Esta preciosa historia ya la escribí en el año 2011, pero como seguro que algunos de mis queridos y admirados seguidores nuevos no la leyó, la vuelvo a editar, además como estamos en Semana Santa, nos viene muy bien, espero que no lloréis:
Tess era una niña precoz de 8 años. Un día escuchó a su padre y a su madre decir que solo un milagro salvaría a su hijo Andrew. Estos decidieron mudarse a un apartamento porque no tenían dinero para pagar la hipoteca y las facturas médicas. Solo una operación costosísima podría salvar a Andrew. Escuchó que su padre estaba gestionando un préstamo pero no lo conseguía. Escuchó a su padre murmurarle a su madre, quien tenía los ojos llenos de lágrimas. -"Solo un milagro puede salvarlo"
Tess fue a su cuarto y sacó un frasco de jalea lleno de monedas que mantenía escondido en el armario. Vació todo en el suelo y lo contó cuidadosamente. Lo contó una segunda vez y una tercera. La cantidad tenía que ser perfecta. No había margen de errores. Luego colocó todas las monedas en el frasco nuevamente, lo tapó y se escabulló por la puerta trasera y camino seis manzanas hasta la farmacia del pueblo.
Esperó paciente su turno. El farmacéutico parecía muy ocupado con un cliente y no le prestaba atención. Tess movió su pie haciendo ruido. Nada. Finalmente sacó una moneda del frasco y golpeó el mostrador. ¿Qué deseas? - le preguntó el farmacéutico con tono desagradable. ¿No ves que estoy hablando con mi hermano que acaba de llegar de Chicago y no le he visto en años?
"Bueno, yo también quiero hablarle de mi hermanito", le contestó la niña en el mismo tono. "Está muy enfermo y quiero comprar un milagro."
- ¿Qué dices?
-Su nombre es Andrew y tiene algo creciéndole dentro de la cabeza y mi padre dice que solo un milagro lo puede salvar. Así que ¿Cuánto cuesta un milagro?
-"Aquí no vendemos milagros, pequeña. Lo siento pero no te puedo ayudar" le contestó el farmacéutico, ahora con un tono más dulce.
-Mire yo tengo dinero para pagarlo.
El hermano del farmacéutico, un hombre muy elegante, se inclinó y le preguntó a la niña:
-¿Que clase de milagro necesita tu hermanito?
-No lo se, contestó Tess a punto de llorar. Solo se que está muy enfermo y mi mamá dice que necesita una operación, pero mi papa no puede pagarla, así yo quiero usar mi dinero.
¿Cuánto dinero tienes? le preguntó el hombre de Chicago.
-Un dólar con once centavos pero puedo conseguir más, dijo con una voz que casi no se entendió.
-Pues que coincidencia, dijo el hombre sonriendo . Un dólar con unce centavos, es justo el precio de un milagro para hermanos menores.
Tomó el dinero en una mano y con la otra cogió a la niña del brazo y le dijo:
-Llévame a tu casa, quiero ver a tu hermanito, veamos si yo tengo el milagro que tu necesitas.
Ese hombre de buena apariencia era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especialista en Neurocirugía...
La operación se efectuó sin cargos y en poco tiempo Andrew estaba de regreso a casa y de buena salud. Los padres de Tess hablaban felices de las circunstancias que llevaron a este doctor hasta su puerta. Fue un verdadero milagro, digo la mamá. Me pregunto cuanto habría costado esta cirugía.
La niña sonreía. Ella sabía exactamente cuanto había costado: Un dólar once centavos.
Hay mucha gente en estas circunstancias y no siempre encuentras a un Ángel de la Guarda como el que encontró Tess.
Y ahora un chiste para la cuaresma que me ha contado mi amigo Víctor:
Llega el esposo de la misa y se dirige a su esposa con una sonrisa, la abraza, la carga y baila con ella en el aire ¡¡¡Ella en extremo llena de felicidad, le pregunta:
¿Y qué fue el sermón del cura hoy? ¿Acaso los esposos deberán ser más cariñosos con su esposa?...
Y él le contestó:
-No...dijo que debemos cargar con nuestra cruz con júbilo y alegría!!!!
¡¡¡Que disfrutéis la Semana Santa cada uno como queráis!!! Pero bien y con alegría...
Una bonita y tierna historia con final feliz, me ha gustado mucho. El chiste es buenísimo:-)) Besicos
ResponderEliminarGracias Charo, un besito y a pasar una buena y cristiana Semana Santa...Me voy a Toledo
EliminarLa generosidad de la hermanita fue recompensada con el gran milagro.Muy bonita historia
ResponderEliminarEl chiste tiene mucha gracia
Un abrazo
Gracias a ti también Carmen. Me alegro que te haya hecho sonreír aunque sea poco.
EliminarFeliz Semana Santa.
Un fuerte abrazo
Muy bonita la historia, al final compró el milagro.
ResponderEliminarEl chiste es buenísimo !!!
Besetes.
Con buenas intenciones las cosas suelen salir bien.
EliminarQue pases una buena Semana Santa.
Un besito trimbolera
Hola Mª Angeles, que bonita la historia del milagro, la verdad que si emociona mucho al ver la inocencia de la niña, y como cree que con su ayuda salva a su hermano que en realidad es así, ojala esos milagros se hiciesen mas a menudo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEl chiste me he reído un montón con el, muy bueno si señor, que disfrutes tu también de la Semana Santa.
Besos.
Que contenta estaba pensando que con esa "cantidad" de dinero había salvado la vida de su hermano, claro que, en irrealidad así fue.
EliminarMe alegro que el chiste te haya sacado una sonrisa.
Que pases una buena Semana Santa Piruja. Yo si Dios quiere voy a Toledo.
Un besito
Ma de los Angeles, muy oportuna tu recreación, es una historia maravillosa, y en cuanto al chiste está muy bueno!Un abrazo!
ResponderEliminarMuy aleccionador. Un beso.
ResponderEliminarPor lo que veo a todas os ha gustado el chistecito, a ver si Víctor me cuenta alguno más, y eso que ahora está muy pachucho.
EliminarLa historia sabía que os iba a gustar.
No se como celebráis vosotros la Semana Santa, pero te deseo que lo pases bien y reces por aquellos que lo necesitamos.
Un fuerte abrazo María Cristina
Susana, un besito para ti también y feliz Semana Santa
EliminarUna hermosa historia que tuvo un final feliz y es que cuando se cree de verdad los milagros existen.
ResponderEliminarBesos
Seguro que si llesin, estoy segura yo también de que existen.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitarme.
Un besito