La calle del Toro está situada en lo que llamamos el viejo Madrid, o sea, la parte más antigua. No fue nombrada así por los encierros que en siglos pasados se celebraban en el barrio, si no que cuentan, que uno de los vecinos de la calle colgaba en su ventana unas astas de toro con el fin de atemorizar a los transeúntes, imitando además el bramido del animal.
Este madrileño ya en aquella época, era un poco gamberro.
Cuenta otra de las leyendas, que gobernaba en Madrid el moro Aliatar, enamorado de la bella Zaida, y para conquistarla organizó unos juegos y festejos en la plaza del Alamillo.
Comenzó la fiesta de alancear un toro, resultó el astado bravísimo, y cada moro que intentaba clavar su lanza al animal, terminaba volteado y por los suelos.
Apareció un caballero cristiano que quiso probar suerte y Aliatar se lo permitió pensando que correría la misma suerte que los demás. Pero el caballero alanceó al toro con gran precisión y acabó con la vida del animal.
El caballero se desprende del casco y enseña su rostro: era El Cid Campeador.
Tras su victoria, el caballero abandonó la ciudad, o sea, Madrid, pero ya había inflamado el pecho de la bella Zaida que, enamorada del cristiano, mandó disecar la cabeza del toro en recuerdo y colocarla en la fachada de su casa (en la actual calle del Toro).
Cuentan que cada vez que Zaida suspiraba de amor, el toro mugía...
En realidad no se cual de las dos leyendas es la autentica, lo que si me imagino es que si es la segunda, al moro Aliatar, los cuernos no le cabían en el turbante...aunque solo eran de pensamiento...
¡¡¡Menudos eran ellos!!!
Claro que aún hoy, no solo los moros tienen celos...creo que los cristianos los han heredado...
Seguro que el moro Aliatar mandó que le hicieran turbantes a la medida de la cornamenta para poder disimularla:-) Besicos
ResponderEliminarQue mala eres, pobre señor. Ahora no se lleva turbante ni sombreo, si no, a más de un vecino también le tendrían que hacer agujeros, jajaja.
EliminarUn beso Charo
En Toledo también hay otra calle que se llama así. Es una que desemboca en la Plaza de San Justo. Recibió este nombre porque una vez, hace mucho tiempo, se escapó un toro y estuvo dando vueltas por la ciudad provocando el pánico de sus tranquilos habitantes, sin que pudieran atraparle. Hasta que el animal fue a caer en este callejón, que es estrechísimo ( una persona con los brazos extendidos en cruz no cabe), y allí se quedó atrapado, sin poder ir ni para adelante ni para atrás. . Sólo entonces le pudieron echar el guante. A partir de entonces ese callejón se llama así " Callejón del Toro". ¡Otra cosa más! Besitos
ResponderEliminarFíjate que he ido a Toledo muchas veces pero nunca me he fijado en el nombre de las calles, excepto la calle del Comercio y Plaza de Zocodover, pero tengo que decirte que he estado en el callejón del toro, pues como bien sabes, no hay quien pase por él y no abra los brazos para comprobar la anchura.
EliminarSiento lo del pobre toro, pues me imagino que al no poder salir seguro que lo sacrificaron.
Gracias por la información pues no sabía esta curiosidad de la Imperial Toledo.
Un beso Hada...
Lo del Cid campeador lo cuenta muy bien Nicolás Fernández de Moratín en su conocido romance "Fiesta de toros en Madrid": Madrid, castillo famoso/ que al rey moro alivia el miedo/ arde en fiestas en su coso/ por ser el natal dichoso/ de Alimenón de Toledo...etc. A mí me encantan los romances, y este no es una excepción. Las leyendas también, veo que me pasa como a ti.
ResponderEliminarUn beso
¡Que bonito recuerdo nos das de Moratín.
EliminarA mi también me gustan mucho las leyendas antiguas y por supuesto los romances.
Te repito las gracias por todo y por tu visita
Te mando un besito madrileñp
El moro enamorado de Zaira, Zaira enamorada del Cid, la vida misma, cuando dos se encuentran y enamoran hay que festejar, muy buena anécdota Ma de los Angeles, un abrazo!
ResponderEliminarComo siempre gracias por tu amables palabras y, si tienes mucha razón.
Eliminar¡¡¡Que bonito es el amor!!!
Un beso María Cristina
!jaja! al moro no le cabían los cuernos en el turbante, muy bueno, consigue siempre hacerme reír. Vaya a saber cual de las dos es la verdadera, pero ha conseguido que nos distraíamos.
ResponderEliminarEstoy de fiesta, mi blog celebra su 4º aniversario y me gustaría tenerla a mi lado.
Gracias
Con ternura te dejo un beso.
Sor.Cecilia
Me encanta que la gente se ría con mis historias, yo lo escribo con mucho gusto.
EliminarFelicidades por el aniversario, rauda como una centella me paso por ahí.
Un beso Sor Cecilia