Esperando que se os haya quitado el susto o la pena, como queramos llamarlo por mi última entrada llamada "El hombre del saco", voy a seguir asustando un poco ya que, como estamos en pleno concurso de los Blogs del periódico, "20 minutos", a ver si asusto a mis compañeros y me votan ( ya que quizá, sea la mayor de todos y les de pena), para que gane el primer premio. El año pasado quede en la "cola", jajaja.
Por supuesto que ellos son todos mejores que yo...Y mucho más jóvenes.
Esto es una leyenda urbana que ha caído en mis manos, me ha dado un repelús...
Es una impactante historia que le pasó a un taxista, lo cuenta así:
-Nunca olvidaré mi primera semana con el taxi. Era novato y estaba un poco nervioso, aunque feliz con mi nuevo trabajo.
El tercer día por la noche cuando ya estaba regresando a casa, vi a una enfermera haciéndome señales para que parara y la subí al taxi. Iba vestida de uniforme y parecía bastante nerviosa, pero yo no le pregunté nada. Me pidió que la llevara a la parada de metro más cercana y así me dispuse a hacerlo.
Al poco tiempo, justo cuando estábamos pasando por debajo de un puente, la enfermera abrió la puerta trasera ¡y saltó del coche en marcha! Como no iba muy rápido, pude frenar rápidamente aunque sin ver el coche que venía detrás de mi y que me dio de pleno en el parachoques.
Bajé más blanco que una hoja de papel y le pregunté al tipo si había visto a la enfermera saltar.
-¿Que enfermera? Lo único que he visto es como la puerta trasera de su coche se abría de repente. ¿Por eso ha parado en seco, no?
Insistí en el tema de la enfermera y el hombre hasta se puso conmigo a revisar el arcén de la carretera, pero allí no había nadie.
Al final hicimos el parte, él me tomó por medio loco y yo me fui a casa medio aturdido.
Aparqué y, al girar la llave para apagar el motor, miré por el retrovisor ¡¡y allí estaba ella!! Sentada en el asiento trasero y con la cara ensangrentada:
-Usted me dijo que me iba a dejar en el metro mas cercano.
-No recuerdo que pasó después porque me desmayé y me desperté al día siguiente.
A la noche siguiente los compañeros taxistas de la parada me veían muy raro, me preguntaban qué me pasaba pero a mi me daba vergüenza explicarlo.
Entonces, uno de ellos dijo en voz alta:
-Otro al que le ha tocado llevar a la enfermera. (¿)
Lagarto, lagarto...Esto lo digo yo.
Según mis informes, este pobre taxista ya no volvió a ejercer. Estuvo mucho tiempo en tratamiento Psiquiátrico.
Ma de los Angeles, son esas historias que uno ve en las películas, cuando los que se fueron no tienen paz, dicen que hay que rezar por ellos para que la consigan, vi películas sobre estos temas, nunca los viví ¡hasta ahora! No quisiera tampoco! Pobre taxista de un día, un abrazo!
ResponderEliminarA mi no me gustan las películas de estos temas, tampoco leo libros de aparecidos ni muertos vivientes, esta historia y alguna otra la he leído en una revista y me pareció interesante. Además, como no veíamos a los protagonistas no hemos pasado miedo.
EliminarComo bien dices, seguiremos rezando para que no haya almas sufriendo.
Un fuerte abrazo María Cristina
Vaya impresión y susto para el pobre taxista, nunca he vivido un fenómeno paranormal pero creo que si me pasara también tendría que ir al psiquiátrico.Suerte en el concurso de blogs.Besicos
ResponderEliminarNo me extraña que el pobre hombre dejara de ser taxi sita de por vida.
EliminarUno de mis hermanos que ha trabajado en el taxi muchos años, me ha dicho que no nos podemos imaginar las cosas tan raras que pasan a diario, lo que escuchan y lo que ven...mejor no saberlo.
Un besito Charo
Chiquilla, esto sí que es de susto ¿eh?, aunque tengo que decirte que me encanta cómo cuentas las historias. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarYa me he pasado por tu blog, como siempre precioso todo, las fotografías la música y el texto.
EliminarQue pases una buena semana.
Un abrazote Pepe
Tienes un don especial para contar historias;casi me lo haces creer.
ResponderEliminarDeseo estés bien de la bronquitis.
Un abrazo
Muchas gracias Carmen. La bronquitis ya se fue gracias a Dios, espero que no vuelva.
EliminarUn abrazo