Mágico, eso es lo que me parece el Castillo de Segovia. No me extraña que Walt Disney lo tomara como modelo para su magnífica película "La Cenicienta".
Hoy, que tengo un ojo con una conjutivitis, que apenas tiene importancia, pero como soy una cobarde no paro de quejarme. El caso es que no me puedo quejar a nadie, me encuentro sola en casa. Tampoco es cosa de llamar a la familia por una cosa tan simple...
Pues bien, hoy como no tenía ganas de nada, he echado mano a mi videoteca y me he topado con la "peli", "La Cenicienta".
¡Que rato más feliz he pasado!
Y cuando veía el hermoso castillo, pensaba en Segovia. Esta ciudad la conozco como Madrid, Toledo y Alcalá de Henares, ya que las visito con mucha frecuencia.
La primera vez que estuve en Segovia, tendría yo 17 años (hace dos días). Fui de excursión con unas 20 chicas y dos monjas.¡Que bien lo pasamos!
Ese día vimos el castillo entero, visitamos todas las salas, las almenas e incluso el balcón por donde el infante don Pedro estaba jugando y se cayó a los acantilados. Nos contaron, que cuando la niñera vio caer al infante, por un descuido de ella, asustada y apenada, se tiró detrás del infantito. No son pocos los que aseguran que el alma de la niñera sigue rondando por las salas de la fortaleza.Otra cosa que nos contaron muy curiosa: Desde una de las torres de la zona Norte, Alfonso X el Sabio, contemplaba el firmamento e intentaba descifrar sus secretos.
Aprendí muchas cosas en la época que iba con las monjitas, pues con ellas siempre teníamos las puertas abiertas de Museos, Catedrales, Conventos. Incluso una vez estuvimos en el Seminario de Comillas Santander), aquí lo pasamos en grande pues era el día de San Ignacio de Loyola, (Patrón de los Jesuitas) y, aunque llegamos a los postres, nos "hinchamos" de helado.
Estoy hablando de los años 50. si por casualidad me lee algún curita de aquel seminario, alguna monja, que también las hubo entre nosotras, o simplemente, cualquier ama de casa, como yo...que sepan todos que los recuerdo con amor.
¡¡¡Mi ojo da pena verlo!!!
Tu quéjate del ojo, no te importe hacerlo, que una buena queja alivia bastante todo tipo de dolor.
ResponderEliminarYo no tengo tan buen recuerdo de las monjas de mi cole, eran un auténtico sufrimiento y eso de llevarnos de excursión.......bueno, solo una vez a Cervera a ver la Pasión y aunque nos gustó muchísimo a todas las niñas que fuimos no volvió a repetirse. estas santas hermanas eran demasiado ligeras con las manos a la hora de darte un pescozón o bofetada por cualquier tontería y si te quejabas en casa la cosa era peor ya que las monjas "siempre tenían razón".Besotes
Charo siento tu mala experiencia con las monjas, yo quizá tuve más suerte y nunca me gané un cachete de ellas. ¿No será que tu eras más traviesa que yo? Jajaja.
EliminarEl ojito ya está curado...no me quejé.
Un beso guapa
Ma.de los Angeles, que se te cure pronto la conjuntivitis, y gracias a ella tuvimos estas anécdotas que recordás con tanto cariño,pienso que los buenos recuerdos de nuestra niñez y adolescencia nos enriquecen para siempre aunque la vida luego nos golpee un poco, un abrazo!
ResponderEliminarGracias María Cristina, ya se me ha curado el ojito. Me alegro que te gustaran las pequeñas ánecdotas de mi juventud. Como bien dices, la vida después nos da algún palo que otro.
EliminarUn gran abrazo
Muy buen relato, yo también tengo buen recuerdo del cole. Espero que se te cure pronto ese ojillo María de Los Ängeles. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
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EliminarAquellos tiempos que pasé con monjas, curas y monaguillos fueron inolvidables para mí, siento que otros hayan tenido malas experiencias, nos es nuestro caso ¿Verdad Pepe?
Un gran abrazo
No cabe duda que: en cada rincon de ese maravilloso pais; ahy un rincon lleno de historia y belleza.
ResponderEliminarUn poco de envidia de saber lo bien que la has pasado ahi y de aquellos recuerdos que son un verdadero tesoro del alma.
Un beso gata y con respecto al ojo...Bueno, ya sabes mi opinion.
Te doy toda la razón del mundo, creo que no hay un País tan hermoso como el mío.Los recuerdos también son hermosos.
EliminarTe he obedecido en todo, menos en ir al hospital, jajaja.
Un fuerte beso Pluma y Data