martes, 27 de octubre de 2009
Hoy si que me han dado la puntilla en el ambulatorio: no me gustan nada los médicos, o mejor dicho, ir a consulta médica. Hace una semana fui porque tenía dolor en una mano, el médico me dijo que era artrosis, me recetó un calmante y que me aguantara pues la artrosis no tiene cura; bien, ya de paso me dijo que me hicieran unos análisis de sangre, yo le dije que no lo creía oportuno pues solo me dolía parte de una mano: -No si es por ver si tienes alguna "cosilla". Yo que no quiero saber si tengo "cosillas" le dije que no, pero uno de mis hijos que venía conmigo le dijo al médico.-Si, si que se los hagan...y me los han hecho. Tuve que levantarme a las siete de la mañana, cosa mala para mi, pues como ya estoy jubilada no tengo que madrugar, bastante lo hice en mi vida laboral, me dicen en laboratorio que pasados ocho días mi médico tiene los resultados. Espero diez para tener más seguridad. Vamos a las cuatro de la tarde, casi recién comidos, hace calor, voy empaquetada, con la faja, medias, chaqueta, zapatos, el bolso, las gafas de sol, las de ver de lejos, las de cerca, por si acaso, una botellita de agua, en fin que no me falta de nada. Entramos en la sala de espera y hay tres o cuatro personas delante de nosotros y aunque hemos llegado a nuestra hora, nos dicen que va con retraso la cosa; esperamos,...seguimos esperando, llega una urgencia...seguimos esperando, por fin se va la urgencia y nos toca a nosotros, entramos y dice que qué me pasa, yo le digo.- Venimos por los resultados de los análisis de sangre. Empieza a mirar en el ordenador, después en los papeles de encima de su mesa, vuelve al ordenador, me mira, le miro, mira a mi hijo, mi hijo le mira a él, y yo pienso malo, aquí pasa algo malo, se vuelve a mirarme y me dice yo no tengo los resultados, bajen al primer piso y pregunten. Bajamos, esperamos y al rato nos dice una señorita o lo que sea que subamos otra vez a consulta, que ya le ha dado el resultado a médico por teléfono.Otra vez arriba, otra vez a esperar. Por fin nos recibe el doctor, me mira y muy sonriente me dice.-Pues nada, me ha dicho que se ha perdido su sangre, Brrrrrrrr, le he mirado y le he dicho...yo no me pincho más, adios, y me he ido. No pienso volver a menos que esté enferma de verdad. HE DICHO....
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