Algunos Reyes además de golfos, eran asesinos. No hay que ver más que lo que he leído ultimamente.
Resulta que al " buen Rey Pedro I", si ese que le llamaban "el cruel" y que digo yo, que por algo sería, le dominaba la codicia y la lujuria. Se sabe que no era muy atento con las mujeres. Se casó con Blanca de Borbón y al poco tiempo la abandonó y encerró para poder mantener su romance con María Padilla. Mas tarde se volvió a casar, con Juana de Castro.
Este rey dió muerte a un cura junto a las tapias del convento de Santo Domingo sin que se explicaran los motivos.
Había llegado a oídos del rey la fascinante belleza de una doncella, este quiso verla y poseerla. Cuando la joven se enteró, huyó escondiéndose en unas grutas. Contaríado el rey por esta desaparición, regresaba al Alcazar cuando se le apareció UNA SOMBRA en un lugar cercano al convento de Santo Domingo. Vió con sorpresa que la figura no era HUMANA, contrariado pregunta. ¿Quien eres y que deseas? -Sigueme, si te atreves- le contestó la aparición. Caminaron juntos hasta el pozo de Santo Domingo y allí hablo la sombra:
-AQUÍ EN ESTE LUGAR ME ASESINASTE AL RECONOCERME COMO CLERIGO QUE IMPIDIÓ QUE COMETIERAS SACRILEGIO CON UNA MONJA DE CAUSURA. HOY COMO AQUEL DÍA, OCUPA TU MENTE OTRA AVENTURA AMOROSA. DESISTE DE ELLO PORQUE TUS DÍAS ESTAN CONTADOS...La sombra le enseña algo y dice: ¿RECONOCES ESTE PUÑAL? CON EL ME DISTE MUERTE : ES EL MISMO QUE TU HERMANO UTILIZARÁ PARA ASESINARTE Y SERÁS "PIEDRA DE MADRID"
Este vaticinió se cumplió, fue asesinado por Enrique II y enterrado en el convento. Sobre su tumba se colocó su estatua orante. Ya era PIEDRA DE MADRID.
Hasta mediados del siglo XIX estas piedras estuvieron en el portal del número 6 en la cuesta de Santo Domingo.
El pozo de esta leyenda se conserva aún en el número 3 de la calle Campomanes.
Sorprendentes historias nos cuentas.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Para que te entretengas un poco. ¡¡Claro que a ti no te hace falta!! Ya te entretienes tu solito.
EliminarUn abrazo amigo Alfred.
Muy impresionante. Un beso
ResponderEliminarEs seguro que si. Gracias querida Susana.
EliminarUn beso.
Una leyenda impresionante, Ma de los Angeles! Gracias por traerla, un abrazote!
ResponderEliminarPués sí que es una leyenda de las no se olvidan querida María Cristina.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Pues vaya con el rey Pedro I "todo un angelito".
ResponderEliminarAbrazos.
Ya lo creo y su hermano no era mejor que el.
ResponderEliminarUn abrazo querida Conchi.
No conocía esta leyenda del "Prenda", en Madrid.
ResponderEliminarLo que si se seguro de él, que según la tradición iba matando por todas partes y lo curioso que siempre era por asunto de faldas...En Sevilla, y de momento, ya tengo localizado cinco "asesinatos" como tu lo llamas, y de los que pienso que la mayoría de ellos son leyendas tejidas por el vulgo, aunque haya alguna que tenga algo de cierto, lo único que tengo claro es que era un mujeriego que se aprovechaba de su poder.
Tengo tres de ellos ya publicados, y que si un día estás aburrida o tienes tiempo , los puedes ver con los títulos de Doña María Fernandez Coronel, La torre de la cita, y La Cabeza del Rey D. Pedro, en el apartado de "Leyendas y Tradiciones sevillanas".
Perdona, que esto que te cuento no es por hacerme publicidad, si no porqué se que a ti te gustan estos casos.
Un fuerte abrazo.
Hola amigo Manuel, por un lado me alegro de que no conocieras este suceso acaecido en Madrid, por el otro, te diré que no me acuerdo cuando mencioné en esta tu casa, la cabeza del Rey D. Pedro y leí las tras dos que mencionas que también son tuyas y que voy a volver a leer y con tu permiso las pondré en mi blog.
EliminarYa veo que este "Angelito" iba haciuendo de las suyas por donde pasaba y que tambén pasó por Madrid.
Te mando un fuerte abrazo y que sigas deleitandonos con tu buen hacer tanto en tu blog como en comentarios.
Tampoco conocía esta leyenda, que mucho de ella seguro que era verdad. Gracias que ya no quedan reyes así. por lo menos a nuestro rededor. Besos.
ResponderEliminarEste buen hombre creo que fué a Sevilla y allí hizo tambien lo suyo. Suerte hemos tenído de librarnos de esos "reyezuelos". Ya sabes que las leyendas, aunque no sean verdad, tampoco son mentiras, siempre hay algo detras de ellas.
EliminarUn beso querida amiga Teresa.