lunes, 7 de marzo de 2016

En busca de los guantes perdidos

La que armaron aquellos que iban "En busca del Arca Perdida" y "El Santo Grial". Que cruzaron montes, valles, ríos y cañadas, que se comían el polvo del desierto y casi se ahogaban al cruzar los mares...Bueno pues eso no es nada para la que he organizado yo buscando unos guantes que se me habían perdido.
He empezado mirando en todos los bolsos (que no se como me las apaño, pero cada día tengo más), he mirado en los bolsillos de las prendas de abrigo, en las chaquetas, las capas...nada. Hasta he mirado en el bolso que lleva el carrito de la compra.
 He abierto cajones, he mirado por todas partes y nada.
Cuando tenía toda la ropa y bolsos encima de la cama, aparece mi hijo, al verme como una loca mirando por todas partes, el muy gracioso va y me dice:
-¿Estás buscando a Wally?
Como me ha visto con cara de pocos amigos y después de decirle que estaba buscando unos guantes me ha dicho que no me preocupara que él me compraba unos.
La verdad es que guantes tengo de otros colores, pero yo buscaba unos negros, que aunque están viejos, me gustan.
Mi amiga Engracia siempre me dice que con guantes voy muy elegante, pero yo no los llevo por ese motivo, no, los uso porque tengo frío y no puedo ir sin ellos. Los guardo en el mes de junio y los vuelvo a sacar en septiembre, ese era el motivo de la paliza que me estaba dando buscándolos.
Después de tener la habitación como un rastro, mi amor propio me decía que siguiera buscando.
Como me estaba cansando, me he ido hacia una ventana que da al jardín, veo que está lloviendo...entonces se me enciende una luz y pienso que en el único sitio que no he mirado es en la gabardina. (¡Y es que la tengo un asco!)...me voy hacia ella, meto la mano en un bolsillo y...Oh, allí estaban los malditos guantes que tanto tiempo me han hecho perder buscándolos.
En el mismo bolsillo además de los guantes estaba un monederito pequeño que apenas uso y que tenía 30 euritos dentro que yo no sabía que los tenía. Seguro que algún día de lluvia he salido a comprar cualquier cosa de urgencia y se me fue "El Santo al Cielo", como dice el refrán, y allí deje los guantes y el monedero.
Ahora tenía que empezar a guardar el "vestuario", lo miro, lo veo y  pienso...que aquello me parece un montón de trapos, seguro que si lo pongo en el contenedor de la basura...no lo coge nadie.
Al final lo he vuelto a poner en su sitio, mientras tanto a ver si me compro ropa nueva, pero, ¿sabéis cual es mi problema? Pues que no me gusta ir de compras, si, si, aunque os parezca raro, no me gusta nada salir, mirar escaparates y mucho menos probarme nada fuera de casa. Claro que yo me lo hago, pero resulta que cada vez tengo menos ganas de coser.
 Mi hijo me dice que a casa no me van a traer unos grandes almacenes, ni siquiera una tiendecita pequeña.
Lo que si he guardado con mucha alegría han sido los 30 euros, los cuales nos los vamos a gastar en una comida mi amiga Engracia y yo. Claro que tendremos que comer de menú porque esa "fortuna" nos va a dar para poco.

He contado esta pequeña anécdota casera para quitar un poco el peso de...Una enfermera que desaparece... Unos niños que abandonan... El hombre del saco, etc.
 En fin vamos a quitarle hierro a las cosa malas y pensemos en algo un poco más alegre, quizá...buscando algo que se nos haya extraviado.

10 comentarios:

  1. ¡jajá me ha hecho reír bien que bien!A mí me pasa lo mismo, no sé dónde he dejado las cosas y me digo: Cecilia te haces vieja.
    Y me quedo tan ancha, luego cuando no lo busco, lo encuentro y me alegro.
    Gracias por su buen humor
    Un abrazo

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    1. Nada me hace tan feliz con haberle sacado una sonrisa.
      Es verdad que nos ponemos nerviosos cuando extraviamos algo, no es por la edad, pues a los jóvenes también les pasa.
      Un fuerte abrazo Sor Cecilia

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  2. Hola Mª Angeles, me imagino la que has liado y ya me canso jeje, pero es lo que nos pasa siempre, que aunque tengamos mas de lo mismo siempre queremos lo que hemos perdido, no sabes lo que me alegro que los hayas encontrado y encima con la recompensa de los 3 euros:), ahora a disfrutar de ellos con tu amiga, a mi me pasa lo que a ti, que no me gusta ir de compras y cuando voy, voy directa a lo que me hace falta y ya, no me entretengo mas, gracias por esta sonrisa que nos sacas y que tanta falta nos hace:)

    Besos.

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    1. Ni te lo imaginas Piruja¡¡¡
      Es verdad lo de las compras. Hace unos días me compré una prenda de abrigo que según las dependientas era una preciosidad...Lo que tarde en vérmela en casa, tardé al día siguiente en devolverla. Menos mal que lo hice en unos grandes almacenes que te devuelven el dinero.
      La prenda era bonita, buena y...cara, jajaja...¡Y es que soy un poco rara.
      Un besito

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  3. Eso de buscar algo hasta la saciedad me suele ocurrir también a mí y no paro hasta encontrarlo sin culpar a nadie.........pero cómo se le pierda algo a mi marido también lo tengo que buscar yo y también se lo encuentro. La verdad es que en las casas guardamos más "trastos" que los necesarios y enseguida se nos quedan los armarios pequeños, todos los días me repito que tengo que hacer una limpieza para que todos mis armarios vuelvan a ser grandes y a mi querida vecina le pasa lo mismo y las dos nos hacemos unos propósitos que luego no cumplimos.......pero esto tiene que cambiar y cuanto antes mejor, el día que me decida a tirar ya te lo diré:-)) Besicos

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    1. En casa todo lo que se pierde, ya sea mío o de mi hijo, la culpa la tengo yo.
      Yo también guardo demasiadas cosas y no te digo mi hijo, su cuarto parece un trastero, pero ¡cuidado! no se lo toques. Le hago la cama, limpio el suelo y el polvo que puedo porque en la mesa del ordenador no caben más cosas y no vamos a estar siempre de pelea...
      Yo también tenía que hacer hueco en los armarios, a ver si me animo.
      Un besito Charo

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  4. Ma de los Angeles, tus guantes me recordaron a mi saquito gris que creì perdido por mucho tiempo y encontré en un cambio de ropa verano invierno, una vez hice un cuento pero nunca conté el final, me hizo mucha gracia tu relato y además, encontrar platita, gran alegría y cumplí con tu promesa y gastalos con tu amiga, será la mejor manera! Un abrazo!

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    1. El dinerito que encontré de sorpresa me quitó toda la rabia que tenía pues encima mi hijo no me ayudo, sino que se reía el muy zángano.
      Ya le he contado a mi amiga por teléfono la odisea y la plata que encontré. Ésta también con mucha guasa me ha contestado que a lo mejor nos da un atracón comiendo tanto. ¡Ten amigas para esto! Claro que le he dicho que vamos a comer de menú, o sea, a diez euros cada una, todavía nos sobran otros diez. Tenemos hasta para el café, jajaja. ¿Verdad que soy muy apañada?
      Un abrazote María Cristina

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  5. Me encanta cómo lo cuentas Mª Ángeles, eres genial. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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  6. Que tengas una buena semana Pepe. Gracias por tus palabra.
    un abrazote bien fuerte

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