Esta historia, seguro que la sabéis muchos de vosotros, yo también la se desde hace mucho tiempo pero me ha gustado mucho que me la recuerde con fotografías, Pilar, una compañera de mi Parroquia de la Santa Cruz a la que las dos pertenecemos.
Está en una Capilla del siglo XIX, cuando esta estuvo lista, las monjitas sintieron la falta de una escalera para llegar al segundo piso.
Rezaron a San José, por aquello de que era carpintero. Un día llegó un desconocido, dijo que era carpintero y podía construir la escalera. Construyó sin ayuda de nadie una escalera de caracol, que es considerada un prodigio de la carpintería. Nadie sabe como se sustentó. La escalera no tiene soporte central, (parece un tirabuzón).
Después, el carpintero, que no usó ni clavos ni pegamento para construir la escalera, desapareció sin dejar vestigios. Ni esperó el pago.
Una leyenda nació en Santa Fe, que pasó a creer que el carpintero fue el mismísimo San José, enviado por Jesús para atender las súplicas de las hermanas.
Desde entonces la escalera pasó a llamarse "milagrosa" y se transformó en centro de peregrinación.
Hay tres misterios aquí, explica un portavoz de la capilla:
El primero es que no se sabe nada del hombre que la construyó:
El segundo misterio es que arquitectos, ingenieros y científicos, dicen que no entienden como la escalera se equilibra:
Y el tercero, de donde vino la madera. Ya hicieron todo tipo de análisis y no existe nada parecido en toda la región.
Un detalle: la escalera tiene 33 peldaños, la edad de Cristo.
Todo esto ocurre en la ciudad de Santa Fe ( Nuevo México), fundada por Vasco de Quiroga un cura Franciscano como muchos de los que fundaron tantas y tantas Ciudades en el Nuevo Mundo.
Espero que os haya gustado y cuando tengais vacaciones, pues, ale, a darse una vueltecita por Santa Fe. Quizá a muchos les vendría muy bien...en todos los sentidos.
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