viernes, 7 de octubre de 2011

El amor y la pareja

Cuenta una vieja leyenda de los indios sioux, que una vez, hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente de los jóvenes guerreros y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
-Nos amamos...empezó el joven.
-Y nos vamos a casar- dijo ella.
-Nos queremos tanto que tenemos miedo...Queremos un hechizo, un conjuro o un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos...Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de nuestra muerte.Por favor-repitieron- ¿Hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, esperando su palabra.
Hay algo-dijo el viejo-pero no se...es una tarea muy difícil. -No importa-dijeron los dos. Lo que sea ratificó Toro Bravo.
Bien-dijo el brujo- Nube Alta, ¿Ves el monte al norte de nuestra aldea? deberás escalarlo sola y sin más armas que una red en tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena, ¿comprendiste? La joven asintió en silencio-Y tú, Toro Bravo, deberás escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás a la más brava de todas las águilas. Solamente con una red deberás atraparla y traerla para mi, viva. Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron para cumplir su misión.
El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares.
Y ahora, que debemos hacer? preguntaron los jóvenes.
Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esta cinta de cuero. Cuando estén atadas, sueltenlas para que vuelen libres.
Ellos hicieron lo que les fue ordenado, y soltaron a los pájaros. El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos. Minutos después irritadas por no poder volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.
Entonces el viejo dijo: -Jamás olviden lo que están viendo. Ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados el uno al otro, aunque fuera por amor, no solo vivirían arrastrándose si no también, más tarde o más temprano, comenzarán a lastimarse el uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados.

¿Como se os ha quedado el cuerpo después de leer esta leyenda, que no se el tiempo que lleva en mi cabeza?
Yo creo que la sabía hace mucho tiempo pero...no la practiqué... pero tampoco me pesa.
!!!! Que todo el mundo pase un buen fin de semana¡¡¡¡¡

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