Hoy nos vamos a sentir un poco niños y vamos a ver lo que le pasa a este Ciervo con el León y no nos dejemos atrás al Zorro, que también está en el cuento.
No nos podemos fiar de nadie. Y si no veamos lo que le paso a uno de nuestros amigos. No digo a cual, para no quitar el poco suspense que hay en este cuento que creo que es de nuestro muy querido amigo, el maravilloso Esopo.
Así que sin preámbulos vamos con el cuento:
Estaba el león enfermo en una cueva, y dijo a su amigo el zorro:
-Si quieres que me cure, ve a buscar al ciervo y tráelo aquí que me muero de ganas de devorarlo.
El zorro obedeció y encontró al ciervo saltando por el bosque.
-Traigo buenas noticias. El león nuestro rey esta próximo a morir y ha pensado en ti como su digno sucesor. Ven y él mismo te lo contará- le dijo.
Hinchado de orgullo e ignorante de lo que le esperaba, el ciervo se fue hasta la cueva real donde el león se le echo encima, pero le rasgó solo una oreja y el ciervo huyó veloz.
-¡Encuentra una nueva astucia y tráemelo aquí!!- le dijo rabioso el león al zorro. Éste corrió y, cuando dió con el enfadado ciervo, le dijo:
-¿Así tan tímido y vil eres? ¿Que te ha hecho el león? Te ha cogido por la oreja para darte instrucciones sobre tu próximo cargo. ¡Y tu no soportas ni el rasguño de una pata debilitada! Ahora se propones elegir rey al lobo...Ve y no temas nada. Tu tienes que ser el rey.
Cayendo una vez más en la trampa, el ciervo regresó a la cueva del león que, esta vez tuvo su comida.
Este cuento nos enseña que no hay que permitir que el ansia de honores perturbe nuestro buen juicio.
Una frase, que por supuesto, no es mía.
EL HOMBRE NUNCA SABE DE LO QUE ES CAPAZ HASTA QUE LO INTENTA.
Autor. Charles Dickens.
No conocía la historia. A muchos los engañan así. Un beso
ResponderEliminarEs cierto Susana. Aunque nos cueste creerlo.
EliminarUn beso.
Pobre ciervo, me ha dado mucha pena... y pensar que hay tantos astutos sueltos que pueden engañar con facilidad a cualquiera.Besicos
ResponderEliminarEl ciervo era muy simple, solo hacía saltar y correr. Pero hay otros que son muy astutos como el caso del zorro que además era un "pelota"
EliminarBesitos querida Charo
La ambición ciega lleva a estos destinos, muy buena la fábula, Ma de los Angeles, un abrazote!
ResponderEliminarA unos los ciega y a otros los engañan.
ResponderEliminarUn abrazo querida María Cristina.
Querida María de los Angeles, un buen cuento con una gran lección, así es el orgullo y la codicia no nos llevan a nada bueno. Un abrazo
ResponderEliminarHola Bienaventurada, te he recordado muchas veces, pero por mas que lo intentaba no me salias. Ya sabes hay que retroceder y yo no sabía hacerlo. Pero bueno, el caso es que ya nos podemos comunicar.
EliminarReferente a los orgullosos y a los codiciosos, peor para ellos pues no llegan a ninguna parte.
Con todo mi cariño recibe un gran abrazo.
Un cuento muy bueno y que nos da una lección.
ResponderEliminarAbrazos.
Así es querida Conchi. Hay veces que ya no se que poner. Me alegro que os haya gustado.
EliminarUn fuerte abrazo
cada vez que lo leo aprendo mas
ResponderEliminarGracias
Besitos reina
Muchas gracias Recomenzar.
EliminarAunque no soy tan lista como tu, pues a veces no se que poner, hago lo que puedo.
Un beso para ti también
es cierto hay muchas cosas que no sé y con tus letras maravillosas aprendo
ResponderEliminarEres un ser increíble en un mundo torcido por las guerras
Te dejo abrazos escritora
Gracias por tan bonitas palabras hacia mi, pero no creo que pueda enseñar mucho a quien escribe tan bien como tu querida Recomenzar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
No está mi comentario anterior.
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