Casi todos los viernes comemos muy tarde pues mi hijo sale a las 2.30 de trabajar, está a una hora de casa. Unos días por las huelgas y otros por el tráfico, el caso es que no llega a casa antes de las 3.30. Pero hoy ha batido el record.
Eran más de las cuatro y no había llegado, yo estaba muy nerviosa, la sopa la he recalentado tres veces. ¡Por fin llega!
Resulta que cuando estaba aparcando su coche, a la vuelta de una esquina oye gritos de una mujer. Lógicamente va rápido a ver que le ocurre. La señora de unos 50 años está en el suelo dando gritos la pobre. El enseguida sacó su teléfono móvil y llamó al 112. La señora va y le dice que no, que donde tiene que llamar es (le da el nombre de una sociedad privada), mi hijo le dice que no se preocupe que cuando lleguen las asistencias ya sabrán ellos donde la tienen que llevar. No, dice la señora, a todo esto dando gritos de dolor, sigue en sus trece. Que no, que no, que tiene que llamar a X.
Va llegando gente, varios vecinos, la señora seguía gritando, según mi hijo, cree que se ha roto una mano. Mi hijo la estaba sujetando la cabeza sobre su pecho y le decía que se estuviese quieta hasta que llegara algún socorro.
Después de un rato llega una ambulancia de la Cruz Roja y la Policía. Ella dice que tienen que llevarla a X. Los asistentes de Cruz Roja le dicen:-Señora ,nosotros nos la llevamos y por el camino vamos donde nos manden, ya sea a X o a S. Aquí los gritos no son gritos, son alaridos, pero dice que no se va hasta que no llamen a su hijo. Mi hijo le da el móvil, mientras reza para que el hijo de la señora no le cogiera el teléfono, pensando que se iba a llevar el susto de su vida.
Resulta que el hijo de esta señora es policía, allí estaban sus compañeros, uno de ellos dice:-No le llaméis que está en el gimnasio...La pobre señora cada vez gritaba más pero no había quien la convenciera de entrar en la ambulancia, los policías no es que se rieran... pero casi. Los de la Cruz Roja ya no sabían que hacer. Por fin, mi hijo le dice.- Señora, deme mi móvil, mi abrigo, (con él la había arropado) y quedese aquí hasta que quiera, yo me voy que mi madre estará preocupada por mi tardanza.
Cuando ha llegado a casa y me lo ha contado, aún estaba nervioso, me ha dicho: -Que suerte mamá que nosotros solo tenemos LA SEGURIDAD SOCIAL. Así no tenemos dudas donde vamos.
A todo esto eran las cinco de la tarde y por supuesto que no teníamos ganas de comer...dejaremos la sopa para la noche.
Muy buena Entrada...Pues si...¡¡¡Menos mal que tenemos la Seguridad Social!!! y que no nos la quiten.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero que no nos falte, pues a nosotros nos viene muy bien, aunque haya gente que diga lo contrario.
EliminarUn abrazo Pedro Luis
¡que trance dificil para tu hijo! Entiendo lo de tu comunicación tuya con el, hoy por hoy resulta imprescindible en todos lados. También se presta a dudas y confusión el ver a alguien tirado en el suelo, te hace dudar hasta que si sería cierto que la mujer estuviese tan lastimada. Muchos saludos . María De Los Ángeles.
ResponderEliminarSi era vedad Lao, la pobre al caerse se rompió la mano derecha, seguro que al tratar de protegerse.
EliminarNuestro susto se pasó pronto, la sopa...la hemos aprovechado, jajaja.
Un abrazo
Tal como van las cosas, dentro de nada todos tendremos el mismo problema que esta peculiar mujer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esperemos que no Pablo, que aunque protestamos mucho, nos viene muy bien.
EliminarUn abrazo
Desde luego es una pena ¡Dónde vamos a llegar! Un abrazo
ResponderEliminarTodavía hay gente que dice aquello de...yo voy al médico de pago. Son tan brutos que no saben que todos pagamos. Dejémoslo así.
EliminarUn abrazo Hada
Mala suerte para tu hijo que quiso ayudar y no se dejaron, a veces uno encuentra gente que no sabe lo que quiere, hay que dejarla hacer y que a uno no lo joroben, receta de sopa? Hace mucho que no hago una, un abrazo!
ResponderEliminarLa sopa era sencillita pero cuando quieras te doy la receta, jajaja.
EliminarYa está todo en orden.
Un abrazo Mª Cristina
Hay cada personaje, que para que te cuento.
ResponderEliminarAveces hay personas que no consideran a los demas.
No quiero imaginarme las que le hara pasar a su hijo esa buena dama.
Por lo menos tu hijo llego y el susto paso.
Un beso gata.
Seguro que la pobre mujer, al vivír sola con su hijo, quería tenerlo cerca, esperemos que no le duela mucho la lesión.
EliminarUn beso Pluma y Data