Me llama muy impresionada mi amiga Piluca para contarme lo que le ha ocurrido a su canario:
Me cuenta que tenía la jaula de su canario encima de la mesa de la cocina donde le daba un rayo de sol.
Como tenía que hacer la comida fue a cambiar la jaula para que al animalito no le molestaran los olores del aceite, pues iba a preparar una tortilla de patatas.
Cunado cogió la jaula, vio con sumo dolor que el canario estaba patas arriba en el suelo de su aposento. Lo sacó, lo miró para ver que le pasaba...el pajarito...tieso. Notó como un pequeño ruidito que salía de su cabecita. El pico lo tenía tan apretado, que Piluca haciendo palanca con un cuchillo, se lo abrió un poco e intentó insuflarle aire, o sea, lo que diríamos, hacer el boca a boca. En este caso, boca-pico.
El pájaro no daba señales de vida, entonces Piluca lo echa al cubo de la basura y se pone a pelar patatas para la tortilla que pensaba cocinar. Como es lógico tira las mondas al cubo, después los cascarones de los huevos y los restos de pelar la cebolla.
Cuando terminó de hacer la tortilla se acuerda de su canario, le da pena y piensa que no es sitio para enterrar a su lindo canario que con tantos cánticos le ha deleitado, los muchos viajes que ha hecho con ella a su casa de la playa, por lo tanto, abre el cubo, retira los desperdicios acumulados sobre el canarito, lo limpia, lo envuelve en un pañuelo blanco de caballero y se le ocurre...ponérselo en las manos de un imagen del Sagrado Corazón de Jesús que tiene desde hace más de cuarenta años.
Lo deja allí y de momento se olvida de él. Sigue con su comida, pone la mesa para el almuerzo y espera la llegada de su esposo.
Al poco tiempo llega su esposo y va a recibirle.
Cuando entra en el recibidor donde está la imagen de Jesús y el "cadáver" de su pajarito...ve, que el pañuelo blanco donde estaba envuelto...se movía. Claro está enseguida lo coge y ve con gran asombro que su canario está vivo.
Ella de la emoción ha empezado a llorar con el canario en sus manos.
El lindo canarito ha vuelto a su jaula y según me dice mi amiga, canta mejor que nunca.
Cada uno que saque sus conclusiones. La mía es que...La fe hace milagros.
María de los Ángeles:
ResponderEliminarLos milagros existen.
Un gran abrazo.
Estoy segura de ello. El viernes pasado se ha obrado uno en mi, no lo puedo contar públicamente...Pero me siento muy feliz.
EliminarUn fuerte abrazo Arturo
Testimonio irrefutable, Ma.de los Angeles, tu amiga puede sentirse feliz, un abrazo!
ResponderEliminarSi, si puso muy contenta y lloró de alegría.
EliminarUn beso María Cristina
Bonita historia. Besicos.
ResponderEliminarGracias trimbolera, eres muy amable.
EliminarUn besazo
Una historia con final feliz, me encanta....yo no tuve esa suerte con mi tortuga Rogelia que también me la encontré muerta en su jaula.Besotes
ResponderEliminarYo tampoco tuve suerte con mi gatita Rufa.
EliminarYa lo he contado muchas veces, murió después de operarla de cáncer de mama. ¡Ya te puedes hacer una idea lo que pasamos.
Un beso Charo
Curiosa historia, con sus gotitas de emoción.
ResponderEliminarY desde luego, ya no quedan mujeres casi como ustedes en España, quiero decir que ustedes, la generación del tiempo de mi madre, ha dado lugar a una generación, la de mi época, caracterizada por mujeres postmodernas, materialistas, ultrafeministas, deshumanizadas, vacías de Dios y de valores solidarios...
La mayoría es así, que no quiere decir que sean todas.
Saludos.