lunes, 21 de octubre de 2013

El elefante y la alondra

Esta es la historia de un elefante y una alondra que eran muy buenos amigos. Por ello, el ave le mostraba al paquidermo los lugares más sombreados para descansar  y, como agradecimiento, el elefante protegía con su imponente presencia  el nido de la alondra del ataque de serpientes y ardillas rapaces.
Un día que estaban conversando junto a la orilla del río, el elefante le confesó a su amiga: "No sabes la envidia que te tengo por no poder volar como tú y conocer lugares lejanos".
En respuesta, la alondra le dio una gran alegría asegurándole que eso era mucho más fácil de lo que se imaginaba. Arrancándose con el pico una pluma de la cola que estaba a punto de caérsele le dijo:
"Aprieta fuerte esta pluma en tu boca y agita con velocidad las orejas arriba y abajo"
Dicho y hecho. El elefante batió su enormes orejas con fuerza y empezó a elevarse lentamente por los aires hasta que, casi sin darse cuenta, notó cómo dominaba el vuelo.
Tras recorrer mundo, el elefante volvió y gradeció a la alondra que le hubiese regalado esa pluma milagrosa. Y la inteligente ave le respondió: "La verdad es que esa pluma no vale para nada, pero tenía que darte algo para que creyeras en ti aunque tú habrías volado de todos modos.

A través de pequeños cuentos y emotivas fábulas, podemos ver grandes lecciones de vida. A veces no hacemos cosas porque nosotros mismos nos creemos incapaces para ello. Tenemos que creer más en nosotros mismos.

11 comentarios:

  1. María de los Ángeles:
    Estoy completamente de acuerdo con tu entrada. Solo es cuestión de tenernos confianza.
    Un gran abrazo.

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    1. Hola Arturo, ¡Que alegría verte por aquí!
      Muchas veces tenemos miedo de nosotros mismos, sin saber que podemos con mucho más de lo que creemos.
      Un fuerte abrazo

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  2. Seguramente somos capaces de mucho más de lo que creemos.. Vale la pena intentarlo todo, veremos logros inesperados si nos arriesgamos un poco más.. Saludos!! Seguiré por aquí..

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    1. Gracias por tu visita Meri Ruiz.
      Muchas veces no intentamos siquiera lo que quizá sea fácil y no lo creemos.
      Un abrazo

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    2. Gracias a tí también María de los Angeles por visitar mi blog. Cuando logramos descubrir de todo lo que somos capaces, nos damos cuenta de las posibilidades que tenemos a nuestro alcance y no llegamos a ver. Saludos!

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    3. L he visitado con mucho gusto y además me ha encantado, seguiremos en contacto.
      Un abrazo

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  3. Es así Ma de los Angeles, a veces no nos tenemos la suficiente confianza, viene bien una ayudita como esta, historia ejemplar, un abrazo!

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    1. Gracias María Cristina por tu opinión que creo que es muy acertada.
      Un fuerte abrazo

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  4. Hola de nuevo!

    Como dispones de la posibilidad de "Crear un enlace", me he permitido la licencia de crear uno con este cuento hacía mi vencejo Félix. Me gustan las narraciones que asesoran cómo vivir.

    Gracias de antemano.

    Mk

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    1. Muchas gracias otra vez, sobretodo por animar a tus seguidores a que me lean..
      Un abrazo

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    2. Hola!
      Después de mucho tiempo vengo a saludarte, saludaros.
      Un besito
      Carmen P Mourelle

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