comida venía muy bien.
      Como digo anteriormente, Samaniego dedico su talento a escribir fábulas y los hizo muy bien.
      Un abrazo María Cristina

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  4. Esas fábulas tienen mucho sentido común, ya sabes...el menos común de los sentidos.
    Un abrazo.

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    1. Menos mal que Samaniego nació mucho antes que nosotros, si no diríamos que le inspiro mi hermano la fabula.
      Un abrazo Alfred

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  5. Me han encantado tanto la fábula y su moraleja, como la historia que cuentas de tu hermano, al que me lo imagino con su cabeza vendada pero, con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja, de alegría, por su saco de bellotas.
    Preciosa entrada...Como es normal en ti.
    Un fuerte abrazo, amiga.

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    1. Cierto amigo Manuel, mi hermano, a pesar de llegar con la cabeza abierta no perdía su sonrisa de saber que nos traía bellotas para dar y tomar. Pues ya sabes que en aquella época comíamos de todo y mucho mejor si era gratis...
      Un fuerte abrazo

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  6. Muy buena la fábula. Menudo golpe se dio tu hermano, y encima las bellotas amargas, pero con azúcar y anises riquísimas. Besos.

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    1. Pues si amiga Teresa así nos las hacía mi madre. Mi pobre hermano, aunque que traía la cabeza abierta, llegó muy contento pues nos traía la merienda.
      Un beso

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  7. Extraordinaria Fábula, Maria de los Ángeles.
    La desconocía por completo. Quizás debería leer algún libro de este sabio Samaniego.
    Buen fin de semana.
    Abrazos.

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    1. Nuestro amigo Samaniego escribió muchas fábulas y todas son muy amenas.
      Que tengas tu también muy fin de semana.
      Un fuerte abrazo amiga Mónica

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    2. Hola María De los Ángeles. Pues sí tenemos el fabuloso Samaniego y lecturas divinas para disfrutar.
      Un abrazo con cariño y feliz fin de semana.

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  8. que bien escribe la felicito No tiene miedos y vuela

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    1. Gracias Mario, pero esto que he escrito es una fábula de Samaniego, luego las felicitaciones van para él.
      De todas manera te agradezco tus palabras.
      Un saludo

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  9. Excelente reflexión, todo tiene un propósito. Un abrazo grande y cuidate mucho.

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    1. Gracias Bienaventurada. Dios todo lo hizo por algo.
      Procuro cuidarme hazlo tu tambien.
      Un fuerte abrazo amiga.

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  10. cuanta razón llevas Maria De Los Angeles ,curiosamente lo mejor lo tenemos al alcance de la mano pero es tan sencillo que nos es complicado comprenderlo asi sabio es el silencio ,fuerte el viento y útil la luz ...persistir es dar con la respuests pero nos cuesta trabajo y como el labrador se vió abocado al susto y comprendió que pudo serle peor...siento lo que le pasó a tú hermano seguro le valió de experiencia , gracias por este relato donde la reflexión es un arte... , mis saludos , feliz domigo y un abrazo . jr.

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  11. De lo que le pasó a mi hermano ya hace muchos años. Yo lo recuerdo muy bien porque era mayor y recuerdo que...nos vino muy bien la bolsa de bellotas que traía, aunque el pobre, con la cabeza abierta.
    Un saludo Jose Ramon

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