!Que sensibilidad tiene Piluca¡¡¡
Me ha llamado por teléfono para contarnos como vamos las dos de nuestros males...mejor, mucho mejor.
Después de estar un rato charlando colgadas al aparato (una hora), me cuenta lo que le ha pasado ayer sábado a su canario, yo lo cuento tal y como ella me lo ha dicho.
Tenía al pajarito en la cocina, encima de una mesa a la que le daba un rayo de sol. Como tenía que hacer la comida fue a poner el canario en otro sitio para que no le molestaran los olores del aceite.
Cuando cogió la jaula, vio que el pobre canarito estaba patas arriba en el suelo de la jaula, lo sacó, lo miró haber que le pasaba...el pajarito...tieso. Notó como un pequeño ruidito que salía de su cabecita. El pico lo tenía tan apretado que Piluca, haciendo palanca con un cuchillo se lo abrió un poco e intento insuflarle aire, o sea, lo que diríamos el boca a boca, en este caso, pico boca.
El pájaro no daba señales de vida en ningún momento, entonces Piluca lo echa al cubo de la basura y se pone a pelar patatas para la tortilla que pensaba hacer. Como es lógico tira las mondas al cubo, después los cascarones de los huevos y los restos de haber pelado la cebolla (suponemos que con todo esto le ha salido una magnífica tortilla). Casi cuando estaba terminando de hacer la comida, se acuerda de su canario, le da pena y piensa que no es sitio para enterrar a su lindo canario que con tantos cánticos le ha deleitado y muchos viajes que ha hecho con ella a su casa de la playa, por lo tanto, abre el cubo, retira los desperdicios acumulados sobre el canario, lo limpia, lo envuelve en un pañuelo blanco de caballero...y entonces se le ocurre ponérselo en las manos de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que tiene desde hace más de cuarenta años.
De momento se olvida de él. Sigue con sus cosas, pone la mesa para comer, claro está la rica tortilla, que doy fe de que las hace muy bien.
Al poco tiempo llega su esposo y se va a recibirle. Cuando entra en el recibidor donde esta la imagen de Jesús y el "cadáver" de su pajarito...ve, que el pañuelo blanco donde estaba envuelto...se movía. Claro está enseguida lo coge y ve con gran asombro que su canario está vivo.
Claro de la emoción se ha puesto a llorar como una Magdalena y así la ha encontrado su marido, llorando y con el canario en sus manos.
El lindo canarito ha vuelto a su jaula y creo que hoy ha cantado mejor que nunca.
Cada uno que saque sus conclusiones, yo lo encuentro milagroso.
Dios!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarY nunca mejor dicho para esa mujer!!!