miércoles, 19 de junio de 2013

Una leyenda de Madrid

Los que me seguís sabéis el amor que siento por mi querido Madrid. Aprovecho todas las ocasiones para hablar y disfrutar de el.
La plaza de Pontejos está situada en pleno centro y todas sus tiendas son exclusivamente de mercería. Allí encuentras de todo y a las que nos gusta coser, bordar o hacer trabajos manuales, ese es nuestro punto de encuentro.
Ayer por la mañana aparecí por allí, pues necesitaba unas hombreras y unos remates...Bueno el caso es que aproveché para darme una vueltecita por lo que llamamos el "viejo Madrid". Fui a la Plaza de la Villa para recordar donde estaba el antiguo Ayuntamiento, no tuve más remedio que pasar por la calle Sacramento. En ese momento recordé una leyenda que os voy a contar...es de mucho miedo...
Cuenta la leyenda, que en la calle Sacramento, cerca de la calle del Royo en Madrid, que una desapacible noche, el guardia de Corps don Juan de Echenique, caminaba por la calle Sacramento, cuando una voz de mujer proveniente de un balcón llamó su atención. El apuesto caballero no se lo pensó dos veces y atravesó el umbral, subió la escalera y accedió a la lujosa casa donde encontró a la desconocida dama y pasó con ella una gran noche de amor.
Horas después, medio adormilado, el reloj de la iglesia de San Justo le recordó que debía volver al Palacio Real para el relevo. Salió con prisa del edificio y a la altura de la calle Mayor se percató de que había olvidado el espadín en el salón de su amante.
Regresó sobre sus pasos y al llegar a la puerta descubrió que la lustrosa casa lucía entonces un aspecto abandonado, un vecino salió a la ventana y le informó de que en esa casa no vivía nadie desde hacía más de cincuenta años.
Ignorando al informador, Juan de Echenique forzó la cerradura y accedió al lugar donde horas antes había yacido junto a su amante. Sin embargo se encontró un escenario muy diferente: muebles tapados y cubiertos de telarañas y suciedad.
De pronto, reconoció un cuadro que ilustraba un retrato de la mujer con la que había pasado la noche. La fecha no dejaba lugar a dudas, fue pintado hacía más de cincuenta años. En ese mismo instante, abandonó la casa no sin antes descubrir su espadín...ya mugriento y oxidado.

Espero que podáis dormir bien esta noche...

10 comentarios:

  1. La verdad que la historia da un poco de "repelus"....me encantan todas las historias que cuentas.Mi padre que era madrileño nunca me contó ninguna.besotes

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    1. Hola Charo, no todos los madrileños se preocupan de estudiar las magníficas historias que tenemos de Madrid. Yo soy una apasionada de ellas y mucho más de mi querido "pueblo".
      Como se que te gustan estas cosas, pienso seguir asustándote.
      Un beso

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  2. Gracias por pasarte por mi blog personal, esto me ha dado la oportunidad de conocer tus relatos y este me gusta... Por cierto la historia de "los hippies" me ha impresionado y es que conozco algún caso parecido y la verdad que estas mujeres que saben cuidar de sus mayores aún que estos no se lo merezcan toca el corazón. Un saludo.

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    1. Gracias a ti también por la visita. Espero seguir contando cosas que te gusten.
      Como bien dices, todas las personas que cuidan de sus mayores son dignas de admiración.
      Un saludo afectuoso

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  3. Que historia más increíble, como me ha gustado, yo que vivo en Madrid, intentare buscar la casa, seguro que es un sueño abandonado, y un palacete de la época, que no se si existirá en estos días. Magnifica tu entrada. Un beso.

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    1. Gracias por tu visita Lola. Encantada de que te haya gustado la historia. Como vives en Madrid, te puedes acercar por el sitio donde se desarrolla. Ya sabes, la calle Sacramento, está muy cerca de la calle Mayor, entre la plaza de la Villa y Palacio.
      He escrito mucho sobre Madrid. te prometo, aunque sean entradas pasadas, volver a recrearte con nuestra historia.
      Un fuerte beso

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  4. Ma.de los Angeles, no fue una visita del pasado al presente, sino un viaje del protagonista hacia atrás, lo terrible fue su sable, prisionero de aquel tiempo, escalofriante de verdad, un abrazo!

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    1. María Cristina me ha encantado tu respuesta a esta historia. Yo pensé lo mismo pero no me atreví a explicarlo, ya sabes que todo el mundo no piensa igual.
      Un fuerte abrazo

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  5. Me ha encantado la historia María de Los Ángeles. Cuando vuelva por Madrid me acordaré. Un fuerte abrazo amiga, yo ya me despido por el verano. ¡Hasta Septiembre!

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  6. Hola Pepe, gracias por tu visita. En Madrid serás muy bien recibido.
    Te deseo que pases un buen verano, ¡¡¡Hasta la vuelta!!!

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