Primer caso:
Es horrible pensar que se pueden abandonar niños, pero lo hacen sus propias madres. ¡No todas, claro está! Pero si algunas.
Hace unos días leí en una revista semanal que habían rescatado a un niño in extremis. Este angelito tiene 2 añitos y le han acusado de brujo. La creadora de una fundación danesa lo encontró por la calle a punto de morir de hambre y sed. (En Nigeria) El niño vagaba desnudo lleno de parásitos y desnutrido buscando entre las basuras algo de comer. Le dio agua y galletas, lo envolvió en una manta y lo llevó al hospital donde le eliminaron los parásitos, le curaron las heridas y le pusieron transfusiones de sangre diarias para ser recuperado. El estado de Hope (este fue el nombre que le puso su salvadora), es estable ahora.
Seguro que muchos lo sabéis pues ha salido por Internet según me ha contado mi hijo...yo, no lo sabía.
Segundo caso:
Hace más o menos 50 años que en España se celebraba el día de la madre el 8 de diciembre, día de la Purísima Concepción. Lo cambiaron al primer domingo de mayo porque un sacerdote creo que dijo que ninguna mujer se podía comparar con la Virgen María. Estoy de acuerdo.
No se si alguno de vosotros sabe los motivos de este cambio.
Un día cayó en mis manos un articulo que me dejó helada, esto fue de lo que me enteré:
Una mujer llevó a su hijo a un médico de la beneficencia porque el crío estaba malito. Lo examinaron, le dieron un tratamiento y se lo entregaron a su madre, esta dijo que no lo quería que lo cogieran las monjitas. No dio lugar a que lo pensara pues salió corriendo y allí se quedó el niño en brazos del doctor.
Este no tuvo más remedio que entregarlo a las monjas del convento para que de momento lo cuidaran.
El niño no paraba de llorar, me imagino la situación. Volvieron a llevarlo al médico, este harto ya de tantos días de oír llorar al pequeño y no encontrarle ningún síntoma raro les dijo a las monjas que no le hicieran caso a ver si callaba, o se moría. Pero nada, el nene lloró, lloró y lloró...la madre superiora no sabía que hacer pues no podían dormir de tanto como lloraba este niño.
Una monja joven a la cual le dio mucha pena de ver llorar tanto al niño, le pidió a la superiora que le diera permiso para cuidarle ella. ¡Todas las monjas respiraron!
Esta buena monja por ser mujer sintió mucha pena, se pasaba las noches paseando al niño por los corredores del convento para que las demás descansaran...el crío seguía llorando, llorando y llorando.
Una de esas noches que la monja llevaba en sus brazos a ese pobre llorón y sin saber que hacer, se fijo en un cuadro de una Madonna que daba de mamar a un niño. Se fijó, pidió perdón a Dios a La Virgen y quizá a todos los Santos por lo que iba hacer y...Se abrió el habito, saco un pecho y se lo puso al pequeñín que no paraba de llorar. Este se abrazó al pecho, puso su carita encima y...se quedó dormido.
No sabemos si hubo milagro, si el niño sacó algo, lo que si se sabe es, que nunca más lloró. Por las noches la monjita se lo llevaba a su celda, por el día le cuidaba y pasado un tiempo el niño fue al colegio, siempre supervisado por dicha monja a la que llamaba mamá. ( Tiempo después contó lo que había hecho respecto a intentar dar de mamar al niño)
Fue al instituto, después a la Universidad y un poco más tarde ingresó en un seminario y se hizo sacerdote, y...este sacerdote, fue el que nos quitó la fiesta de la madre el día de la Inmaculada Concepción.
La verdad es que su señora madre no se podía comparar con Nuestra Madre del Cielo.
Tercer caso:
Este caso me parece muy simpático. Ocurrió en un hospital madrileño y nos lo contó el Capellán en unas charlas mientras hacíamos un curso. Era un caso de los muchos que vivió el buen cura:
Una joven madre, había dado a luz tres veces y siempre dejaba los niños para que los adoptasen.
Era conocida en el hospital y tanto médicos como enfermeras la conocían y sabían que siempre dejaba a los niños.
Cuando nació el cuarto y fue a visitarla el sacerdote para interesarse por ella, le preguntó si había visto lo guapo que era su hijo. Ella le dijo que no quería verlo, como había hecho con los anteriores. Mientras charlaban el cura no cesaba de decirle que fuera con él al nido para verlo antes de que se lo llevaran.
Después de mucho insistir y ya con el niño en sus brazos, le dijo el sacerdote que le diera de mamar. Ella no quería, el cura insistía y le decía que aunque fuese una sola vez.
Tanto insistió el capellán, que la chica le hizo caso.
El niño se agarró, como hacen todos los bebés, mamó, miró a su mamá y...No pudo dejarlo, se lo llevó con ella a su casa.
¡¡No hay cosa más hermosa, que dar de mamar a un hijo!! ¡¡Verdad madres!!
Yo personalmente solo puedo decir que es uno de los grandes placeres que he tenido el privilegio de experimentar. Es un cúmulo de sensaciones dificil de describir y que te hace esbozar una sonrisa siempre.
ResponderEliminarBonitas historias que llevan a reflexionar.
Un abrazo María De Los Ángeles.
Te acordarás también de cuando empieza a salirle los dientes y de vez en cuando aprietan.
EliminarFíjate que mis hijos ya son muy mayores y todavía no lo he olvidado.
El pequeño era muy picarón, primero me miraba, después mordía, yo le enseñaba la palma de mi mano y enseguida abría la boquita de par en par, jajaja. Creo que jamás se me olvidará.¡¡Que maravillosas sensaciones!!
Un abrazote Manuela
No sé cómo alguien puede abandonar a un niño. Un beso.
ResponderEliminarYa lo ves Susana, hay quien lo hace y quizá sin ningún remordimiento.¿Podrán dormir tranquilos aquellos que se olvidan de un chiquitín al que ha parido?
EliminarUn beso
Bueno, en el último relato se me puso la piel de gallina, cuánto amor se pierden las madres que no lo son por su elección, impresionantes historias Ma de los Angeles, gracias por traerlas, un abrazo!
ResponderEliminarMe alegro que te hayan gustado.
EliminarLa verdad es que la sensación de dar de mamar a un hijo no tiene comparación con nada, esta chica lo comprobó en aquel momento. El cura también tubo su pizca de picardía y sabiduría, ¿Verdad?
Un fuerte abrazo María Cristina
Abandonar a un niño es totalmente deleznable y algo que no puedo entender.El caso del niño nigeriano ya lo sabía. Los otros casos son muy emotivos y no tenía ni idea de la causa del cambio del día de la madre.Besicos
ResponderEliminarPues ya ves mi querida Charo, todos no pensamos igual.
EliminarEs mucho peor abandónales que dalos en adopción, al fin y al cabo los adoptados en casi todas las ocasiones son queridos y sobre todo cuidados.
Un besito
Hola Mª Angeles, no soy madre pero debe ser una de las cosas mas bellas de la vida dar el pecho a tu hijo y sentir esa conexión entre madre he hijo, es duro ver como abandonan a los niños, pero también se debería saber las circunstancias del porque, la ultima historia es conmovedora y emociona.
ResponderEliminarBesos.
Si Piruja, nunca sabemos lo que ocurre en las cabezas humanas ni en cada casa, por eso no podemos juzgar a nadie, como dice la policía, sin tener pruebas.
ResponderEliminarUn besito
Ignoraba el motivo por el cual se cambió el día de la madre; gracias por la información.
ResponderEliminarDesde luego nunca se puede juzgar, pues no sabemos las circunstancias ni el estado mental de las mujeres que abandonan a sus hijos,pero son de compadecer.
Las madres que dan el pecho a sus hijos,están contentas y aunque les suponga sufrir un poco lo aguantan con valor;solo piensan en el bien del hijo.
Un beso
Gracias a ti por visitarme Carmen.
EliminarEs verdad que debe de ser muy doloroso abandonar a un hijo, como bien dices hay que saber las circunstancias, pero dejarlo a la aventura en la calle con dos añitos, está fuera de toda lógica.
Un besito
Gracias María De Los Ángeles por la información. Es una pena que haya madres que abandonan a sus hijos, pero no podemos juzgarlas porque no sabemos sus circunstancias ni el dolor que sienten. Amamantar a un hijo es un placer que sólo las madres disfrutamos. Un abrazo
ResponderEliminarDarlos en adopción o dejarlos con algún familiar, vale, pero abandonarlos en la calle o el campo a su suerte, lo siento, eso ¡jamás!.
EliminarGracias por tu visita Ana.
Un fuerte abrazo.
El abandono de un hijo debe ser doloroso al menos que no estés bien de la cabeza. Yo no soy juez de nadie, pero si soy madre y sé que cualquier cosa que se refiera a los hijos se hace muy doloroso, y no sabemos lo que habrán pasado esas mujeres antes de dar un paso tan importante y traumático. Una entrada muy interesante y dolorosa. Un beso.
ResponderEliminar¿Te imaginas un nenito con fiebre solo por la calle?
EliminarQuizá tampoco haya comido. Mientras que muchas madres sufren por que sus niños no quieren la sopa. ¿Sabes lo que pienso? ¡Que todas las madres no somos iguales!
Lo se por experiencia. Durante mi trabajo en Servicios Sociales...he visto ¡tantas cosas!
Mejor que no lo cuente.
Un besito Lola
El abandono de un hijo debe ser doloroso al menos que no estés bien de la cabeza. Yo no soy juez de nadie, pero si soy madre y sé que cualquier cosa que se refiera a los hijos se hace muy doloroso, y no sabemos lo que habrán pasado esas mujeres antes de dar un paso tan importante y traumático. Una entrada muy interesante y dolorosa. Un beso.
ResponderEliminarTu repites y a mi me gusta. Otro besito Guapa
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