Desde siempre nos han enseñado que "El tiempo es oro", quizá no lo hayamos sabido apreciar, pero si lo analizamos un poco, vemos que no hay nada mejor que el tiempo. Tener tiempo libre nos hace mas hacendosos, inventivos, recreativos, e incluso...cotillos. No hay nada que menospreciar, pues todo vale.
Hoy he recordado algo que me ha parecido muy bonito, además de romántico...yo soy muy romántica.
Erase una vez un rey muy apuesto y ejemplar en su comportamiento que muchas cortesanas del lugar querían conquistar, pero él sólo las veía como seres ambiciosos y frívolos.
Un día, anunció que había llegado el momento de escoger a su consorte y que la le trajese el tesoro más valioso se convertiría en su esposa y reina de todos sus súbditos.
Los salones de palacio empezaron a llenarse de ricos objetos de oro y plata, enormes piedras preciosas engarzadas en joyas incomparables, finas porcelanas jamás vistas...
Ninguno de esos presentes llamaron la atención del monarca, pero, de pronto, llegó ante él una humilde muchacha con las manos vacías.
-Mi señor, no dispongo de riquezas, lo único que puedo ofreceros es mi tiempo. Tiempo para amaros, para escucharos y respetaros. Tiempo para estar junto a vos en los buenos momentos y en los malos, dijo la joven.
Estas palabras conmovieron tanto al rey, que decidió casarse con la muchacha. Y para anunciarlo, dijo:
-Todas las damas que se presentaron ante mi intentaron deslumbrarme con bienes materiales que el dinero puede comprar. Pero solo esta joven supo ofrecerme el bien más simple y preciado: su propio tiempo.
Por eso, no lo dudemos ni un instante y regalemos nuestro tiempo a quienes más queremos.
Por supuesto que el rey y la joven inteligente se casaron. Yo fui invitada a la boda, pero no tenía que ponerme, como siempre, y me perdí tan extraordinario acontecimiento. Eso sí, les desee que fueran muy felices y...creo, vamos, estoy segura que lo fueron...
Es verdad el tiempo es algo que tenemos y que apenas disfrutamos y para cuando nos damos cuenta ya han pasado un mogollón de años y nos damos cuenta de cómo lo hemos desperdiciado.A mi también me suele ocurrir que no tengo nunca que ponerme:-(
ResponderEliminarBonito cuento....espero que no se divorcie la parejita real.Besicos
Eso espero yo también, pero ya sabes que en aquellas épocas no existía el divorcio, ¿O si?.
EliminarEn cualquier caso nunca lo vamos a saber.
Un beso Charo...Madrid está helado
Ay, el tiempo, lo tenemos gratuito y no sabemos apreciarlo hasta que se nos quita ... Besicos.
ResponderEliminarPara una cosa que es gratis no la sabemos apreciar.
EliminarSeguro que por allá arriba tenéis mucha nieve, nosotros no, pero si mucho frío.
Un besito trimbolera
Hermosa historia, Ma de los Angeles, qué pena que te perdiste la boda, estoy segura de que el rey no hubiera tenido en cuenta tu vestimenta sino valorado tu amistad, un abrazo!
ResponderEliminarSeguro que estos reyes de cuento no se fijan en los ropajes, solo en lo bueno de la gente.
EliminarUn fuerte abrazo María Cristina