lunes, 22 de enero de 2024

Una Mecedora maldita


 

     Hoy he leído algo que me ha puesto los rizos de punta. Tenemos en casa una mecedora, en ella me siento a leer, ver la televisión y algunas veces simplemente a descansar.

     La mecedora es el disfrute de todo aquel que llega a casa, desde luego cualquier amigo o vecino que llega, lo primero que hace es sentarse en la mecedora, que dicho sea de paso, es muy agradable, el caso es que la mecedora está muy concurrida.

     Como he dicho, ayer, como leo todo lo que cae en mis manos, aunque sea la publicidad del buzón, ayer me  "cayó" una historia un poco espeluznante...es está...

     Un joven, al pasar por una casa de esas que venden cosas usadas, que no por eso están rotas, al contrario, algunas son verdaderas reliquias, algunas son por cambio de mobiliario. Pues bien, este joven vió por el escaparate una estupenda mecedora, era muy antigua, estaba lógicamente usada pero en muy buen estado, no se lo pensó, entró y despues de saber el precio dijo que se la llevaran a casa.

     Ya en la casa. la colocó en un sitio donde tenía buena luz para además poder leer. El joven estaba muy contento con su mecedora, la usaba muy a menudo. Un día estaba en la otra habitación, oyó un crujido raro, fue al salón y no vió nada. Otro día volvió a escuchar el mismo crujido, hizo lo mismo, mirar por toda la casa por ver de donde venía y...nada.

     Esto le ocurría todos los días, uno de estos días despues de oír el dichoso crujidito se fue hacia el salón y...vio que la mecedora se estaba balanceando sola con el correspondiente crujido.

     Pasados dos días, uno de sus amigos y compañero de trabajo, al ver que no iba a trabajar y tampoco había mandado aviso de su falta, se personó en el domicilio del compañero, vio que la puerta se podía abrir con facilidad, entró y, al llegar al salón, vio a su compañero y amigo...muerto sentado en la mecedora.


Mi mecedora era nueva cuando la compre, pero, lagarto, lagarto...Ummm.

14 comentarios:

  1. Por suerte la mía, muy parecida a la de la foto, me la regalaron nueva de trinca, de eso hace mogollón de años.
    Y se porta bien, no se mece sola.
    Aunque no sé, si me la miraré igual a partir de ahora. ;)
    Un abrazo.

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    1. La mía también tiene muchos años, es un mueble que siempre nos ha gustado pues en casa de mis padres también había una.
      La de casa tampoco se mece sola.
      Un abrazo Alfred,

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  2. Qué susto. Yo también tengo una. Un beso

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    1. No te preocupes Susana, yo la tengo muchos años y, gracias a Dios no ha pasado nada.
      Un beso querida amiga.

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  3. Tu mecedora tiene toda la pinta de ser muy amigable ya que dices que está muy concurrida y eso es buena señal. Tu historia es tremenda, me ha dado "mieditis". Besicos

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    1. Espero que se te haya quitado ese "mieditis" que tanto te asustó.
      Creo que todos habéis sentido algo de miedo. Verás, ayer fui a la farmacia y la farmacéutica, que me lee todos los lunes, me dijo: "-Yo quería comprarme una, pero ya no la quiero".
      Creo que ha tenido más miedo que tu.
      Un fuerte beso querida Charo.

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  4. Una historia de miedo! Nunca tuve una, a pesar de que me gusta verlas en otras casas, después de esto tampoco la tendré! jajaja,
    un abrazote Ma de los Angeles!

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    1. Mira que eres miedosa Maria Cristina. Seguro que te vendría muy bien, pues yo es donde mejor me encuentro, ¡claro que la compré nueva!
      ¡¡Ah, en una tienda de muebles!!
      Un fuerte abrazo querida amiga.

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  5. Me gustan las mecedoras, pero nunca he tenido. La historia da un poquito de miedo. Besos.

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    1. No te asustes amiga, no todas son iguales.
      Un beso querida Teresa.

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  6. Hola Mª Angeles, madre mia, como bien dices lagarto lagarto, que miedo, mi abuela si que tuvo mecedoras y recuerdo que eran muy bonitas, lo que no recuerdo que fue de ellas pero a mi casa no vinieron jeje, y mis padres no tuvieron mecedoras, leyendo la historia desde luego que yo no me compro una y tu ten cuidado:)

    Besos.

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    1. La mía tiene muchos años y no creo que a estas alturas haga algo malo, ademas la compre en una casa de muebles. ¡¡Claro que entonces no sabía lo que había hecho esta de la leyenda!
      Creo que tu no tienes miedo.
      Un beso querida Pili.

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  7. Interesante minirelato de suspense.
    Un abrazo.

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    1. Espero que a ti no te haya dado miedo. Las mecedoras son muy decorativas, además de cómodas.
      Un abrazo amigo Matías.

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