martes, 6 de agosto de 2013

Verídicos

Creo que os van a gustar un par de casos verídicos que no han llegado a lo que llamamos ahora "Violencia de género" de puro milagro. Uno porque el pobre hombre es eso, un pobre. El otro, porque es todo un hombre:
El primero lo he leído en prensa: Es abogado, tenía esposa e hijos y mucho dinero. Hace 20 años su mujer lo abandonó por un amigo de él, que quizá, estaba más... "bueno".
En aquél momento estaba involucrado en un caso jurídico que por el estrés que tenía lo perdió y se deprimió de tal manera, que la única solución que encontró fue dejar su casa, sus hijos y su dinero...Ya no levantó cabeza.
Hoy vive en la calle, en la más absoluta pobreza. En la zona que está y que nunca ha dejado, ha sabido hacerse con el cariño se sus vecinos. La ciudad en la que vive es Zaragoza.

El otro. A este si que lo conozco...no doy más datos.
Es joven, muy atractivo, Ingeniero de Obras Públicas, por lo tanto muy hacendoso y todo un manitas.
Un día estaba en casa decorando la buhardilla a base de estanterías y pijotadas, pues acababan de comprar un hermoso chalé.
Llega la "zángana", aparentemente de trabajar. Él subido en una escalera clavando  una balda con el martillo en la mano. Se acerca a el, que espera inclinándose un poco un beso, entonces le dice a boca de jarro:-Mira Fulanito, vengo de acostarme con tu amigo Zutanito y he llegado a una conclusión...me voy con él definitivamente.
Fulanito tuvo la sangre fría de bajarse de la escalera, dejar la herramienta, hacer su maleta y salir rumbo a casa de su madre.
En los días siguientes, buscó un abogado y tramitó la cosas en la legalidad.
Llevaban diez años de novios y cuatro de casados.
Hoy está casi feliz, pero cuando lo veo, me dice:-Han creado en mi un monstruo, ya jamás quiero ver ni en pintura a una mujer.

Aquí tenemos dos casos de hombres heridos por dos mujeres.

Si estos hombres hubieran cometido un delito contra ellas...ellos serían los malos.
Menos mal que, uno por ser débil y el otro por ser fuerte...Ojala que otros hombres tomen ejemplo.
Uno por ser un mendigo y el otro por considerarse desgraciado, los dos pueden salir a la calle con la cabeza muy alta...chicos...los dos sois estupendos.

6 comentarios:

  1. Vaya relatos más fuertes que has contado, me han dado mucha pena estos dos hombres. Casos de mujeres así yo también conozco algunas de abandonar marido e hijos para irse con otro, precisamente no hace ni un mes que ocurrió en mi pueblo: un pobre marido que descubrió a su mujer con otro que además era su amigo....todavía es la comidilla del pueblo.Besicos

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    1. Ya se que son fuertes, pero no únicos, ya que tu has presenciado hace poco un caso similar. Pues todavía mi querida Charo, podría contar más...
      Un fuerte beso

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  2. Ma de los Angeles, estos hombres podrían tal vez salir de ese dolor algún día y llevar adelante su vida con orgullo, sabiendo que hicieron lo mejor, pero que hay que seguir y volver a querer, un abrazo!

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    1. Pues según creo, el señor de Zaragoza ya no tiene remedio. El otro es de Madrid, amigo de mi hijo y no hace mucho me dijo que mientras no cambien las leyes, no hay nada que hacer...ya no le pregunté nada más.
      Un beso María Cristina

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  3. Estos casos si que abundan en el mundo, pero no por un par de miserables; alguien va a desgraciar o arruinar su existencia.
    Hay hoimbres muy malos y mujeres peores, pero afortunadamente, son los menos.
    A ellos dos: hay muchas mujeres en el mundo que estan locas por alguien que les quiera dar amor y ellas retribuirlo en doble medida.
    Un beso gata y magnifico el articulo.

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    1. Hay muchos miserables, tanto en hombres como en mujeres y a veces si que les arruinan la vida.
      Habrá muchas mujeres con deseo de amar pero quizá ellos no las encuentran o no están en su entorno.
      Gracias por tu halago, viniendo de ti, lo agradezco mucho.
      Un beso Pluma y Data

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