miércoles, 6 de abril de 2011
La piscina
Es media noche, la hora bruja, ahora es cuando me siento mejor, no hay ruido, solo silencio y empiezo a ver los correos que he recibido. Muchos son gracioso, otros, pesados y algunos de esos que se meten con los políticos, que cosa curiosa también son graciosos a veces. Todos los días mi amigo Víctor nos envía un correo, a mi y otros muchos amigos suyos, nos escribe unas cartas tan bonitas y profundas, que mas parece que estamos haciendo unos ejercicios espirituales, pero no creáis, que los fines de semana nos manda una tira de chistes con los cuales, lo pasamos muy bien. Hoy voy a relatar la historia tan bonita que nos ha mandado, aconsejandonos que la divulguemos a nuestros amigos y que mejor manera de divulgarla, que ponerla en mi blog que según creo se lee hasta en China. Dice así. Un joven que fue criado como ateo estaba entrenando para salto monumental a nivel olímpico. La única influencia religiosa que recibió en su vida le llegó a través de un amigo cristiano. El deportista no prestó mayor atención a su amigo, aunque lo escuchaba cuando hablaba de ello. Una noche, fue a la piscina de la universidad a la que pertenecía. Las luces estaban apagadas, pero como la noche estaba clara y la Luna brillaba, había suficiente luz para practicar. El joven se subió al trampolín mas alto y cuando volvió la espalda listo para saltar a la piscina, al filo de la rampa, extendió sus brazos y vio su propia sombra en la pared. El joven quedó impresionado, ya que la sombra de su cuerpo tenía la forma exacta de una cruz. En lugar de saltar, sin saber porque, se arrodillo y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida. Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza ingresó y encendió las luces; HABÍAN VACIADO LA PISCINA PARA REPARARLA. Esta es la prueba mas simple que Dios existe.
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