Hoy le voy a dedicar esta entrada a mi buena amiga Elisa, es mi farmacéutica preferida y siempre que voy me recibe muy amablemente, además le gusta mucho viajar y para que no se encuentre con un caso como este.
Este caso es veridico:
Ocurrió una mañana de invierno, una de las azafatas del avión que hacía la ruta de Londres.Chicago, se dirigia por el pasillo del avión hacia la cabina de mando despues de atender a los pasajeros. Se acercó a uno de los pilotos y le informó que la cabina de descanso estaba libre. Entonces el hombre se levantó y se marchó a dormir un rato.
Cuando el piloto entró en la pequeña cabina estaba totalmente oscura, pero al apoyar una mano en una de las literas notó un bulto. Había alguien durmiendo, pero la azafata le había comunicado que la cabina estaba vacía. Alumbró con una linterna de bolsillo hacia la cama y observó con sorpresa que había una niña de unos 5 años tumbada en la litera. La arropó con la manta y sin hacer mucho ruido salió de la habitación y cerró la puerta.
Al momento fue a bucar a la azafata y le contó lo que había sucedido. Esta, le dijo que era imposible porque no iban niños en ese vuelo. El piloto no se lo podía creer, el había tocado con sus propias manos el cuerpo de la pequeña.¡¡ Incluso notó su respiración mientras dormía !!.
Entoces la azafata con cara de preocupación le dijo: -¿Ve usted esa pàreja allí al fondo? ¡La ve? -repetía, dirigiéndose con la cabeza, hacia una joven pareja con los rostros pálidos y demacrados.
Sí, si, por supuesto que los veo...afirmó el piloto. ¿Pero que tienen que ver ellos en la historia? Pregutó con cara de intriga.
Se dirigen al entierro de su hija, ella va avajo en un ataud. junto al resto de mercancias...contestó ella.
El piloto se quedó pálido al escuchar la noticia y salió corriendo a la cabina donde vió a la niña. Alli no había nadie. Se acercó al baño a refrescarse la cara y al mirarse en el espejo se dio cuenta de que había escrito algo con un pequeño dedo, decía:
Grcias por arroparme...
Què bonito. Un beso
ResponderEliminarMe hace ilusión que yte haya gustado. Un beso
EliminarUna historia alucinante, Ma de los Angeles, y tenía que ser en el cielo! Un abrazote!
ResponderEliminarMuy bien que haya sido cerca del Cielo María Cristina.
EliminarMuy apropiado para el fin de octubre.
ResponderEliminarMe has dejado de aquella manera. ;)
Un abrazo.
Me parece muy bien que sea un relato para finales de octubre.
EliminarEspero que te hayas repuesto.
Un abrazo amigo Alberd.
A mí también me han dado escalofríos, pero me ha gustado. Besos.
ResponderEliminarMe parece muy bien que después de los escalofríos te haya gustado.
EliminarUn beso amigaTeresa
Un relato interesante, sobre todo el desenlace.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarseguro que le pasó lo mismo que a ti al piloto. Aunque también le dieran escalofríos, seguro que dejó el pilotaje a algún compañero.
Pues no debía de tener ánimos para llevar un avión.
Un besito querida Charo y no te asustes.
Me gusta mucho que te haya gustado, amigo Matías.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué disparate!!! Se me han puesto los pelos de punta. Qué cosas pasan!!!
ResponderEliminarBuen finde y un abrazo.
Nada de disparate, hay misterios sin resolver, pero este está resuelto.
EliminarY si no preguntaselo al piloto.
Que estés pasando tu también un buen fin de semana.
Un abrazo querida LOBEZNA.
Si a mi ya me daba miedo montar en avión, de hecho no me he montado en ninguno jamás, imagínate ahora después de lo que has contado ¡que yuyu!...yo soy el piloto y me tiro en paracaídas al momento.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga.
Creo que ya en alguna ocasión te he dicho que yo tampoco he viajado en avión (y jamas viajaré).
EliminarNo me extraña que te de un poco de yuyu.
Espero que estés pasando un buen fin de semana, yo en casita que es donde mejor se está.
Un abrazote muy grande Manuel.