viernes, 17 de septiembre de 2010

ternura

Ternura, eso es lo que he visto hoy, la ternura que ha derrochado mi vecino Juan Mariano.
Resulta que tenemos un jardín grande y un aparcamiento en el mismo también bastante hermoso.
En ellos siempre hay gatos que no sabemos de donde vienen ni a donde se van cuando quieren. Los que vivimos en los bajos los vemos más pues cuando nos oyen abrir las ventanas o la terraza enseguida empiezan a pedirnos comida, casi todas las señoras de los bajos se la damos.
Muy a menudo las gatitas tienen hijitos. Se ha dado el caso de que hace unos días una de ellas ha parido y no se le ha ocurrido parir en otro sitio, si no debajo del coche de mi buen vecino.
Como no lleva el coche al trabajo, ha sido el último en enterarse de que bajo su auto, tenía una familia.
Desde hace varios días, yo veía a los niños mirar, correr, llamarse unos a otros, total que ya hasta los padres iban a ver los gatitos. Yo no quería ni oírlos, pues me da pena de que les hagan daño por lo tanto cada vez que sentía ruido de críos me metía más dentro de mi casa.
Ayer por la tarde el muchacho no tenía más remedio que coger el coche, su madre le dijo que tuviera cuidado con lo que tenía debajo de el. Cuando vio a los gatitos ya no quería sacar el coche por miedo a atropellarlos, no se le ocurrió otra cosa que decirle a su madre que se los llevaba a casa. La madre, por muy madre y buena que es, le dijo que ni hablar, máxime teniendo un perro.
En un momento nos cruzamos las dos en el portal, nos saludamos y dice que va a ver a los gatitos, yo le digo que la acompaño y así los veo. Cuando entro en el jardín me voy derecha hacia donde creía que estaban, o sea en el aparcamiento, pero no, allí no estaban y me dice lo que ha hecho el bueno de su hijo.
Fue no sabemos donde a por una caja enorme. Le ha hecho un puerta en forma de arco, ha metido a los gatitos y a la madre que los parió para protegerse de un ataque (creo que también apareció el padre). ¿Donde diréis que los colocado?...Debajo de su terraza.
Su terraza y la mía están lindando y aunque todo el jardín esta de césped, lógicamente bajo las terrazas hay tierra por lo tanto están tan ricamente. Les puso un cuenco con leche y hasta le quitó la mortadela de la merienda a su hermana y en un poco de papel de plata se la hizo trocitos.
Cuando su madre y yo los vimos, dos de ellos estaban comiendo y la mamá gata se estaba tomando la leche.
Me causó una grata impresión ver lo que había hecho Juan Mariano. Como a toda la generación de vecinitos, le vi (como se suele decir,nacer), era un niño travieso y graciosísimo, tenía el cabello tieso y eso le daba un toque de muchachote, luego se han ido haciendo mayores y cuando te das cuenta ves que ya son hombres.
Además de ser un chico bueno, trabajador, estudioso y tierno, también, y por que no decirlo es...muy guapo. Estoy contenta de tener un vecino como él.

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