En una ocasión que fui a Toledo con mis hijos, al entrar en la Sinagoga me "emperre" en que yo era judía o mis antepasados lo habían sido ya que tanto mi padre como yo (Toledanos). éramos bastante tacaños, incluso alguno de mis hermanos también lo es, por lo tanto, nunca nos ha faltado una peseta (ahora un euro), en esto nos parecemos mucho a los catalanes que además de tener fama de "tacañetes", también son muy ahorrativos.
Esto viene al caso de algo que ocurrió hace tiempo y que yo dando vueltas por mis archivos lo he vuelto a recopilar para que mis amigos lectores se distraigan en este verano y que no piensen nada más que en divertirse.
En cierta ocasión que iba yo por el desierto...bueno, ni iba yo por el desierto ni he pisado uno en mi vida. Esto le ocurrió a otra persona:
Agotado y desesperado por la sed un árabe se arrastraba por el desierto del Sahara, cuando divisó un movimiento en la distancia. Esperanzado en hallar agua se fue acercando. Era un viejo catalán sentado frente a un caballete lleno de corbatas...
-Estoy desfallecido de sed. ¿Podrá darme agua? imploró el árabe. El catalán respondió:
-La verdad es que no tengo agua, pero...¿Porque no compra una corbata? Acá tengo una que le va muy bien a su túnica...
-No quiero una corbata¡¡¡ aulló el árabe. Agua, quiero agua !!!...
-Bueno, no me compre la corbata si no quiere pero, para que vea que soy buena persona, le diré que pasando esa colina, a unos 6 kilometros hay un pequeño Oasis con un buen restaurante. Camine en ese sentido ellos tienen todo el agua que quiera¡¡
El árabe agradeció y desapareció rápidamente tras la colina. A las cuatro horas el árabe regresó donde estaba el viejo catalán, que seguía sentado frente a su caballete de corbatas. El viejo catalán le pregunta al árabe:
-Le había dicho 6 kilómetros tras la colina, ¿No lo encontró? ¿Se perdió?
-Lo encontré perfectamente, pero el cabrón de su hermano dice que no se puede entrar sin corbata¡¡¡
***
Palabra, mientras estaba escribiendo este relato, me he bebido una botella de agua.
Mis respetos a todos los catalanes y tacaños como yo, y perdón por la palabrota
Muy buena la historia. :) Un beso
ResponderEliminarGracias Susana. Un beso
Eliminar;))))))
ResponderEliminarEs buenísimo!!!!!
Te lo dice un catalán.
Un abrazo.
Me alegra que te haya gustado y más me alegra a mi tener un amigo catalán. Un fuerte abrazo Alfred
Eliminarjajaja, muy buena historia, Ma de los Angeles! Una vez la mamá de una compañerita de colegio de mi hija me preguntó mi signo, cuando le dije Aries se espantó, son muy tacañas! dijo. Yo me quedé de una pieza y me puse a pensar seriamente en el asunto, bueno, diría que soy cuidadosa, jajaja, un abrazote!
ResponderEliminarPues no se como son los Aries ya que yo soy Cáncer y mi padre también lo era. Doy fe de que tanto él como yo, los eramos un poco tacaños, pero ya ves que los catalanes lo son de nacimiento y son gente buena, trabajadora y ahorrativa.
EliminarUn fuerte abrazo María Cristina
Buenísima esta historia.Me reconozco tacaña para mí misma ya que no lo soy para mis hijas y nietas, también practico el ahorrillo que considero debería de hacerlo todo el mundo pues siempre hay que disponer de una cantidad para posibles emergencias que siempre ocurren.Besicos
ResponderEliminarYo me reconozco igual que tu, por ese motivo nunca nos ha faltado aunque sea un real (que ya no existen). Siempre les he aconsejado a mis hijos que si ganaban 10, se gastaran 9, de ese modo siempre les sobraría, 1.
EliminarDespués de esta lección de ahorro, solo me resta mandarte un besito cariñoso querida Charo. Espero que tengáis buen tiempo, aquí en Madrid hace mucho fresquito.
se te perdona todo mi querida
ResponderEliminarme encantan las corbatas
Pues ya sabes lo que tienes que hacer, poner un puesto en el desierto, que según creo es muy rentable.
EliminarBromas aparte, gracias y un fuerte abrazo
no entiendo que es un puesto quizas lo pongas tu y me muestras lo que es
EliminarLa verdad es que no se a que te refieres amiga Mucha. Si me lo aclaras te contestaré.
EliminarSaludos
Muy buen relato, me ha encantado. Un abrazo y que sepas que me has hecho reír.
ResponderEliminarPues querida Teresa, de eso se trataba de reír un poco, que ya bastante tenemos encima.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola Mª Angeles, como son los catalanes eh? jeje, muy bueno lo que compartes con nosotros, al menos nos has sacado esa sonrisa que tanto bien nos hace, aunque no todos los tacaños son catalanes:)
ResponderEliminarBesos.
Dices bien, no solo los catalanes son tacaños pues yo reconozco que lo soy, claro que como pienso que desciendo de judíos...
EliminarUn besito querida Piruja.
Beautiful blog
ResponderEliminarGracias Rajani. Un fuerte abrazo
EliminarLo había oído en otra ocasión, pero me he vuelto a reír.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo importante es que te haya hecho reir un poco pues en los tiempos que estamos atravesando...
EliminarUn fuerte abrazo Matías
Olá, Maria, gostei muito de ler essa sua crônica que conta a história do árabe à procura de água no deserto e, do seu final muito divertido, quando ele volta ao velho catalão para comprar a gravata e voltar ao restaurante.
ResponderEliminarParabéns, minha amiga cronista.
Uma ótima quinta feira.
Grande abraço.
Ya noto que te ha gustado el pequeño cuento, tienes razón a veces estos tacaños nos hacen reir y como estamos en el mes de agosto, que por cierto aquí hace mucho calor, es bueno que nos echemos unas risitas.
EliminarGracias Pedro y que pases un buen fin de semana.
Your blog is amazing.
ResponderEliminarMuchas gracias Rajani, me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy buena historia. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que me hayas descubierto, estaré encantada de hacerte una visita.
EliminarUn abrazo Rocío.
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