Me trae muchos recuerdos esta plaza, pues a ella iba mi madre varios lunes, con una amiga, a lo que llamaban "las caminatas a San Nicolás. Iban a una iglesia que está en dicha plaza y, como es natural, el santo al que veneraban era, San Nicolás. Decían ellas que era muy milagroso y como es natural, yo también he ido. Hoy he encontrado algo de Antón Martín que creo que os gustará.
Lo que cuento hoy es, como la mayoría de cosillas que tienen como protagonista a mi querido Madrid.
En el siglo XVII aparece Antón Martín, personaje que a su muerte fue Santo. Nació en Mira (Cuenca).
Un día asesinaron a su hermano. Desde ese día el odio que sentía por el asesino de su hermano no le dejaba vivir en paz, decidió que no descansaría hasta que atraparan al asesino. Alguien le comentó que se encontraba en Granada. Hacia allí se dirigió, encontrando al asesino una semana después. Dió parte a la autoridad, que le arrestó.
Antón Martín puso su empeño en pedir la pena capital. Lo consiguió, no contento con ello, iba todos los días a la cárcel imaginandolo colgado de la horca. Uno de esos días tropezó con un fraile en la calle, a los pocos minutos entablaban una conversación sobre los proyectos que tenían. El fraile le contó que sus proyectos eran ayudar a los necesitados, el único proyecto de Antón Martín era ver morir a una persona. El fraile le dijo que perdonara igual que hizo Jesús en la cruz y si algún día cambiaba de idea fuera a buscarle al hospital donde él estaba, se llamaba Juan de Dios.
Desde ese día Antón Martín cambió y su corazón perdonó al reo, hizo gestiones para librarle de la muerte.Cuando lo consiguió, el reo y el fueron al hospital en busca del fraile. A la muerte de Juan de Dios, Antón Martín continuó su labor.
Reinando Carlos V, se traslada a Madrid y funda el hospital del Amor de Dios. Desde aquél día Antón Martín pedira limosna por las calles para mantener su obra hasta su muerte.
La plaza donde vivió y murió lleva su nombre, hoy, hay una estación de metro, un cine, un teatro y un...¡Dios mío si el pobre levantara la cabeza!
Sus restos del hoy Santo, se veneran en un sarcófago de mármol y bronce en una capilla de la iglesia de San Rafael.
Desde siempre me ha gustado leer la historia de los santos y la de este la desconocía. Besicos
ResponderEliminarHabrá muchos Santos que no conocemos y Antón Martín era uno de ellos. Me alegro que lo hayas conocido por mi.
EliminarYa sabes que me gusta mucho la cosa de los santos y voy a procurar poner cosas asi.
Un besito.
Gracias por contarnos esta historia. Un beso
ResponderEliminarEstoy segura que te ha gustado. Un beso.
EliminarUna muy interessnte historia.
ResponderEliminarSupo perdonar y eso es muy importante.
Un abrazo.
El perdón siempre es bueno y en este caso, lo fué.
EliminarUn abrazo.
Cuñada como me gusta lo que escribes tienes mucha ymajinacion y muy inteligente besos
EliminarNo conocía la historia siempre pensaba que habría sido un político o un militar. En esa plaza
ResponderEliminartambién está desde 1870 la farmacia El globo.
Un abrazo.
Pues ni era politico ni militar, era simplemente un santo.
EliminarComo bien dices, en esta plaza está la famosa Farmacia El Globo aunque por más que mire en Internet ninguna fotografía me venía bien. Siempre había gente, que dicho sea de paso yo no quería que salieran, pero tienes toda la razón, se ve que conoces Madrid.
Yo he ido mucho por esta plaza, en la que también esta la Iglesia de San Nicolás
Un fuerte abrazo.
Siempre es mejor perdonar y dejar ir el rencor,. Qué buena historia, Ma de los Angeles! Gracias por traerla, un abrazote!
ResponderEliminarHizo bien en perdonar, seguro que se quedó más tranquilo.
EliminarMe alegro que te haya gustado la historia, pues siempre busco algo que os guste a todos.
Un fuerte abrazo y un beso guapa.
Una historia muy interesante, al perdonar encontró su paz interior para seguir el mejor camino.
ResponderEliminarAbrazos.
Como bien dices, hizo bien en perdonar pues asi solo se pudo sentir feliz.
EliminarUn abrazo bien fuerte querida amiga.
Gracias, amiga, por tan interesante historia de este Santo, de la que no tenía ni idea., y aunque tardó, al final consiguió perdonarle y así encontrar su paz interior, como debe de ser y más en un religioso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga.
No me tienes que dar las gracias, estoy bien pagada sabiendo que os gustan mis historias. Ya se que has venido muchas veces a Madrid, seguro que tambiçen has visitado esta plaza y la iglesia de San Nicolás que también estça en dicha plaza.
EliminarUn gran abrazo amigo.
No conocía la historia de este santo, me ha gustado. Muchos besos.
ResponderEliminarMe alegro mucho querida amiga. Yo no la conocía hasta que calló en mis manos una revista en la que la contaba.
EliminarMuchos besos para ti también.