lunes, 23 de marzo de 2015

Eclipse Total

Eclipse Total, eso es lo que vimos mis vecinitos y yo. Mientras toda España veía el eclipse parcial, y en algunos sitios ni siquiera eso, porque estuvo casi todo el día nublado, nosotros "vimos" un eclipse total...os cuento.
Resulta que mi vecina Juanita, que tiene 25 años y cinco niños el mayor de seis añitos, bajó a casa toda preocupada y pidiéndome por favor, que me quedara cuidando a sus tres niños mayores pues estaban los tres con Paperas y el pequeño tenía fiebre y tenía que llevarlo de urgencias a un médico.
Por supuesto que les abrí la puerta y pasaron en tropel, aquellos críos no parecía que estaban enfermos.
Antiguamente a los niños con paperas se les ponía un pañuelo cubriéndoles la carita y atado en lo alto de la cabeza. Mis vecinitos bajaron a casa los tres, con pasamontañas, que más parecían terroristas que críos, claro que son tan guapos...
La madre les recomendó que no dieran guerra a la yaya vecina, así es como me llaman, pues como soy la mayor de todos los vecinos, tengo esa "distinción".
Como sabe toda España y parte del extranjero, el viernes estaba más bien nublado en Madrid, salvo algunos claros que muy tímidamente dejaba entrar algún rayito de sol.
Encendí el televisor para que se distrajeran un poco (en que hora lo hice), en esos momentos estaban hablando del eclipse y el niño mayor me dice que él quiere verlo, que salgamos a la terraza.
En la terraza hacía de todo menos sol. Frío, si, pero, sol poco.
Para distraerlo les empecé a contar lo que hacía mi padre cuando éramos pequeños mis hermanos y yo, esto era: Ahumar un cristal para que no nos hiciera daño el sol en los ojos. Yo creo que en aquellos años, incluso el sol brillaba más que ahora.
El mayor, Jorge, que es más listo que el hambre, me dijo que ahumara yo un cristal. Ahí estoy yo pensando donde y como encontrar un cristal para ahumarlo. A todo esto ya eran más de las diez y media, el eclipse estaba a punto de expirar.
Como no tenía nada aparente, saqué la tabla de partir carne, que dicho sea de paso, no es tabla sino es cristal transparente y muy dura por cierto, pues cuando destripo un pollo doy buenos golpes y no se rompe, no se de que material está hecha.
Me puse a ahumarla con un mechero. Antes por supuesto, aparté a los tres críos. Cuando tenía ya la tabla o lo que sea totalmente negra, salimos a la terraza, en la cual apenas había sol.
Jorge, chillando me decía:
-¡Corre yaya vecina que ya empieza el eclipse.
Todos miramos por aquel artilugio que yo había fabricado que estaba más negro que un túnel sin bombillas.
Los niños chillaban de alegría, decían que estaba todo negro, la Luna se había comido al Sol, y un montón de disparates más.
A todo esto ya era mediodía, cuando llaman a la puerta.
Era mi vecina, la madre de los niños. Cuando nos ve, da un grito y dice:
-¿Que os ha pasado?
Nos miramos unos a otros y vemos que teníamos toda la cara negra de hollín.
Los niños se reían unos de otros y...yo con la tableta de cristal o de lo que sea, toda negra en las manos. Me pillaron, como suele decirse, con las manos en la masa. En este caso, en una plancha negra.
 Mis manos, mi cara y la cara de los niños...mejor no decir como estaban.
Mi vecina Juanita me dijo:
-Yaya vecina, eres peor que los críos.
Se subió a su casa y no los he visto hasta hoy lunes que me han visitado diciéndome que se habían curado y que les gustó mucho el eclipse, y que cuando haya otro lo veremos desde mi casa.
Los niños estaban preciosos y hasta el que llevó a las urgencias, estaba fenomenal

4 comentarios:

  1. Me has hecho recordar cuando yo pasé las paperas que mi madre me untaba con una crema negra y luego me ponía el consabido pañuelo. Aquí también estuvo muy nublado así que no ví nada......eso de ahumar un cristal no lo había oído, yo otras veces he visto el eclipse con una radiografía. Los crios se ve que disfrutan mucho contigo.Besicos

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    1. Menos mal que confirmas lo del pañuelo, pues me dicen algunos que leen mis "cosas", que tengo mucha fantasía, que eso no puede ser verdad.
      Lo del cristalito, también es verídico, pues en mis tiempos no había ni radiografías, jajaja.
      Un beso Charo

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  2. ja ja ja, qué bueno Ma de los Angeles, tu idea funcionó quedaron totalmente eclipsados! Lo mejor es cuando hacemos alguna macana y los chicos se divierten, no hay nada como eso, un abrazo!

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    1. Todo lo que se haga por la infancia es maravilloso, además repercute en nosotros mismos pues te puedo asegurar que pasé una mañana estupenda.
      Al final los niños no se querían ir a su casa, cosa yo estaba deseando, jajaja.
      Un beso María Cristina

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