Que no se crean los ricos que por tener dinerito se van a salvar de ciertas enfermedades, ni mucho menos, yo deseo que todo el mundo tenga buena salud y este buenecito, pero claro, haber enfermedades...las hay.
Esta anécdota que os cuento no me la ha contado nadie, me ha ocurrido a mi personalmente y como ahora me resulta un poco graciosa, voy y la cuento:
Fue en el hospital de la Zarzuela (para los que no seáis de Madrid os diré que es donde va casi toda la gente pudiente), también tengo que aclarar que yo, cuando estoy malita, voy a la Seguridad Social, y a mucha honra...
Como os digo, fui acompañando a uno de mis hijos que le iba a hacer una colonoscopia, revisión que le hacen cada X años. Por supuesto que estaba su esposa también.
Tengo que decir que aquello estaba, como decía un humirista, "abarrotao". Las salas de espera llenas, en la cafetería tuvimos que hacer cola para desayunar, ya que tuvimos que ir muy temprano.
Ya sabéis que la Seguridad Social, por parte de algunos, tiene mala prensa y se cuentan anécdotas para todos los gustos, cosa que a mi me da rabia, pues parece que los que la utilizamos somos ciudadanos de tercera.
Ahora viene lo bueno. Os doy mi palabra de honor que lo que os cuento, me pasó tal como lo digo:
La revisión de una colonoscopia dura entre hora y media o dos horas, pues sedan al paciente.
Mi nuera y yo estábamos en la sala de espera, como es natural, nerviosas. Después de casi dos horas salió una enfermera y dijo que pasara una persona. Como es lógico entró mi nuera; yo me quedé sentadita con los abrigos, los bolsos, las bufandas...en fin, todo lo que llevábamos.
No habían pasado quince minutos, cuando salió otra enfermera y me dijo:
-Pase usted.
Yo la mar de contenta hago la intención de pasar pero dejando los abrigos, bolsos y demás en los asientos. La enfermera de dice:
-No deje usted eso ahí no sea que se "pierda" algo.
Lo recojo como puedo, ya que eran dos abrigos, los bolsos y las bufandas, e intento entrar a una sala. Después de traspasar la puerta, me mira y dice:
-Pase a esa cabina y desnúdese de cintura para arriba.
Me quedé que no sabía para donde correr, no veía ninguna puerta por donde salir corriendo. Entonces dije rápidamente:
-Señorita, yo he venido acompañando a mis hijos y no creo que me tenga que desnudar por eso...
A todo esto, se abre una puerta y mi hijo que estaba volviendo de la sedación, me ve y le dice a su mujer:
-¡Veo a mi madre!.
Mi nuera que estaba pendiente de él porque no reaccionaba bien, pensó...¡Dios mío que mal está!
Ella no me había visto a mi pues salí de allí echando chispas...cualquiera se quedaba.
Cuando por fin salieron los dos, mi hijo ya recuperado y se lo conté, no se lo creían y se estuvieron riendo un buen rato.
Ya un poco más calmados todos, por fin me creyeron y les dije que "en todas partes cuecen habas", no solo en la SS.
Rompo una lanza por la Seguridad Social Española, por lo menos a mi siempre me han atendido muy bien, sobre todo en el hospital del Henares al que pertenece mi barrio...
Tampoco voy a pasar por alto, que después de tan aciaga mañana, cuando salimos del hospital de la Zarzuela, (de los ricos), nos fuimos a comer una abundante comilona a Casa Mingo...especialista en ricos pollos asados, magníficos chorizos, buen queso, etc.,etc. etc.
Me hiciste reír con tu buen relato María De Los Ángeles y hacerme sentir bien por mi País, por aquello de que "mal de muchos consuelo de tontos" ya que no veo que no solamente en Argentina suceden cosas como las que narras. Un saludo muy afectuoso
ResponderEliminarMi querido amigo LAO, estas cosas ocurren en todas partes.
EliminarLo he contado porque siempre se están diciendo cosas malas de la SS. Y como vemos, en las clínicas "elegantes", también meten la pata.
Me alegra mucho verte por aquí.
Un fuerte abrazo desde Madrid.
Yo también acudo siempre a la SS pues pienso que es lo mejor que tenemos en España y en Logroño tenemos un buen hospital con habitaciones privadas.......hace unos años atrás las habitaciones eran triples y hasta cuadruples.Me he quedado con las ganas de saber que es lo que te pretendían hacer para pedir que te quitaras la ropa ja,ja,ja. Besicos
ResponderEliminarNosotros también tenemos un hospital muy moderno y muy cerca de casa, está a tres estaciones de metro, en coche, llegamos en cinco minutos. También son las habitaciones individuales.
EliminarYa veo que te has reído un rato. Como estábamos en la sección de estomatología, seguro que si no corro me meten las gomas por la bocha hasta llegar al estómago, jajaja.
Un besito Charo
jajajajaja amiga la enfermera te confundió con el siguiente paciente, un buen relato como siempre nos haces reír querida amiga.
ResponderEliminarAbrazos que tengas una linda semana.
Tu también te has reído ¿Verdad? Pues me voy a estrujar el cerebro para la próxima vez, quiero que todos estéis contentos, que bastante cosas malas vemos todos los días en el telediario.
EliminarGracias y que tu también pases una buena semana, un beso Gladys
Hola Mª Angeles, chiquilla si no estas al tanto vete a saber lo que te hacen jeje, yo habría echo lo mismo, salir de allí como un rayo:), y tu nuera creyendo que tu hijo deliraba jeje, vaya con la enfermera, se ve que aun no se había espabilado bien del sueño, pero como tu dices, en todos los sitios cuecen habas, ya sean ricos o pobres, yo tampoco he tenido problemas con la seguridad social y también tenemos buenos hospitales, pero los errores pasan bien en un sitio como otro, esperemos que no nos toque ninguno, me has echo reír imaginándote saliendo corriendo de allí:)
ResponderEliminarBesos.
No te imaginas el apuro que pasé hasta verme en la sala de espera. A todo esto apenas podía correr pues iba con los abrigos casi arrastra, no podía con los bolsos...bueno, bueno que minal raro pasé.
EliminarPor lo menos al contarlo os he hecho reír un poco, que buena falta nos hace.
Un beso Piruja
Qué bueno !!
ResponderEliminarYo también voy a la SS con total confianza, colas y colas pero si es urgente pasas la primera y no tejan hasta que estás bien o ... Besetes.
Te advierto que en estos sitios de "nuevos ricos" también hay colas, yo creía que ibas y ¡zas! te veían rápido, pero ya, ya...
EliminarUn besito trimbolera
Ma de los Angeles, el año pasado tuve que hacerme una, la preparación es lo más desagradable, el estudio ni nos damos cuenta, nos duermen y despertamos con muchas ganas de comer como fue el caso de tu hijo. En cuanto a la anécdota, tenés mucha razón, no por mucho lujo mayor conocimiento del trabajo en sí mismo, ah y muy buen provecho! Un abrazo!
ResponderEliminarMenos mal que con la comida se nos pasaron todos los miedos.
EliminarEspero que lo tuyo no sea nada.
Un fuerte abrazo María Cristina
Qué susto. Un beso.
ResponderEliminarNi te lo imaginas Susana, pero al final todo salió bien. El resultado bueno y el estómago...por fin, lleno.
ResponderEliminarUn besito
No hace muchos dias me han hecho una a mi en la seguridad social y me atendieron de maravilla en todos los sentidos.
ResponderEliminarTu experiencia ahora es graciosa pero en su momento te llevarías un buen susto.A saber que pretendían hacerte.
Como todo tiene su lado bueno en la vida,ha servido para reír un rato.
Un beso.
Los hijos cuando se casan y siguen su propio camino, la mayoría, hace lo contrario que sus padres. Una de las cosas es apuntarse a sociedades porque lo de siempre no les gusta.
ResponderEliminarEn casa seguimos con la seguridad social y tan contentos.
Lo que pensaban hacerme... pues como estaba en estomatología, seguro que me habrían abierto el estómago, jajaja.
Como bien dices, por lo menos nos hemos reído recordándolo.
Un beso Carmen
Un susto gordo con final feliz, menos mal Mª Ángeles. Como siempre digo me encanta cómo nos cuentas las cosas, tienes mucho arte. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarTu siempre tan caballeroso. Muchas gracias y que tengas una buena semana.
EliminarUn fuerte abrazo Pepe
De ninguna manera me ha molestado tu comentarios, al contrario, me gusta y te agradezco tu visita.
ResponderEliminarUn abrazo Noa