lunes, 26 de septiembre de 2016

Ayer y hoy

Ayer había bandoleros en Madrid, hoy los hay en toda España y parte del extranjero,(si no me equivoco),  no quiero ofender a nadie que sea honrado y decente.
Hoy me refiero al bandolero madrileño Luis Candelas:
Nació en Madrid, en un barrio muy castizo (Lavapiés), entre 1804 y 1806. Se estima que él y sus compinches cometieron más de cincuenta robos, siendo responsable del asalto al coche del embajador de Francia a quien desvalijaron por completo. El simpático bandido tuvo el detalle de hacer llegar al Ministerio del Estado algunos documentos de gran importancia que cayeron en sus manos.
Robó a un presbítero, a la posada del Rincón e incluso a la modista de la reina...Eso si, Luis Candelas nunca mató a nadie. Él se limitó a robar porque, como solía decir, "la fortuna estaba mal repartida".
Que diría ahora si viviese?
Luis Candelas era moreno, de dientes muy blancos, bien afeitado, más bien alto, delgado, con patillas a la moda, de ojos vivos y todo él bien parecido. Se expresaba muy finamente, vestía bien, con capa, chaqueta, chaleco blanco y sombrero. Le gustaba vestir bien y tenía buenos modales. (Vamos, que era un cromo).
También hay que decir que fue un niño problemático. Sus padres disfrutaban de buena posición, pudieron costearle los estudios en el colegio de San Isidro, de donde fue expulsado porque al recibir una bofetada de un cura, él le respondió dándole dos. Leía todo libro que caía en sus manos y por un tiempo fue librero.
Estuvo en prisión seis o siete veces, y otras tantas se escapó, gracias a su ingenio, su sangre fría, sus amantes e incluso a sus propios carceleros.
Durante una se sus estancias en la cárcel, propició la evasión de Don Salustiano Olózaga, ya en trance de marchar al patíbulo pero no aprovechó la ocasión, sino que permaneció en la cárcel como había sido pactado. Parece que era un hombre de palabra, muy respetuoso con sus victimas, a las damas las trataba con suma deferencia, era tal su amabilidad con ellas que se enamoraban de él. ¡Ay, a mi también me ha enamorado!.
Para despistar a la policía se mudaba de uno a otro domicilio y llevaba una doble vida: se hacía pasar por el acaudalado don Luis Álvarez de los Cobos, hacendado del Perú y acompañado de un sirviente, entraba y salía por la calle Tudescos, mientras que el Candelas ladrón lo hacía por la calleja.
Era todo un don Juan para las mujeres. Sus amores más conocidos fueron: Lola la Naranjera, que engañaba con él al rey Fernando II. O sea, el rey era el segundo plato.
Paca "la Maja" amante del marqués de Alcañices (otro que tal baila) y muchas más. Su último y verdadero amor fue Clara María, una muchacha honesta de clase media.
Después de salir de Madrid junto con ella con nombre supuesto con intención de dirigirse a Inglaterra, fue apresado en 1837, sometido a juicio y condenado. La sentencia se ejecutó el 6 de Noviembre. Subió al patíbulo y dirigiéndose a la multitud dijo:
-Como hombre he sido pecador, pero jamás se mancharon mis manos con la sangre de mis semejantes. ¡¡Adiós, patria mía!! Se feliz...

Lo primero que se me ocurre es, que no debía de existir la pena de muerte.
Lo segundo es...que ojalá pudieran volver aquellos que con tanta facilidad ejecutaban a un hombre por "robar". Les diría, amigos, aquí y ahora tendríais trabajo extra.

No lo he podido remediar, he llorado por Luis Candelas. Creo que era, lo que se dice ahora, un gamberro, pero educado y muy elegante con las señoras. ¡ No es de extrañar que me haya enamorado!.
Hay una coplilla que dice así:

Debajo de la capa de Luis Candelas
Mi corazón amante corre que vuela.
Madrid lo está buscando para prenderle.
Y yo solo le busco para quererle... Sigue, pero es un poco larga y no os quiero cansar.

10 comentarios:

  1. Muchas gracias por tan buena aproximación de este personaje, ajusticiado parece ser que de forma un tanto exagerada para los delitos cometidos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El pobre debía haber nacido en otra época, por ejemplo, ahora.
      Un abrazo Alfred.

      Eliminar
  2. Hola Mª Angeles, que razón tienes de que si esos señores volviesen tenían trabajo hoy en día sin parar con tanto "ladrón" que tenemos en el país, que campan a sus anchas y a todo lujo por las calles, pero para que veas que la justicia no es justa o mira hacia otro lado según con quien, la verdad que un personaje así enamora a cualquiera y mas siendo bien parecido como dices:), me acuerdo de la coplilla, mi madre la cantaba muchas veces, que recuerdos...

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A todos nos traen recuerdos cosas de la historia y más cuando es tan reciente.
      Los "ladrones" que tenemos ahora, ni son tan simpáticos y mucho menos tan guapos, pues viendo las fotos de este bandolero, te digo que era realmente guapetón.
      Tampoco las gentes de antaño eran como somos ahora. No es que seamos mejores, pero seguro que nosotros, o por lo menos yo, no iría a ver ejecutar a nadie.
      Menos mal que los tiempos cambian.
      Un besito Piruja.

      Eliminar
  3. Bonita y azarosa vida la de Luis Candelas y encuentro que no debería haber ido al patíbulo por robar y más aún teniendo las manos limpias de sangre.......Hoy la vida ha cambiado tanto que ya pueden coger a un asesino múltiple que apenas le caen unos pocos años de carcel y si es a uno de tantos ladrones de guante blanco cómo los que tenemos en abundancia pues apenas se les puede tocar y ni carcel ni "na".Besicos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fue una pena que viviera en aquellos tiempos, seguro que ahora le habían hecho un monumento y le habrían dado una paga vitalicia, como hay tantos.
      Un besito Charo.

      Eliminar
  4. Qué maravilla esta historia Ma de los Angeles! Todo un señor este gran ladrón! Lástima que perteneció a otra época y no pudiste concretar tu ilusión! Y tenés mucha razón, si ahora existiera la pena de muerte el planeta quedaría a la mitad! Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si ahora viviese, tendría buena casa en la ciudad, mejor en la playa y quizá otra en la sierra que tanto me gusta a mi y...un banco para dar prestamos a los "pobres". En fin, sería un ricachón y por supuesto que no le colgarían.
      ¡¡Lo que ha cambiado el mundo!!
      Un fuerte abrazo María Cristina.

      Eliminar