¡¡Cuanto me hubiese gustado estar ayer en Santiago de Compostela!!
Estuve ya hace muchos años, entonces llevaba a mi hijo pequeño en mis brazos, pues solo tenía 5 meses. Fue muy hermosa la misa mayor con tantos sacerdotes, el señor Obispo y muchas autoridades civiles y militares. La Catedral estaba llena de gente. Me impresionó bastante la danza del Botafumeiro, era maravilloso verlo de un lado para otro.
Cuando estaba en todo su apogeo, mi bebé, que además de ser un tragoncete, como bebé que era no tenía sentido de la oportunidad, empezó a llorar porque tenía hambre...no tuve más remedio que en plena celebración y al lado de la tercera columna de la izquierda...darle de mamar. Nadie reparó en ello (claro que si hubiese sido ahora...).
Santiago, como todos sabemos fue uno de los apóstoles de Jesús y se cree que Él mismo le mandó que viniese a España a predicar. Vino desde Palestina hasta donde ellos creían que era el fin de la Tierra. Ya se podía haber quedado aquí, pues cuando volvió sufrió martirio y fue muerto por mandato del malísimo rey Herodes.
Según la leyenda el Apóstol fue decapitado, pero su cabeza no cae a la tierra sino que queda entre sus brazos. De ellos nadie la puede arrancar hasta que llegan sus discípulos que, tras recoger su cuerpo, trasladan los restos a una nave desde Jerusalén hasta Galicia, al puerto de Iria Flavia.
Una vez en tierra, colocan sus reliquias en un carro tirado por toros, que no se detendrán hasta llegar a un punto tierra adentro, donde se construye una tumba y un Altar.
La memoria del lugar se pierde a lo largo de los siglos hasta que, hacia el año 830, el Obispo Teodomiro descubre el sepulcro con el cuerpo del Apóstol. Casi medio siglo antes, un himno compuesto en tiempos del rey Mauregato, invoca a Santiago como cabeza refulgente de Hispania.
Aunque un poco tarde, daros por felicitados todos los Santiagos y Santiagas...especialmente mi querido hermano Santi que está en el Cielo.
Qué decidida, darle el pecho en la iglesia. Un beso
ResponderEliminarNo repare en ello querida Susana, solo de que no llorara mi bebé.
EliminarUn beso
También fui hace muchos años, no fue en la festividad de Santiago, pero me encanto aquel viaje, Galicia es especial, he ido varias veces y siempre me quedaron buenos recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo tan verde y fresquito. Además se come muy bien y tienes razón, es especial.
EliminarUn fuerte abrazo Matías
Todos los Santos tienen sus historias milagrosas, además de sus buenas obras. Seguro la Virgen te cubrió con su manto para que pudieras amamantar a tu hijo lejos de las miradas! y felicidades a todos los Santiagos de por allá, un abrazote Ma de los Angeles!
ResponderEliminarPues no lo había pensado María Cristina, pero seguro que la Virgen me tapo pues nadie reparo en que yo estaba dando de mamar a mi bebé.
EliminarEl caso es que el niño no lloro por hambre y todos tan contentos...tambien eran otros tiempos y la gente no se asustaba por ver mamar a un niño, al contrario, te cedían el asiento en el metro o el bus.
Un fuerte abrazo querida amiga.
Yo he estado en dos ocasiones y en una de ellas coincidió que era año jubilar y también tuve que oir la misa de pie junto a una columna en las dos ocasiones de la cantidad de gente que había.Recuerdo que para dar de comulgar pasaban sacerdotes entre la gente con un paraguas que se lo sujetaba un onaguillo para que se vieran bien.También me impresionó mucho el Botefumeiro. Veo que estás muy puesta en historia, desconocía algunas de las cosas que cuentas.Besicos
ResponderEliminarEl año que yo estuve también era jubilar y lo mismo que tu vi una ceremonia preciosa. Además, en aquellos tiempos todo era diferente, a mi modo de ver, mejor que ahora.
Eliminar¡¡Ya han pasado muchos años!!
Un besito querida Charo
Estuve hace muchos años, siendo mozo y con mis padres, él se llamaba Jaime y era en año compostelano. Con lo cual nos ganábamos el cielo seguro ;)
ResponderEliminarVimos el botafumeiro en todo su esplendor, incluso me maree un poco.
Un abrazo.
Los recuerdos son bonitos y mucho más cuando estan por medio los padres.
EliminarEl movimiento del botafumeiro es maravilloso, también siento tu mareo de entonces.
Un fuerte abrazo Alfred
siempre que vengo aprendo con vos y tu blog gracias querida
ResponderEliminarMe alegro, ya sabes, ven siempre que puedas. Un fuerte abrazo amiga Mi nombre es Mucha.
EliminarMind blowing penned
ResponderEliminarMuchas gracias Rajani. un fuerte abrazo
EliminarParte de esa historia no la conocía. Besos.
ResponderEliminarYa sabes que que en todas oartes hay muy buenas historias, y Santiago no iba a ser menos.
EliminarUn beso querida Teresa
Hola Mª Angeles, no he estado nunca en Santiago aunque siempre he tenido muchas ganas de conocerlo, espero poder ir algún día, si te llega a pasar hoy en día lo de darle pecho a tu hijo y mas en una Iglesia te crucifican:), madre mía como se esta volviendo la gente.
ResponderEliminarLa historia de Santiago en parte la conocía pero me ha encantado conocer lo que no sabia.
Cuídate mucho querida Mª Angeles.
Besos.
¡Que pena que yo sea tan mayor! Si no fuera por eso nos íbamos las dos juntitas de excursión, no solo a Santiago de Compostela...a donde fuese.
EliminarUn beso querida Piruja
Antes de dormir te hago unas lineas Me encanta como eres amiga maravillosa un garn abrazo
ResponderEliminarOtro abrazo para tí querida amiga. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarHola María de los Ángeles.
ResponderEliminarPasaba por aquí para leer algo que me interese.
Me encantó leerte. Y seguro que volverás a visitar Santiago Apóstol.
Quien la persigue, la consigue. Y tú puedes hacer este maravilloso viaje.
Una escapada siempre viene bien. En avión se llega enseguida.
Un abrazo