domingo, 2 de enero de 2011

lejía

A veces pienso que me hubiese gustado nacer siendo un animalito. Unas veces, cuando veo los pájaros volar, siento un deseo enorme de volar. Pero es a los peces a los que más envidio, nadar, nadar y nadar...Sin rumbo, hoy en el Atlántico, mañana en el Pacifico y pasados unos días, allá por el Caribe. !Que felicidad¡ Así estaría siempre sin rumbo fijo y sin ataduras, nadar o volar, da lo mismo. Si volando a lo mejor me encontraba con un "pájaro pinto"...Si nadando, quizá encontraría algún lindo salmón...
El caso es que estoy en tierra, concretamente en Coslada, vivo en un piso y estoy rodeada de vecinos, la mayoría buenos.
Antes de continuar con mi relato, diré que vivo en un piso bajo, , esto es muy importante respecto a mi pequeña historieta:
Resulta que ha bajado una de mis vecinas (buena y educada) y me dice, enseñándome una prenda de abrigo y una camisa, lo siguiente:
-Mira, vengo para que veas las manchas de lejía que tiene mi ropa. He subido piso por piso preguntando quien me las ha manchado y me han dicho que ellas no han sido, por lo tanto TIENES QUE HABER SIDO TU.
Yo creía que era una broma, pero como la veo tan seria, también me pongo seria y le digo que como piensa que puedo haber sido yo que estoy debajo de todos los pisos. Como sigue en sus trece ya me pongo un poco seria y le hago ver la realidad. Estoy en el bajo, hay cuatro pisos encima de mi (ella incluida), y yo ni queriendo le puedo manchar su ropa de lejía. Yo solo pongo lejía en la lavadora.
Me hace los cálculos diciendo que puede haber sido al limpiar el alféizar de la ventana.
Lo primero que para eso no se necesita lejía, lo segundo que si cae algo de mi ventana...va al patio.
¿O es que Newton estaba equivocado con aquello de la gravedad?
No la he hecho entrar en razón, por fuerza he tenido que ser yo la "lejiera"
Lo creáis o no, he pasado dos malos días, y quizá pase más si no se aclara la cosa.
Espero que por lo menos mis seguidores me deis ánimos o al menos que me digáis como es posible que estando en una bajo, pueda manchar la ropa de la señora del primero. Lo primero, porque entre su piso y el mío hay una altura de cuatro metros, lo segundo, porque tengo un toldo para proteger mi ropa (el cual no enrollo nunca) y raramente veo lo que tienden los demás vecinos, entre otras cosas porque no me importa.
Cuando se lo he contado a mi amiga Piluca, me ha dicho que como alguien en su sano juicio puede decir una cosa así.
También se lo he contado a otra vecina, primero no se lo creía, después se ha reído. El caso es que yo estoy un poco rara, de verdad, aunque no quiera me siento un poco triste, menos mal que dentro de pocos días vienen los Reyes Magos y si me traen lo que les he pedido...se me van a quitar las penas.
¿Habéis leído lo que les pido? ¿No? Hacerlo, la carta está un poco más abajo.

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