En las ciudades poco se oye cantar a los grillos, claro que, si uno está en el campo, no solamente se oye a los grillos, sino a muchos más bichejos que en los campos hay y nosotros no los vemos...pero los oímos.
Esto ocurrió en la ciudad...
Un indio que vivía en una reserva, fue a la gran ciudad a visitar a un hombre blanco al que le unía una vieja amistad. Iba paseando por la calle cuando, de repente, el indio tiró a su amigo de la manga y dijo:
-¡Escucho el canto de un grillo!
-¿Que oyes el canto de un grillo? -contestó el hombre aguzando el oído-. Yo lo único que oigo es el ruido del tráfico. Me parece que estás en un error, amigo, aquí no hay grillos. Y en el caso de que los hubiese, sería imposible escucharlos con tanto estruendo.
El indio avanzó unos pasos, quedándose parado ante la pared de una casa donde había una vid silvestre.
¡Allí estaba el grillo!
*Está claro que solo tú podías oír al grillo. Los indios tenéis el oído más desarrollado que nosotros*, le dijo su amigo.
- No estoy de acuerdo. Te voy a demostrar algo-, le contestó el indio mientras dejaba caer una moneda sobre la acera.
Al escuchar su tintineo, varias personas se giraron. El indio la recogió y dijo:
-Nuestro oído no es mejor que el vuestro. Simplemente uno oye bien sólo aquello a lo que le da importancia.
El indio, tenía razón. No solamente se volvieron varias personas al escuchar el tintineo de de una moneda...seguro que si hubieran sido billetes de 50 euros, tambien los habían oído.
Y si no que se lo digan a esas "personas" que se toparon con unos maleantes que habían reventado un cajero automático y los ladrones, que además eran tontos, perdían el dinero robado y estos transeúntes, que eran demasiado "listos"...cogieron los billetes.
La policía los está buscando todavía...
Una frase:
UN PINTOR ES UN HOMBRE QUE PINTA LO QUE VENDE. UN ARTISTA, EN CAMBIO, ES UN HOMBRE QUE VENDE LO QUE PINTA.
Autor: Picasso
Me ha gustado mucho este escrito del indio , la verdad que nos da una estupenda lección. Besicos
ResponderEliminarLos indios eran muy sabios, como todos los antiguos. Nos creemos que solo nosotros sabemos las cosas, pero los de4 antes sabían más.
EliminarUn besito querida Charo.
Creo que el indio tiene razón. Un beso
ResponderEliminarEl indio era muy listo, más que su amigo.
EliminarUn beso Susana.
El indio tiene una vida más en contacto con los sentires, la naturaleza le da esa oportunidad, en las grandes ciudades andan todos a los apurones, además detrás del dinero! Un abrazote Ma de los Angeles!
ResponderEliminarMuy cierto amiga María Cristina. Hay gente que no piensa más que en dinerito por eso no pueden escuchar a los grillo. Claro que pocos hay en las grandes ciudades.
EliminarYo lo que si oigo, son las cotorras, esas no se callan. Hay quien dice que vienen de Argentina, ¿Tenéis muchas allí?
Ya me contarás. Un fuerte abrazo querida amiga.
jajaja, si hay de la clase animal que se juntan en un árbol y dan la lata y muchas de la clase humana que no paran de parlotear pavadas, lamentablemente! Un abrazote!
EliminarUna historia muy bonita. Es verdad a veces solo escuchamos a lo que mas le ponemos atención. Me gusta el campo aunque vivo en Miami una ciudad muy ruidosa. Me encanta la frase de Picasso.
ResponderEliminarYo vivo en una urbanización a las afueras de Madrid, no oigo los grillos, pero si las cotorras, las hurracas y tambien hay muchos gatitos en el jardín de la comunidad. Al lindar dicho jardín con el de la Comunidad de al lado, no tengo ruido y podemos dormir muy tranquilos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querida Frases Bonitas.
Jaja. que gracia me has hecho con lo de oír la caída de un billete ¡Y anda que no!.
ResponderEliminarY una pregunta ¿la policía a quien sigue buscando a los chorizos o a las buenas personas que se los encontraron, y a los que los susodichos les alegraron el día?...espero que sea los primeros...porque si es a los segundos, que Dios nos coja confesados con ese cuerpo de policías.
Preciosa historia con una bonita moraleja.
Un fuerte abrazo, amiga.
Si amigo Manuel, es que los billetes no se oyen cuando se caen.
EliminarLos "amigos" que recogieron la perdida de los ladrones, todavía no han dado señales de vida.
Un fuerte abrazo.
Hola Mª Angeles, la historia es muy bonita, que razón tenia el indio, es difícil que en la ciudad se oiga un grillo, pero si prestamos atención seguro que oímos alguno, lo que si te aseguro que este verano tenemos cada serenata de las chicharras que es un primor y se escuchan, vaya que se escuchan:)
ResponderEliminarBesos.
Yo vivo a las afueras y tampoco los oigo, claro que el indio era muy listo.
EliminarYo lo que más oigo son las cotorras, de esas tenemos muchas.
Un beso querida Piruja.
Olá, Maria, como diz o ditado: quem é vivo sempre aparece!
ResponderEliminarPor isso apareci.
Pois é, minha amiga Maria, gostei muito dessa sua bela crônica , com essa mensagem tão importante sobre o que tem realmente valor:
a moeda, que quando jogada ao chão, desperta audição dos que gostam de dinheiro; o barulho do grilo, que desperta atenção dos que amam a natureza, como disse o índio ao seu amigo.
Um bom domingo, minha amiga,
um abraço.
Me alegra verte por aquí amigo Pedro, Como bien dices, "Quien está vivo siempre aparece" y me hace ilusión que hayas aparecido. Me alegro de que estés bien, lo mismo que toda tu familia. Tambien nosotros estamos bien y por ello damos gracias a Dios.
EliminarUn gran abrazo.
No veo mi comentario. Besos.
ResponderEliminarPerdona Teresa, si no has visto tu contestación ha sido mi culpa pues se me ha pasado por alto.
ResponderEliminarOtra vez te pido perdón. Un beso.
Muy acertado, el tintineo se oye por mucho tráfico que haya.
ResponderEliminar;)
Un abrazo.