!!!!Menudo negocio¡¡¡¡
Estas empresas que instalan las televisiones en las habitaciones de los enfermos tienen montado un gran negocio, digo esto porque lo he presenciado yo misma con mis ojitos y escuchado con mis oídos que, aunque no oigo muy bien me he enterado de todo perfectamente, vereis, os cuento.
Resulta que han operado a un hermano mío, le han hecho una operación importante de colon y, claro lleva el pobre más de diez días en el Hospital del Henares.
Lógicamente aunque está pachuchín, para mitigar un poco su malestar le ponen la t.v.
El lunes por la mañana cuando fui a visitarle, sentí una gran alegría de ver la mejoría que tenía y lo guapo que estaba, pero la que no tenía muy buena cara era su esposa, mi cuñada Pili. Cuando le pregunté que a qué se debía su mal humor me lo contó: Lo primero que me enseñó fue un montón de tarjetas que yo creía que eran de crédito, pero no, eran las tarjetas que había comprado para que mi hermano estuviese distraído viendo la t.v. Estas tarjetas le habían costado "un huevo", según ella, pues la que menos costaba eran 20 euros. Las tenía de 30 y hasta de cincuenta euros. No pasaría nada si las disfruta, pero no se daba el caso ya que cuando a la tele le daba la gana se cortaba y siempre según creo cuando había algún partido de fútbol, esto le daba una patada en la barriguita cosida de mi hermano, pero, !Ah¡ para eso estaba su mujercita para protestar ya que él no podía.
Mi querida cuñada es buena, trabajadora, buena esposa y mejor madre pero...tiene un genio que...Ah y mide metro y medio (no es que yo mida mucho más) lo digo porque aunque es pequeñita, se sabe defender muy requetebien.
Bueno en este caso tenía toda la razón del mundo. Como ya se habían gastado más de 120 euros en tarjetas y la tele no funcionaba, Pili llamó a la empresa de dicha tele y les explicó que estaba harta de pagar para no ver la tele, que hicieran el favor de pasarse por el hospital y arreglaran el desaguisado.
Se personó un empleado, miró, remiró, volvió a mirar y dijo que antes de llamarle debían de leer las instrucciones, estas estaban con una letra tan pequeña que de verdad casi no se podían leer, al menos yo no podía, y no se le ocurre al pedazo de memo, nada más que decirle a mi cuñada que seguro que no sabía leer. A partir de ese momento ya las palabras fueron a mayores, hasta tal punto, que mi hermano le dijo: que si no fuera porque tenía un montón de sondas puestas le iba a enseñar a comportarse con una señora.
Después de este percance el operario se dedicó a repasar todos los aparatos del hospital, que dicho sea de paso estaban peor que el de la habitación de mi hermano.
Pili para moverse un poco se estaba paseando pasillo arriba, pasillo abajo, cuando al pasar por una de las habitaciones ve al "arreglador de teles" discutiendo con una ancianita que le había ocurrido lo mismo y ella ni corta ni perezosa y que no se calla ni debajo del agua...no lo pensó, se fue a defender a dicha señora y le dijo:-Ve como tenemos razón? No hay derecho a esto que nos hemos gastado un dineral en tarjetas...ni que estuviéramos en el hotel Palace.
Yo creo que el hombre también estaba ya nervioso porque volviéndose hacia mi cuñada le soltó.
-Señora déjeme ya en paz que no para usted de darme la vara, jajajaja, cuando me lo contaron me estuve riendo un rato y lo bueno es que también mi hermano se reía...Ah, y Pili tambien.
No se como habrá quedado la cosa, si les han devuelto el dinero (me extraña) o si les han dado alguna tarjeta extra, ya me enteraré como ha quedado la cosa, pero lo que si es cierto es que me parece un abuso que cobren tanto porque un enfermo vea la tele...
jajaja
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