¡¡¡Que día!!!

Yo me prometía un día maravilloso de viernes. Había quedado con mi amiga Engracia en la Basílica de Jesús.
Nada más llegar a la Glorieta de Atocha, veo con pena y rabia, que estaban cortando la calle de Atocha una panda de desocupados. Digo desocupados, porque encabezaba, lo que querían llamar una manifestación, un grupo de mujerucas desharrapadas de las que ya no hay, y los hombres que las acompañaban ídem de ídem. A la cabeza los hermanos Barden y su señora madre. La "pobre" no quiere que suban el IVA `porque  le subirían mucho los impuestos de un  pisazo que tiene al lado del Retiro que vale un fortunón, pero no puede dar una ayuda a quien la necesite.
Yo seguí hacia mi destino pues ellos solo se metían con los que iban en sus coches de fin de semana, a ellos les cortaban el paso. Con esto consiguieron que mi amiga llegara tarde `pues el autobús tampoco caminaba a su ritmo.
Después de comer fuimos a ver una exposición en Caixa Forum, que por cierto nos gustó mucho, era de Piranesi.
Cuando decidimos marcharnos para casa nos metimos en la estación, Engracia para ir en metro y yo en cercanías. Nada más entrar, vemos que en cada control de entrada a los trenes hay un policía, y detras varios guardias de seguridad de RENFE.  Nos despedimos con un poco de precaución, mi amiga me dice que coja el metro pero como son muchas estaciones, además de dos transbordos, desisto a sí que cada una por su lado nos vamos a casa.
Cuando voy a meter el billete le pregunto al policía que si puedo pasar y me contesta afirmativamente, y cuando llego al anden el indicador me dice que faltan quince minutos para la salida. Yo tranquila.
Normalmente mi tren sale de la vía 3, hoy dicen que sale de la 4, llega el tren, nos montamos, esperamos y cuando faltan 5 minutos para la salida, nos dicen que a la vía 3. Salgo todo lo rápido que mis años me permiten y me coloco bien sentadita a esperar que salga el tren. En ese momento, una joven que está cerca de mi, dice. ¡ Oh! no, todos miramos al indicador que anuncia que otra vez a la vía 4. Subo al tren y en este momento suena mi móvil, es mi hijo y me pregunta que donde estoy, le cuento la odisea que estamos pasando y quiere ir a buscarme porque lo que ocurre es que hay huelga de trenes....Ufffff. Le digo que no aunque él dice que me espera en mi estación cundo llegue. En ese momento vuelven a decir que otra vez a la vía 3. La gente ya más nerviosa con maletas, niños y con mal humor. vuelven a salir corriendo, yo entre ellos. Pero aquí ya no tengo tanta suerte.
Un señor ques ale corriendo con un maletón de campeonato, yo que tambén salgo corriendo, los dos nos atascamos en la puerta  y...me da un golpe sobre el fémur derecho que...el dolor no me deja ni respirar pero como puedo me voy hacia el tren, tengo la suerte de poder sentarme. Tanto el señor que me dio el golpe como otras personas estuvieron atendiéndome, les dije que no pasaba nada y ahí quedó todo, pero...al llegar a Coslada...ya no podía ni moverme, ¡¡¡Que dolor!!!
Resumiendo.
Fueron los de seguridad  por mi y dos hermosos jóvenes "Seguratas" como les decimos con simpatía, me llevaron hasta donde estaba mi hijo esperándome, que al ver como me sacaban se asustó un montón. La cosa  no tiene importancia, he estado todo el fin de semana de reposo y ya casi no me duele.
A los de las huelgas les diría que se fuesen a la Zarzuela, a la Moncloa, a Las Cortes, a casa de los diputados a protestar y que dejen de hacer la puñeta a los que no tenemos culpa alguna de lo que ocurre y que somos los que pagamos el pato.