miércoles, 17 de abril de 2013

Un vaso de leche

Amiga Juanita: Me preguntas que de donde saco tanta imaginación, pues verás, no todo lo que escribo es de mi imaginación. Yo he leído, leo y leeré muchiiiiiisimo y mucho de lo que cuento es que antes lo he leído. La verdad es que tengo buena memoria  cuento cosas que han pasado hace mucho tiempo, también las disfrazo o les añado algo de mi "cosecha". Me hace muy feliz que alguien como tú, licenciada en letras, se lo pase bien leyendo "mis cosas", preparate, que hoy va una historia muy bonita, te la dedico a ti y todos los que me leen habitualmente. Como dicen los taurinos...Va por vosotros.
Un día un pobre muchacho que iba vendiendo cosas de casa en casa para pagarse sus estudios, tenía hambre y no tenía ni un céntimo. Decidió pedir algo de comer en la siguiente casa. Sin embargo, se puso nervioso cuando una encantadora joven abrió la puerta. En lugar de comida, pidió un vaso de agua. A ella le pareció que el muchacho debía de tener hambre, así que le dio un vaso de leche. Él se la bebió despacio y después preguntó:-¿Cuanto le debo? -No me debes nada-respondió ella-
-Mamá nos enseñó que no aceptáramos pago por un acto de bondad.
-Entonces le doy las gracias de corazón.
Cuando Howard Kelly dejó esa casa, no solo se sentía más fuerte físicamente, si no que su fe en Dios y en el hombre era más fuerte también.
Años después, esa mujer enfermó de gravedad.Los médicos de la localidad
 estaban desconcertados. Al final, la mandaron a la gran ciudad, donde llamaron a los especialistas para que estudiaran su enfermedad. Avisaron al doctor Howard Kelly para la consulta. Cuando escuchó el nombre de la ciudad de donde ella provenía, una extraña luz llenó sus ojos. Se levantó de inmediato y corrió el pasillo del hospital hasta llegar a su habitación.
Llevando puesta su bata de médico, entró a verla. Ella  no le recordaba, pero él la reconoció al instante. Regresó a la sala de consultas, decidió hacer todo lo posible por salvarle la vida. A partir de ese día le prestó una atención especial al caso. Después de una larga lucha, se ganó la batalla.
El doctor Kelly pidió a la oficina que le pasaran la factura final para aprobarla. La miró, después escribió algo al margen y se la envió a la habitación de ella. La mujer temía abrirla, ya que estaba segura que le llevaría el resto de su vida poder pagarla. Al fin la miró y algo captó su atención al margen de la factura. Leyó estas palabras: Completamente pagada con un vaso de leche, firmado:
Dr. Howard Kelly.

15 comentarios:

  1. Hola Maria de los Ängeles.
    Es una historia preciosa.
    El bien que hizo esta mujer le fue devuelto al cabo de muchos años, por la persona a la que en su día favoreció.
    Amor con amor se paga.
    Un beso, Montserrat

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu visita. Encantada de que te haya gustado. Te ha venido muy bien el refrán.
      Un beso muy fuerte Montserrat

      Eliminar
  2. María de los Ángeles:
    Está bien dicho: lo que se siembra, se recoge. Y además, amor con amor se paga.
    Muy buen mensaje nos deja la historia que nos cuentas; te felicito por ello, pues siempre tratas de propagar el bien.
    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Arturo.
      Tu también has echado mano del refranero. Gracias por tu visita, espero que la próxima también te guste.
      Un fuerte brazo

      Eliminar
  3. Hola: Esta historia tan bien contada, me ha recordado un refran que mi madre nos repetia con frecuencia.
    "Haz bien y no mires a quien"

    Gracias por tu comentario y seguimiento en el blog de Josefa.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Josefa. Gracias por tu visita. Ya veo que tú también has sacado otro refrán.
      Gracias otra vez por tu amabilidad hacia mi blog.
      Un fuerte beso

      Eliminar
  4. Ma.de los Angeles, como en todas tus historias, tenés siempre la capacidad de sorprendernos, una hermosa historia, un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero seguir haciéndolo para que estéis contentos y no me abandoneís.
      Un beso María Cristina

      Eliminar
  5. Una entrañable historia de auténtico agradecimiento pues "es de bien nacidos ser agradecidos". Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Charo, hoy me habeís recordado todos los refranes al respecto.
      Lo mejor de todo es, recibiros a vosotros.
      Un beso

      Eliminar
  6. Hola!!!! Soy Liova y correspondo a tu visita con este comentario. Tienes un blog muy bien trabajado y sincero. Te visitaré con más tiempo en breve. Un saludito desde Cáceres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida Liova. Espero verte por aquí más veces amiga cacereña.
      Saludos a toda Extremadura...¡¡¡Como se come en Trujillo!!!
      Un saludo

      Eliminar
  7. El saber darse siempre trae sus recompensas.
    Gratisimo visitarte.

    Cariños

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu visita Abuela Ciber. Para mí también es muy grato tenerte aquí.
      Un beso

      Eliminar
  8. Esta humanisima historia que cuenta nos hace ver que aún podemos confiar en las personas.

    Saludos de un madrileño ahora vecino del mar.

    Gracias por la gentil entrada.

    ResponderEliminar