Hoy voy a dedicar mi entrada a los futuros médicos que están estudiando en la Facultad y son compañeros de mi vecina Vicky. Ahora los puedo tutear, pero dentro de unos años, les tendré que hablar de usted, ya que serán unos magníficos doctores.
Ahora permitirme que os hable de tu a tu y os cuente una historia que creo que es verdadera, pero no lo puedo asegurar...
Resulta que como todos sabéis hay quien hace la carrera "de pasillo", o sea,dando coba a los profesores (estoy segura que vosotros no), el protagonista de mi historia, no valía ni para eso pero tenía un padre...que si.
Este señor padre, era un cacique que tenía muchas agarraderas y un hijo que el pobre maldita la gana que tenía de estudiar medicina. El padre se empeñó y, el pobre muchacho fue a la universidad.
Según creo "terminó" la carrera después de 7 años y como la verdad es que aprendió muy poco, el padre se fue en busca del catedrático, que era amigo suyo, y le dijo que hiciera algo con su "niño" a fin de que tuviera el título.
El catedrático buscó una solución, pues el "nene" se iba a casar con una señorita muy importante y tenía que ser médico como fuera. Cogió al "doctor" y le dijo:-Mira, te vamos a instalar en un pueblecito de la sierra, es muy pequeño, pero así te vas entrenando, solo tienes que hacer una cosa: A todo aquel que visites le recetas: UNA LAVATIVA Y QUE LE CORTEN EL PELO.
El muchacho se instaló en el susodicho pueblo, que dicho sea de paso, estaban todos mas sanos que un manzana, y la verdad es que tenía poco que hacer.
Fue pasando el tiempo. Se casó. Tubo 3 niños y era la mar de feliz. Un día, después de varios años, aparecieron por el pueblo unos señorones que iban de cacería, pues habían levantado la veda de la perdiz. Todo el mundo estaba feliz y contento, cazaron mucho, tomaron aire puro, se pusieron coloradotes los señores de la Capital...en fin que se lo pasaron de maravilla. Como toda reunión o celebración que se precie...se hizo una comida extraordinaria con varias perdices de las que habían cazado. Estando en plena comida, a un señor mayor de la comitiva, comiendo se le atascó un hueso de la riquísima perdiz estofada que había cocinado para tal fin la mujer "del Eusebio".
El pobre hombre se estaba poniendo colorado y azul a partes iguales, todos estaban asustados pues el hombre no podía apenas respirar, uno de ellos mandó que fuera un médico rápidamente y, claro está, tuvo que ir nuestro amigo que sabía de medicina menos que yo, que ya es decir.
Nada más llegar y ver al anciano que apenas podía respirar dijo: UNA LAVATIVA Y QUE LE CORTEN EL PELO. En ese momento el hombre hizo: Puuuaaafff y le salió el hueso que tenía atascado en la garganta y empezó a reír...la gente que le rodeaba se quedó impresionada y no sabía que hacer. Este señor que casi se ahoga, era el catedrático que le aprobó con tanta ligereza...pero al fin y al cabo...le salvó la vida.
!Chicos¡...hoy...mañana doctores, que seáis buenecitos, estudies mucho y...también tenéis derecho a zanganear un poco de vez en cuando. No hay que exagerar. Espero noticias vuestras...
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