miércoles, 16 de octubre de 2013

El cojo de Calanda

Se llamaba Miguel Pellicer:
 En 1636 se fue  a Castellón a casa de un tío materno. En julio de 1637, iba montado en un carro cargado de trigo, se cayó a tierra pasándole un rueda del carro sobre su pierna derecha fracturándole la tibia en su parte central. Le trasladaron a Valencia al Hospital Real, según consta en el libro de registro que aún se conserva. En este hospital está cinco días, solicita permiso para trasladarse a Zaragoza. Tardaron 52 días en llegar.
Lo primero que hizo al llegar a Zaragoza fue una visita  a La Virgen del Pilar y a continuación es ingresado en el Hospital General. Aquí consta que le amputaron la pierna cuatro dedos más abajo de la rodilla. Enterraron dicha pierna en el cementerio del hospital, se le colocó una pierna de madera y se le proporcionó una muleta. Hubo de recurrir a la limosna para poder vivir, esto lo hacía en una de las puertas del Templo del Pilar, en Zaragoza. Y aprovechaba esta circunstancia para oír misa todos los días a la vez que ungía con aceite de las lámparas el muñón de la pierna para aliviar el dolor.
Esta vida de Miguel duró dos años ya que quiso volver a su casa de  Calanda.
El día 29 de marzo de 1640, después de una dura jornada de trabajo en su casa, su madre le preparó la cena y un jergón para dormir en el cuarto de sus padres. Eran aproximadamente las diez de la noche.
Entre las diez y media y las once entraron sus padres en la habitación a la luz del candil y percibieron una "fragancia y olor suave no acostumbrado allí" y al acercarse su madre para comprobar como se había acomodado Miguel en el lecho improvisado, lo encuentra durmiendo pero, ve admirada que por debajo de la capa paterna asomaban dos pies cruzados.
Miguel y sus padres comprobaron las cicatrices en la "pierna amputada" en la nueva pierna.
De este suceso dieron fe, D. Miguel Andreu, notario de Mazaleón y el Acta Notarial, con todo protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza.
El Conde Duque de Olivares informó al rey Felipe IV, quien visito a Miguel y le besó la pierna.
Este milagro en su momento se difundió por toda Europa.
En l999, Vittorio Messori, escribió el libro titulado "El Gran Milagro" por lo que estoy segura que ya se ha difundido por todo el mundo.
Como ha sido el día 12 la festividad de Nuestra Señora del Pilar y está muy cerca todavía, he querido hacer mi pequeño homenaje a La Virgen del Pilar.¡¡Cuanto rogaría Miguel Pellicer a la Virgen por su pierna!!  ¡Y Ella, se la concedió!
Seguro que todos sabéis de este y otros muchos milagros, pero por si hay algún despistadillo que n o lo sabe...yo lo cuento.

15 comentarios:

  1. Ya conocía el milagro. Lo había oido contar antes. ¡Asombroso! Feliz día.

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    1. Estoy segura que ya lo sabías, pero seguro que no sabes el que nos cuenta Pepe la Sala, léelo verás que emocionante.
      Un beso Hada...

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  2. Ma de los Angeles, yo estoy entre los despistados, ignoraba este milagro, qué enorme alegría deben haber sentido todos los testigos de esa maravilla, gracias por este relato, un abrazo!

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    1. Tu no eres despistada, sencillamente estás muy lejos del suceso y no te ha llegado. Me alegro haber sido yo quien te lo cuente.
      Ahora puedes leer el comentario que me hace Pepe la Sala, seguro que te va a emocionar y este si que te vas a enterar de primera mano como nosotros. A mi se me saltaron la lágrimas.
      Un fuerte abrazo María Cristina

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  3. Viví en Zaragoza unos años y visitaba con frecuencia el Pilar así que conocía muy bien este milagro que cuentas aunque no con tantos detalles..........la verdad que es impresionante.Besicos

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    1. Yo he ido varias veces a Zaragoza de visita, tu has tenido más suerte y has tenido muy cerca a la "Pilarica" más tiempo.
      Te digo lo mismo que a Hada y a María Cristina, lee el comentario de Pepe la Sala, verás que emocionante.
      Un besito Charo.

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  4. Cuánto me ha gustado leer esto María de Los Ángeles. Es un Milagro muy conocido en Zaragoza. Te voy a contar algo y que cada uno crea lo que quiera. te hablo del año 2.004 y de alguien a quien conozco personalmente. A un señor de Sevilla le detectan una grave enfermedad en una pierna, la cuál intentan reducir con tratamiento. Este señor, tiene un amigo en Zaragoza, y viene hasta aquí para ver a la Virgen del Pilar. En la Basílica, lee en una placa el Milagro de Calanda y se queda fascinado del mismo. Su amigo le regala un libro sobre el tema. Al tiempo, el señor empeora, y le dicen que le tienen que cortar la pierna, llevándolo a un hospital de Barcelona. Allí le operan, y el cirujano, improvisadamente, lo hace de modo que le salva la pierna. Al tiempo el señor se recupera. Vuelve a Barcelona para revisión, y hablando con el Doctor, se entera que es de Calanda. No es una leyenda, es algo que pasó hace unos 9 años y que conozco de cerca. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.

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    1. Gracias Pepe por entrar en mi blog. Soy yo la que está enormemente contenta por lo que me has contado. Se me saltaron las lagrimas leyéndolo.
      Si tu me lo permites, en alguna ocasión lo pondré en mí blog para divulgarlo y así que se entere más gente.
      Estoy segura de que esto no lo sabe Pitita Ridruejo, pues como sabrás, escribió un libro titulado "Las aparici0ones de la Virgen María", que siempre tengo en mis manos, claro que es anterior a lo que tu cuentas del médico de Calanda.
      Creo que este pueblo está bendecido por Nuestra Señora...
      Gracias por todo Pepe
      Un fuerte abrazo

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