En cierta ocasión un estudiante fue al bosque de su ciudad para un trabajo de la universidad. Tenía que recolectar diversas planta y catalogarlas.
Estaba tan entusiasmado en su labor, que no se dio cuenta que se estaba adentrando en una noche oscura. Cuidaba sus pasos para no tropezar, lo único que podía distinguir era la Luna y las estrellas.
De pronto distinguió una pequeña cabaña en medio del bosque, se dirigió a ella para pedir refugio hasta el amanecer. El estudiante llamó a la puerta unas cuantas veces y nadie le abrió. Al ver que nadie se encontraba dentro decidió pasar sin ser invitado. La cabaña parecía haber cambiado de tamaño, no aparentaba ser tan grande desde fuera. Había muchas puertas y un largo pasillo.
Vio que en las paredes de la morada había extrañas pinturas de personas con aspecto siniestro, al pasar parecía que lo seguían con la mirada provocándole un escalofrío y apenas podía moverse.
Tras vencer sus miedos continuo por el pasillo hasta encontrar una habitación donde pasó la noche.
A la mañana siguiente, hacía una hora que había amanecido, decidió abandonar la cabaña y finalizar su trabajo. Se levantó de la cama y al salir al pasillo se quedó helado...
En las paredes no había ningún cuadro...solo ventanas.
Para aquellos que les guste los misterios.
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