Después de tanto ajetreo con la JMJ, nuestro párroco ha cogido una vacaciones bien merecidas. Hoy domingo nos ha dicho la misa un misionero de los que aún no se han marchado a su lugar de referencia después de la visita del Papa y están haciendo suplencias. Este en concreto nos ha gustado mucho y os voy a decir por qué: Nuestro cura, ya sea porque nos conoce o por que nos quiere tener mucho tiempo junto a él, nos hace unas homilías de media hora, no es que nos moleste pero hay veces que...cansa. Por lo menos eso pensamos unos cuantos, entre los que me incluyo.
Hoy después del término de la misa y mientras estábamos fuera de la iglesia despidiéndonos hasta el próximo domingo, ha salido este misionero que claro está, se iba. Al pasar junto al grupo que estábamos de charla, nos ha saludado, yo que le tenía más cerca le he dicho-Padre, usted debía de quedarse con nosotros aquí, el muy simpático, se para y nos dice: -Claro os ha gustado me brevedad. Acto seguido nos comenta que según dicen en su pueblo... "en el tiempo de los melones, que sean corto los sermones, y en el de las sandías...más todavía". Pero no queda ahí la cosa, para rematar, sigue con otra coletilla y dice que los sermones deben de ser como las minifaldas...cortos y que enseñen mucho.
!No es un encanto de cura¡ !!!Que pena que se vaya tan lejos¡¡¡
Cuento esto porque me ha parecido gracioso y simpático este buen misionero, es muy mayor, pues tiene el cabello totalmente blanco pero andaba con una jovialidad y alegría que ya la quisieran muchos de esos que están forrados de dinero, casas, coches...señoras y...
Bueno mejor me callo, pues yo también soy mayor y tengo mucha alegría aunque tengo pocas cosas materiales...ni falta que me hacen..Pero tengo fe y eso me alegra enormemente.
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