viernes, 7 de septiembre de 2012

La casa de los duendes

Esto va para mi amiga Piluca que es muy miedosa, seguro que cuando lo lea no entra sola en casa.

Allá por el siglo XVIII, muy cerca del palacio de Liria, existió una casa propiedad del príncipe de Antillanos. Más tarde viviría en esta casa apartada del centro de Madrid, Nicolás de Guzmán. A su muerte, la casa estuvo varios años deshabitada, hasta que unos "hombres" la alquilaron. No se veía señal de que estuviese habitada, pero por la noche varios hombres se reunían, apostaban gran cantidad de dinero. Una noche se originó una discusión, de repente se abrió una puerta  aparecieron varios enanos con garrotes se abalanzaron sobre los jugadores golpeándoles. Salieron todos corriendo y no volvieron mas.
Meses después doña Rosario de Benegas compró esta casa, tardó unos días en decorarla, cuando acabó echó en falta un cortinón y una imagen del Niño Jesús. Echaba la culpa a los criados cuando sin saber por donde, entró un duende que traía la imagen del Niño Jesús, detrás de él iban cuatro duendes portando el cortinón. Todos se quedaron boquiabiertos, acto seguido salieron huyendo con criados y muebles.
Volvió a quedarse deshabitada la casa hasta que un clérigo de Jaén se instaló allí. Un día mientras escribía al obispo solicitándole un libro del padre Tineo, apareció un duende con el libro, al día siguiente el clérigo decidió marcharse de esa casa.
El clérigo cedió la casa a una lavandera.
El día maneció soleado, dejó la lavandera la colada oreándose en unas matas a orillas del Manzanares, por la noche se desató una tormenta y la lavandera no pudo ir a recoger la ropa y lloro recordando el mal carácter de la marquesa.
De repente oyó un fuerte portazo y vio a dos duendes empapados dejando en el suelo un barreño con toda la ropa.
La lavandera abandonó ese mismo día la casa.
La casa estuvo cerrada, pues ya era conocida como casa encantada. Un día al atardecer se presentaron una comitiva portando velas, agua bendita, kilos de sal y centenares de rezos pero no se encontró a nadie.
El pueblo se dirigió con picos dispuestos a derribar la casa, poco después la incendiaron. Mas tarde cuando ya solo quedaban escombros, se vio salir a nueve enanos por una trampilla muy disimulada que había en el piso de abajo. Se dijo que eran falsificadores de monedas...


Creo que esta casa estaba situada donde hoy es Ayala 96

14 comentarios:

  1. Ma.de los Angeles, qué historias más desopilantes tenés para contar, pero me dio pena el hecho de que no tomaran de buena manera la ayuda de los duendes, cada habitante de la casa salió huyendo! El final rompió el encanto, al fin y al cabo eran delincuentes! Un abrazote!

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    1. En esa situación tu no correrías?
      También eran otros tiempos, ahora los habrían descubierto antes.

      Un beso

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  2. Aca decimos "brujas no hay, pero que las hay...las hay" interesante tu historia de la casa encantada, al mismo tiempo que soy de los que suelen creer...
    Muchos saludos María De Los Ángeles.

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    1. Yo también estoy de acuerdo contigo Lao haberlas ahilas, como dicen los gallegos.
      Un saludo afectuoso

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  3. Ya me gustaría a mí tener unos duendes cómo esos..........encima que ayudaban huían de ellos sin ni siquiera darles las gracias.Besotes

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    1. Ya me gustaría saber que harías tu en su lugar, jajaja. Yo estoy segura que correría.
      Charo, aquí hay opiniones para todos los gustos.

      Un besito

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  4. ¡¡¡Pobres duendecillos!!!
    Un abrazo.

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  5. Los enanos siempre estan a la vanguardia de los misterios y de los cuentos de encanto.
    Si que habia una historia fuerte en aquella casa. A pesar de lo ultimo del relato; siempre quedara la duda.
    Un beso gata y como siempre; muy interesante.

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    1. Gracias Pluma y Data, por tu visita y por tus amables palabras
      Un beso

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  6. ¡Pobres duendecillos! Ellos solo querían ayudar, pero yo no me compraría esa casa ni loca, ¡por si acaso! jejeje

    Un abrazo

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    1. Yo viviría lejos de ella por si el diablo enredaba.
      Un abrazo Hada...

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  7. Me ha encantado la historia María de Los Ángeles, pues me recuerda a una historia que se hizo muy famosa en mi barrio cuando era niño, de hecho, allí está situado un bar que se llama "El Duende". Paso por aquí a saludarte tras mi ausencia durante las vacaciones. Espero que estés bien. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  8. Bienvenido Pepe. Estoy bien y deseo que lo hayas pasado bien descansando y preparándote para la temporada que se aproxima.
    Un abrazo

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