lunes, 8 de noviembre de 2010

Noviembre

Noviembre como decía mi madre es el mes de todos los Santos. También de los difuntos. Se visitan cementerios,se hacen misas y se ponen velas, muchas velas.
Como todos los creyentes, yo también recuerdo a mis seres queridos que ya no están aquí, pero recuerdo muy especialmente a una de mis abuelas, !cuanto me quería¡ y yo a ella, tanto es así, que siempre que rezo mis oraciones, ella no se me olvida nunca. La perdí cuando yo tenía 14 años...pero no la olvido.
Era la madre de mi padre y las pocas veces que la veía (pues vivía fuera de Madrid), teníamos una gran conexión.
Me contó muchas cosas de su infancia y juventud pues la pasó en la Inclusa de Madrid. La llevaron siendo ella un bebé. Un día, según le dijeron las monjas cuando fue mayor, llegó una mujer, la dejó en brazos de sor Luisa, salió por el portón, se metió en una berlina que llevaba el emblema de la casa Real y salió zumbando. Esta mujer dijo llamarse María y de ella nunca más se supo.
También me dijo, que varias veces había ido la reina con el rey Alfonsito cuando este era pequeño, se reunía con varias chicas en una sala, entre ella mi abuela, charlaban, se interesaba por sus estudios y de vez en cuando les llevaba dulces y bombones.
Cuando tubo edad de casarse, muchos hombres iban a la Inclusa en busca de una esposa. (cosas de la época). Un día...allí se presentó mi abuelo.
Según me contó la abuela, las ponían en fila a todas los jóvenes casaderas, enfrente a los hombres que iban a por ellas. Según la versión de la abuela, el día que fue el abuelo había varios hombres mas, las chicas, creo que solo hacían reírse y bajar la cabeza. Una de las monjas se dirigió a los hombres y les dijo:-No se preucupen caballeros pues todas se quieren casar.
Mi abuelo que dicho sea de paso era un hombre muy atractivo se fijó rápidamente en mi querida abuela y dijo:- Yo quiero la tercera de la derecha (que romántico) y...se la llevó a Recas en la provincia de Toledo, claro está, antes se casaron allí mismo.
Siempre me he imaginado la situación de esta joven. No había salido nunca del colegio, llega un hombre desconocido, que por muy guapo que fuera, era un desconocido. La celebración de la boda fue la presentación a la familia, pues ninguno de ellos había viajado a Madrid con mi abuelo y me supongo que no eran muy finos, pues en un momento de la cena, mi abuela se fijo en el reloj, ya era tarde, ella acostumbrada a oír misa diaria y comulgar no aceptó nada de comida ni bebida después de las 12, pues entonces no se podía tomar la comunión si no era en ayunas. Al decir ella que no tomaba nada porque tenía que comulgar al día siguiente, uno de sus nuevos cuñados le dijo:-!Ya te dará mi hermano la comunión esta noche¡.
Cuando me contó esto la abuela yo era casi una niña, no entendía lo que había querido decir, pero cuando fui mayor y comprendí, pensé...!Que cazurros¡
También fue su deseo aberiguar quienes eran sus padres, pero me dijo que su esposo no la dejó salir del pueblo. !Si hubiese sido ahora¡
Si fuese ahora querida abuelita, yo removería, como se suele decir, Roma con Santiago, encontraríamos a tu madre, (al padre sería difícil, pues ellos siempre huyen), ¿Sabes abuela? yo también rezo por ellos, quizá tu ya los hallas visto...!Cuanto te quiero¡¡¡

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