¿Qué quieres ser, cuando seas mayor?
Esta pregunta se la hizo una madre de 26 años mirando a su hijo que moría de leucemia terminal. Como cualquier madre deseaba que su hijo creciera y realizara sus sueños.
Ella tomó la mano de su hijo y le preguntó: ¿Alguna vez pensaste lo que querías ser de mayor?
"Mami, siempre quise ser bombero cuando creciera".
La madre sonrió y dijo: "veamos si podemos hacer realidad tu sueño".
Más tarde ella se dirigió a la estación de bomberos. Allí conoció a un bombero con un corazón tan grande como una catedral. Le explico el último deseo de su hijo y le preguntó si era posible darle un paseo en un camión de bombero. Este hombre dijo: "Mire, podemos hacer algo mejor que eso". Tenga a su hijo listo el miércoles a las 7 en punto de la mañana y lo haremos un "BOMBERO HONORARIO" durante todo el día. Puede venir con nosotros, comer con nosotros, salir con nosotros cuando recibamos llamadas de incendios. Y si usted nos da sus medidas, le conseguiremos un verdadero uniforme de bombero, con un sombrero que lleve el emblema amarillo como nosotros y sus botas de hule.
Tres días más tarde el bombero recogió al niño, le puso su uniforme de bombero y lo condujo desde la cama del hospital hasta el camión de bombero.
Hubo tres llamadas ese día y el niño salió en las tres llamadas. Fue en tres camiones diferentes. Le tomaron videos para las noticias locales de televisión.
Habiendo hecho realidad su sueños y con todo el amor y la atención que le fue dada, el niño fue tocado tan profundamente en su corazón, que logró vivir tres meses mas de lo que cualquier médico pensó que viviría.
Una noche todas sus señales vitales comenzaron a decaer. La madre llamó al jefe de la estación y le preguntó si sería posible que enviara a un bombero uniformado mientras el niño entregaba su alma, el jefe le dijo: "Haremos algo mejor" estaremos allí en cinco minutos. Y por favor ¿Podría abrir
la ventana de su cuarto?
Cinco minutos más tarde un gancho y la escalera de un coche de bomberos, llegó al tercer piso donde estaba la ventana abierta del cuarto del niño y 16 bomberos subieron por ella y entraron a la habitación. Cada uno de ellos lo abrazó, lo arrullaban diciéndole cuanto lo amaban. Con un aliento agonizante, el niño miró al jefe de los bomberos y dijo:
"Jefe, ¿Soy verdaderamente un bombero ahora?"
El jefe le respondió:
"Si, pequeño, lo eres".
Con esas palabras, el niño sonrió y cerró sus ojos por última vez.
Que historia más triste y a la vez más solidaria.......Maríade los Angeles no logras asustarme cuando cuentas historias de terror pero ahora me has hecho llorar con el niño bombero.Besotes
ResponderEliminarSiento que te salieran lágrimas al leer esta lida historia. Lo de asustarte tengo que conseguirlo, voy a revolver Roma con Santiago buscando cosas de miedo...
EliminarUn beso Charo
Preciosa historia. Emociona y llega al alma.
ResponderEliminarSaludos.
Roser
Gracias reser, encantada de verte por aquí.
EliminarUn abrazo
María De Los Ángeles, es una tremenda historia el leerla te emociona y a la vez entristece el final,estas historias están al alcance de muy pocas sensibilidades para saber contarla.
ResponderEliminarSaludos
En seguidores no aparece ninguno,por tal motivo no puedo ponerme,enlazado ya estoy y el bombero me avisó
Hola Jose gracias por tus amables letras.
EliminarUn fuerte abrazo
Historia conmovedora, corazones solidarios y amorosos, si todo el mundo funcionara así viviríamos en el paraíso, Ma de los Angeles, un abrazo!
ResponderEliminarA veces no somos tan malos como parecemos, siempre hay gente solidaria.
EliminarUn abrazo María Cristina
Hola Maria Angeles.
ResponderEliminarMe he emocionado.
Pienso que ubió al Cielo, en una escalera de bombero.
Gracias, muchas gracias por compartir este Post tan bello.
Besos, Montserrat
Estoy encantada de compartir cosas con todos vosotros, que además de inteligentes sois buenos y amables conmigo.
EliminarYo también pienso que la escalera le ayudó a subir más deprisa.
Un beso Montserrat
María de los Ángeles:
ResponderEliminarContra toda lógica, los milagros existen. Esta historia lo prueba.
El niño fue lo que deseaba ser, aunque era un imposible.
Un gran abrazo.
Yo estoy segura que siempre han existido y seguirán existiendo milagros, nosotros tenemos el deber de verlos, sentirlo y buscarlos allá donde estén.
EliminarUn fuerte abrazo Arturo
María del Carmen, siempre es un lujo tenerte cerca.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo