Hace unos días me llamó uno de mis hermanos comunicándome que en t.v. ponían la película El pisito, lo hacía porque sabe cuanto me gusta todo lo que sea del Madrid antiguo y claro, esta película está rodada halla por los años cuarenta. Lo que no sabía mi querido hermano es que, además de haber visto dicha "peli", también vi y conocí a sus protagonistas, pero a los de verdad, ya que esto fue un suceso muy comentado y verdadero de aquella época:
El auténtico protagonista fue un policía armada (lo que ahora sería, nacional), su nombre propio no lo recuerdo pues mi padre cuando hablaba de él le llamaba Panchito. Os cuento como le conocí:
Mi padre, como ya he contado varias veces, era policía municipal, estaba de servicio en Puerta del Sol esquina a Arenal, por allí corrían los coches que daba gusto, hasta que mi padre los daba el alto para que pasaran los peatones (entonces no había semáforos), todas las tardes, estos policías tenían media hora de descanso, que aprovechaban para fumarse un cigarrillo y el que podía se tomaba un café. Casi todos iban al cuartel de la policía armada que estaba en la Plaza de Pontejos, justo detrás de lo que es hoy el edificio de la Comunidad de Madrid. En dicho cuartel había un restaurante al que solo podían entrar los "polis", grises y azules. Como es natural allí conoció mi padre al bueno de "Panchito" pues muchos días se tomaba el cafelito con él.
Recuerdo que cuando mis padres iban al teatro y como vivíamos lejos del centro, mi padre cenaba en el cuartel mientras esperaba a mi madre. Un día, cuando yo cumplí los 18 años...Uff que lejos están¡¡¡ mis padres me llevaron al teatro Albeniz a ver una obra de Tony Leblanch y allí conocí yo también al tal Panchito.
En aquellos tiempos casi nadie, o mejor dicho nadie, tenía piso propio todos vivíamos de alquiler, este señor al que me refiero, como tantos solteros que se habían venido a la Capital en busca de trabajo y como tantos otros vivía de patrona, lógicamente algún día se tenía que casar pues además tenía una novia muy maja, no era tan raspa como la ponen en la película, era bastante modosita, lo único que quería era casase con su novio, que dicho sea de paso, tampoco era como Jose Luis López Vázquez, no, este era un hombre guapísimo, alto como mi padre y le sentaba el uniforme de maravilla, ahora, no me extraña las prisas de Angelina, de su nombre si me acuerdo, además en aquellos tiempos(y mucho después) no nos podíamos coger los novios ni las manos.
El caso es que la cosa se enredo. Los chicos querían casarse, no encontraban casa, la que encontraban no la podían pagar, pues el sueldo de un policía era de 300 pesetas al mes y la verdad es que no daban para mucho.
Un día la pobre patrona de Panchito, "pilla" un resfriado de "tente y no te menes", se pasaba las noches tosiendo, con fiebre, no tenía apetito y no se cuantas cosas más. Un amigo de estos que lo saben todo y no saben nada, le mete en la cabeza al policía la idea de que se case con su patrona pues si se va a morir así se queda el con el piso, ya que la ley no le podía echar.
A todo esto la vieja cada día peor, el amigo azizañando a Panchito, Panchito desesperado porque estaba loco por casarse con Angelina...total...que urden la trama.
Cuando le propuso el casamiento a la anciana, esta casi ni se enteró, el médico dijo que no pasaba de esa semana, así que aligeraron los trámites y...los casaron en artículo mortis.
No habían pasado cuatro días cuando doña Nosequé, empezó a florecer, se le fue la fiebre, ya no tosía y se le puso la cara más hermosa que un sol cuando le dieron un caldito de Maggi.(era lo único que había en aquella época)
La desesperación de Angelina no tenía límites, entonces no existía el divorcio y la anciana estaba la mar de contenta cuando se enteró que se había casado con aquel chico tan guapo.
Lo único que recuerdo es que, cuando llegaba mi padre del servicio por las noches y mientras cenaban le contaba todas las novedades que traía a mi madre, mis hermanos y yo ya estábamos acostados pero oíamos a mi madre reír y según me enteré, en el cuartel de la Policía Armada de la Dirección Generál de Seguridad de Madrid...Había tal cachondeo...
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