Padre amoroso

      No es que no trabajasen mucho los padres de antaño, no, pero tenían más tiempo para sus hijos. El mío por ejemplo siempre llegaba a casa a las 11 de la noche, por supuesto que nos pillaba durmiendo. Pero al día siguiente a la hora de comer...todos estabamos juntos. Nos reíamos, comíamos, charlábamos y a veces nos "ganábamos" algún coscorrón, pero por lo menos, nos veíamos todos los días despiertos, no así el buen hombre de nuestra historia que empieza así:

     Cierto día, en la reunión de la escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres tienen que darles a los hijos. Ella creía que debían encontrar un poco de tiempo para dedicarles. Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana debido a su trabajo. Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho y que intentaba reemplazar esa falta dándole un beso todas las noches cuando llegaba a su casa y para que su hijo supiera que él le había ido a ver mientras dormía, hacía un nudo en la punta de la sábana.

     "Cuando mi hijo despierta y ve el nudo, sabe que su papá ha estado allí y lo ha besado. El nudo es el medio de comunicación entre nosotros", dijo. La directora se emocionó con aquella historia y se sorprendió cuando comprobó que el pequeño era su mejor alumno.

     Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal, que es la comunicación a través del sentimiento. Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana significan para ese niño mucho más que cualquier regalo que le hubiera hecho su padre para compensar sus ausencias.

     Seguro que el pobre hombre tenía que pagar el piso, el frigorífico, la lavadora el lavaplatos...en fin, una serie de cosas por las que tenía que trabajar (como decían en mis tiempos), a destajo. Pues bien señores, hay que trabajar, pero tambien estar con la esposa y sus niños...y si es necesario, con la suegra... que no le vendrá mal un paseito.