Siempre estamos dando y recibiendo consejos: No hagas esto, no comas aquello, no vayas por ese sitio...en fin, como digo siempre aconsejando o recibiendo consejos, pero alguna vez, ¿hemos hecho lo que aconsejamos? Seguro que no, pero este señor tan sabio, que por algo era sabio, si lo hizo:
Una madre muy preocupada por la salud de su hijo, de 6 años, fue con él a casa del Mahatma Gandhi y le suplicó lo siguiente:
-Le ruego, Mahatma, que le pida a mi hijo que deje de comer azúcar. Es diabético y, cada vez que toma un terrón, pone en riesgo su vida. yo lo he intentado de mil maneras, pero no me hace caso. Sé que a usted si lo escucharía porque le admira mucho.
Después de reflexionar unos minutos, Gandhi le dijo:
-Lo siento señora, en este momento no puedo hacer lo que me pide. Tráigame a su hijo dentro de 15 días.
Algo sorprendida pero convencida de que el hombre sabio tenía sus razones, hizo lo que le pedía.
En su segundo encuentro, Gandhi miró al niño a los ojos y le habló con autoridad:
-Muchacho, deja ya de comer azúcar. Tú quizá no lo entiendes, pero te está haciendo daño.
Muy agradecida, pero extrañada por la manera en que había actuado, la madre le preguntó al Mahatma:
¿Por qué hemos tenido que esperar dos semanas para que usted hablara con mi hijo? Podría haberlo hecho el primer día.
A lo que Gandhi respondió:
-Hace 15 días, yo aún comía azúcar.
Cuando me diga mi vecina Eloisa que no coma yo el rico pan, porque estoy muy gorda, le voy a preguntar, que es lo que hace ella con las 7 barras que compra todos lo días...¿Acaso las pone de adorno en la mesa? ¡Ja!
Está claro que para dar un consejo hay que ir con el ejemplo por delante.........
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este relato.Besicos
Rara voz hacemos eso, se nos da muy bien predicar, pero sin ejemplo. Claro que muchos de nosotros no somos Gandhi.
EliminarUn beso Charo
Muy bueno Ma de los Angeles, lo difícil es hacer lo que aconsejamos, predicar con el ejemplo es lo mejor, un abrazo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEstoy segura de que pocos hacemos lo que nos dicen, claro que algunas veces...menos mal que ignoramos ciertos consejos, jajaja.
EliminarUn abrazo María Cristina
Hola Mª Angeles, muy bueno el consejo y que malo lo de dejar de comer pan eh?, eso eso a ver que hace tu vecina con tanto pan jeje, lo que si es verdad que antes de dar un consejo debemos saber muy bien lo que decimos.
ResponderEliminarBesos.
Dar consejos se nos da muy bien, ahora, nosotros siempre hacemos lo que nos viene en gana.
Eliminar¡Yo sigo comiendo pan!
Un besito Piruja
María de los Ángeles:
ResponderEliminarEs muy bueno tu post de hoy. Decididamente, me encantó.
Un gran abrazo.
Gracias Arturo.
EliminarLos buenos consejos siempre nos gustan y si son de gente como Gandhi, mejor que mejor.
Un fuerte abrazo
Hola María de los Angeles!
ResponderEliminarEstoy viendo a ver lo último que has publicado.
Gandhi, no cabe duda que sus enseñanzas son un gran aporte para esta vida, que a veces se nos anuda a la garganta y no sabemos qué hacer.
Los enseñantes son un modelo para la sociedad. Yo tuve un profesor, era un hombre muy sabio y nos ponía ejemplos. Uno de ellos era que lleváramos un libro bajo el brazo, eso aunque no lo leyéramos, para que los niños nos vieran. Eso sí, que nos vieran hojearlo jejejejejeje. Nosti, profesor de Pedagogía en Oviedo, era genial y nos hacía reír con estas cosas. Eso sí, también nos hacía llorar porque nos pedía responsabilidad jejejeje. Le tengo en gran estima. Veo que Gandhi también tenía sus cosillas.
Hoy estuve en mi blog, después de muchísimo tiempo ya que tuve problemas con el ordenador y encima, ya mi famosa falta de conexión que hasta la compañía telefónica me dijo que no podía hacer nada y que me cobraba la mitad de lo que estaba pagando. Como soy cliente de móvil hace muchos años con ellos y estoy muy contenta, voy a dejar que acabe el contrato internet que será en febrero ya que me cobren la mitad es muy pero que muy atrayente jejejejeje.
Bueno, a lo que iba, que pude pasar por el vencejo y me fijé que no te había contestado a un mensaje en el que me dices que has puesto al blog el nombre de tu gatita Rufa. De verdad que tenía en la mente que lo había contestado y me sorprendió ver que no.
Lo cierto es que duran tan pocos años si los comparamos con nosotros, envejecen tan pronto...es la angustia que, creo, nos ocurre a todos cariño, pero la vida es así y lo único que podemos hacer es tratarlos bien, cuidarlos para que tengan una buena salud general y luego, hacerles una muerte plácida.
Un besín
Carmen
El consejo de tu profesor diciendo que siempre llevarais un libro en la mano, es de los mejores que he escuchado.
EliminarSi la gente leyera más, otro gallo nos cantara.
Sin querer ser pedante, te diré que yo no solo llevo un libro en la mano, si no que lo leo.
Leo por la mañana, por la tarde y por la noche. Me levanto con un libro y me acuesto con un libro. Quizá pienses que si no hao otra cosa, jajaja. Pues bien, como ama de casa (antes de jubilarme trabajadora), nunca me ha faltado un libro en las manos. Verás, cuando daba de mamar a mis hijos, de esto hace mucho, tenía al babé en un brazo y con el otro sujetaba el libro...
No quiero cansarte más, gracias por tu visita.
Recibo tu besín asturiano y te mando uno madrileño.