martes, 4 de enero de 2011

ineptos

Había prometido ayer contar algo de las novelas que tengo que leer como jurado de Circulo de Lectores, pero lo voy a posponer, tengo algo que contar y no es precisamente bueno:
Ayer mi queridisima amiga y consuegra Piluca se ha caído, si, se cayó en unos grandes almacenes, bueno "el más grande"para que lo sepáis. Iba ella tan contenta a encargar a los Reyes Magos cosas para sus hijos y nietos. Normal. Me ha contado que sin apenas darse cuenta resbalo con algo húmedo, o al menos eso le ha parecido a ella, y cuando se dio cuenta no podía soportar el dolor que sentía en un hombro (dislocado), yo gracias a Dios no se lo que duele, pero he visto en alguna película este trance y el paciente da unos gritos enormes.
Cuando la pobre Piluca estaba en el "santo" suelo dando gritos, apareció un dependiente y le dice el muy imbécil que qué es lo que le pasa...Pedazo de memo, si ves a una señora en el suelo no creo que esté jugando a las canicas. Al momento apareció otro que tal baila y los dos tratan de levantarla, Me imagino la escena, ellos tratando de levantarla sin saber donde poner las manos y ella dando gritos de dolor...Patético.
A trancas y barrancas la trasladan a un sitio donde no hay más que empleados(todos con pocas luces), pues le preguntan que donde vive y que si puede andar. Piluca contesta que no está para ir a su casa que pidan una ambulancia. Le contesta un señor que se las daba de mandón sobre los otros, que allí no va a ir una ambulancia.- ¿No tienen un seguro para estos casos? Les dice mi amiga, contestación del señor "listo".- Tenemos seguro para los empleados pero no para los clientes.
La verdad es que no se como la pobre a pesar del dolor que debía de tener, podía conversar con ellos. Después de dos largas horas de dimes y diretes y de decirle que sería poco menos que imposible que llegara una ambulancia por fin llaman al 112...otra hora más de espera.
Llegan dos enfermeros con una silla más alta que Piluca y que solo podía apoyar un pie, el otro iba colgando. La sacan por unos corredores que según me ha contado, no se podía imaginar que existieran en ese centro comercial, en ninguno de ellos se veía nada ni nadie, a todo esto eran ya las dos de la madrugada cuando se deshicieron de ella en este centro comercial. "Y ahora voy y lo casco"...Es el Hipercor de San José de Valderas.
La llevaron al Hospital de Alcorcón, estuvo en él hasta las cinco de la madrugada...Yo no digo más, solo se he oído decir a los hijos que les van a "meter un puro que para qué"
Ya sabéis, tened cuidado y posar bien los pies pues según estos señores, los clientes no tenemos ningún derecho...
!Ojala viniera "el tío de la vara"¡¡¡¡

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