Los mendigos no hay ninguna duda de que "Haberlo haylos" . Es muy curioso que en los meses de Julio y Agosto "me" faltan muchos.
Paseo muchos días por sitios fijos, sobre todo los viernes. Dejo el Cercanías en la Estación de Atocha y recorro el Paseo de Recoletos hasta la Glorieta de Neptuno.
Aquí me encuentro con el primer mendigo de mi recorrido. Es un señor mayor y se coloca sobre un pequeño pedestal todo vestido de azul, incluida cabeza, barba, manos, o sea todo él azulado, con un tridente en una mano, también azul.(No se con que se tiñe) Como os habréis imaginado, es un "mimo" imitando al dios del mar, o sea, a Neptuno.
Se sube al pequeño taburete, pienso, que un día se va a caer y se va a dar un soberano porrazo, creo que no se va a poder levantar, dada su edad.
Luego están los fijos alrededor de la iglesia de Medinaceli y en la puerta.
Según me han contado los comerciantes cercanos, va una furgoneta a las 8 de la mañana, los deja y los recoge a las 3 de la tarde...¿negocio? La mayoría son rumanos.
Hay dos que son fijos todo el año, estos si son españoles. Uno tiene una minusvalía en los pies y el otro es ciego. Estos me hacen gracia, pues están uno del otro a una distancia de 5 a 6 metros y están charlando a voces, pero...pero...pero. Que casualidad, solo faltan los meses de julio y agosto. Lo se porque los echo de menos.
Siempre decía mi madre que "Se gana más pidiendo que dando" y creo que tenía razón. Por otra parte, conozco a un joven que toca magníficamente el violín y me dijo que en una hora, se sacaba cincuenta euros...sin comentario.
Luego están los que van en el tren y el metro, estos dicen que están sin trabajo y yo los creo.
No se si será exagerar, pero hay que ayudarlos, que todo aquel que te ponga la mano, no se la dejes vacía, aunque solo sea una moneda pequeña. Piensa que si ya debe de ser humillante pedir, más humillante debe de ser ver que no les das, por lo menos una sonrisa.
Me alegra que, a pesar de tu lógica desconfianza, sigas teniendo tan buen corazón!!!
ResponderEliminarUn abrazo, amiga...ah, y mendigos haberlos háylos...cada vez más, lo sé porque en mi trabajo diario atiendo a muchos, y siento mucha pena...por todos nosotros, porque la salud no es solo física, también lo es mental y social...y nuestra sociedad está bastante enferma.
Te doy la razón en eso que dices que todos estamos enfermos. Si estuviésemos sanos, otro gallo nos cantara, a nosotros y a todo el mundo.
EliminarYo también vi muchas penurias cuando trabajé en los Servicios Sociales de mi Ayuntamiento...¡Si yo te contara!
Veo que tu también eres una buena persona.
Un fuerte abrazo amigo Ignacio
Personas en precaria situación, las hay y muchas a diario aumentan, eso es una realidad.
ResponderEliminarVividores los ha habido en todos los tiempos, pero por ellos no paguen los demás.
Besos, buena semana amiga
Yo me refería más que nada a "los vividores". A los otros, se les nota la pena. De sobra sabemos todos lo que están pasando muchas familias, pero ninguno hacemos nada por solucionarlo.
EliminarGracias por tu visita Verónica.
Un beso
Tiene que ser terrible tener que pedir.....sin lugar a dudas es preferible dar y tenía que humillarnos el hecho de dar a los pobres lo que en realidad les tendría que pertenecer.......La pobreza es una plaga que tendríamos que erradicarla entre todos.besicos
ResponderEliminarHola Charo. Bien dices, pero poco hacemos. Hay vecinos, amigos o simplemente conocidos que necesitan ayuda. ¡Que no nos de vergüenza ayudar!
EliminarEn mi parroquia tenemos una cesta para alimentos (todos los domingos la llenamos)y las compañeras de Cáritas, se encargan de distribuirlos. Pero siempre se necesita más.
Un beso
Ma de los Angeles, me siento responsable en este momento de mis decisiones, no darles limosna a los que seguramente ganan pidiendo mucho más que yo, tu llamamiento a la compasión es muy valedero, pero mi cáscara es muy dura, ya alguna vez te conté del mendigo oficial de mi barrio que se instala cada día con su silla y pide con una mano mientras recoge con la otra, creo que ya es millonario, un abrazo!
ResponderEliminarTe doy toda la razón. Cuando trabajé en los Servicios Sociales de mi Ayuntamiento, vi morir a una persona que le hacíamos el servicio gratuito y tenía, por lo menos, un millón de pesetas escondido detrás de un armario ropero.
EliminarSigo tu lado, tienes razón.
Un abrazo muy fuerte
Claro que los hay y cada vez más, pero son otros mendigos, no se les ve sucios, solo se les ve cansados de esperar una oportunidad para que su familia vuelva a ser la de antes, y sus hijos no tengan la mirada triste y nada que comer.
ResponderEliminarMala época estamos pasando, yo temo por la juventud que tan mal lo tiene, pero seré optimista y esperare tiempos mejores. Un abrazo amiga.
Seguro que llegarán esos tiempos mejores, siempre ha pasado. Lo que tenemos que hacer, es ayudar al que tengamos más cerca y sepamos que lo necesita, que no nos de vergüenza si tenemos un vecino cerca que lo necesita.
EliminarUn abrazo querida Lola.